Una abuelita que se fue del mundo terrenal pero se queda en el mundo espiritual para seguir con el afecto entre ella y su nieto es parte de la trama humorística contada en la obra de Antonio Malpica llamada “Abuelita, deja de flotar por el cuarto que me pones nervioso”.
Para escribir este libro el autor tomó como base la partida del mundo terrenal de la abuela y “poner el acento en el afecto de la abuelita, el cariño superlativo que sienten las abuelitas por nosotros, y esta abuelita que aunque ya se tenía que ir no se va y esa es la premisa del libro” que se deberá descubrir con la lectura y al final ver si se va o no.
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Desde el mismo título de inmediato “ya te imaginas que es puro cotorreo, llegas a la página tres a cuatro y te enteras que Rulo va a despedir a su abuelita, la fueron ya hasta sepultar y regresa a casa y nada que la abuelita no se quiso ir” ahí está flotando.
Además el duelo no se llevó de forma dramática, ni con lágrimas, éste no debe ser el tema cumbre de la obra sino que la intención del escritor buscó hacer una historia contada con el cariño que “siente la abuelita de Rulo por él y por eso se quiere quedar y también el cariño tremendo que siente Rulo por su abuelita y que quiere que se vara porque es lo que le toca” para que ya no se ponga nervioso al verla flotar durante la noche.
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Con una sonrisa Antonio Malpica recuerda la forma en la que escribió el libro y fue una etapa en la que se divirtió lo suficiente para así transmitirlo a su lector y que en la etapa de fantasma sigue protegiendo a su nieto, pero de una forma diferente y como “no se va la abuelita se ve una relación de lo más cotidiana entre ella su nieto, y solamente Rulo puede verla” el resto de la familia no.
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El desarrollo de esta obra bajo esa premisa de la relación abuelita-nieto busca capturar al lector pequeño y luego al resto de los lectores y el reto es que todos descubran si realmente se va al plano espiritual.