Concluyendo con una serie de eventos que se realizaron durante la semana para honrar su memoria, este sábado se llevó a cabo una misa a un año del asesinato del exGobernador de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz.
El 18 de diciembre del 2020, en un bar de Puerto Vallarta, el priísta fue ejecutado, y en el marco del aniversario de su partida es que familia, amigos, ex colaboradores y demás políticos se reunieron en punto del mediodía en la parroquia El Inmaculado Corazón de María, en el corazón de la colonia Independencia, el barrio que vio crecer a Sandoval Díaz.
La ceremonia sería oficiada por el cardenal emérito Juan Sandoval Íñiguez, sin embargo, en su lugar llegó el sacerdote Ecliserio Zacarías Covarrubias, quien durante la homilía llamó a trabajar por la paz ante el estado de violencia que de vive en el país.
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"Los intereses egoístas, mezquinos, que pueden albergar el corazón de cualquier persona, son capaces de cualquier atrocidad con tal de ver realizados sus planes. No le interesa pisotear a nadie, no le interesa quitar de en medio a cualquier persona que obstaculice sus planes. En nuestra ciudad de Guadalajara, como en muchas otras partes del país, hay una violencia que va en aumento, pero que se puede explicar desde la violencia intrafamiliar".
Dijo que con todas las leyes que se han aprobado, muchas de ellas absurdas, se deja a todos los demás a la merced de un obejtivismo que suscita este tipo de situaciones violentas.
"Es importante entonces trabajar por la paz, pero no solamente por la paz que da el mundo, sino la paz que es un don de Dios y que orienta el corazón y la mente de cualquier persona de buena voluntad. Muchas personas han perdido un padre, un hijo, un hermano, un amigo de forma violenta. Estamos en una situación bastante complicada, y ahí entonces a trabajar por la paz".
Añadió que esto no podrá ser posible si cada uno no cuenta con paz interior para poderla hacer extensiva a la familia y una sociedad que se vuelve cada vez más violenta, y finalmente reconoció a Aristóteles Sandoval por las buenas obras que hizo.
Durante los homenajes que se realizaron en honor del exgobernador en la semana, tanto amigos como familia, en especial su viuda Lorena Jassibe Arriaga, exigieron justicia por su asesinato.
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