Sergio Flores tiene 20 años dedicándose al mundo del toreo y por primera vez el 15 de marzo se presentará en La Monumental Plaza La Petatera en Villa de Álvarez, recinto al que siempre quiso ir.
Mencionó que el municipio villalvarense ubicado en Colima, es junto con Tlaxcala y Aguascalientes con mayor tradición arraigada en el mundo taurino.
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Mientras los ojos del matador se clavan en la monumental plaza hecha de palos y petates, refirió que en otras entidades se ha prohibido la fiesta brava, e incluso ha sufrido agresiones verbales ya que antitaurinos le han llamado “asesino”.
“No he sufrido agresión física, verbal sí, me dicen cosas sin sentir, me pueden llamar asesino, lo cual no tiene que ver porque tenemos un gran gusto por la vida, y soy ProVida”.
El torero de 30 años de edad expresó que mucha gente no se da cuenta que con el toreo “viven cientos de animales” para que haya una sola corrida de toros.
“En el campo hay muchos animales, nosotros sí tenemos bienestar animal en ganaderías de todos lados”, refirió.
Añadió que siempre habrá comentarios en pro y en contra de la fiesta brava, sin embargo, agregó que en pleno siglo XXI la sociedad debe tener apertura y respeto hacia los gustos e ideologías de cada uno.
El toreo y la pandemia
Sergio Flores explicó que desde que inició la pandemia de Covid-19 les ha sido complicado por el cambio de vida que ha tenido toda la sociedad, derivado al cuidado de la salud.
“Es un cambio radical en todos los ámbitos no solo en el espectáculo taurino, sino en todo y como todo en la vida, en generaciones pasadas nos tuvimos que adaptar, ya que el que no se adapta se extingue”, refirió.
Argumentó que finalmente el mundo taurino se adaptó a realizar corridas con aforo reducido.
“Llevando nuestra cultura, gusto y tauromaquía a muchas partes, evolucionando haciendo corridas sin público, donde podíamos seguir a la gente en distintas plataformas y nos adaptamos a las adversidades”, concluyó.