Hasta ahora el Partido Verde no ha dicho absolutamente nada contra la Reforma Eléctrica y eso que el punto más preocupante de ésta iniciativa es que resulta una amenaza grave para el medio ambiente que se supone los verdes estarían defendiendo férreamente como parte esencial de su filosofía.
La afectación es tan grave en el tema de contaminación, que grupos ambientalistas como Greenpeace han criticado este aspecto, señalando que “esto abre la puerta también a que tecnologías que no estaban siendo despachadas por su alto costo de generación, ambiental y de salud, como el carbón y combustóleo puedan ser despachadas de manera prioritaria (…).
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El uso de tecnologías caras, ineficientes y contaminantes para generar electricidad significará que aumentará el precio de la luz”. Un ejemplo: con la desaparición de los Certificados de Energía Limpia (CEL) los grandes consumidores de energías limpias dejarán de usarlas en sus procesos y se inclinarían por energías sucias y contaminantes sin importarles los daños al planeta.
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Lo anterior va justamente en contra de las metas de reducción de emisiones contaminantes para combatir el cambio climático y se opone a los compromisos asumidos por México como firmante de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible que impulsan las Naciones Unidas. Tal pareciera que el Partido Verde está dispuesto a ir contra su filosofía.
Cabe recordar que el viernes de la semana pasada, el jefe del Ejecutivo anunció una reforma en materia eléctrica para fortalecer a la CFE sobre las empresas privadas del país.
