Cumplieron con todos los requisitos que pedía la autoridad estatal: se registraron como corresponde, adecuaron sus instalaciones para trabajar, generaron la carta compromiso y, tras la revisión del cumplimiento de protocolos, consiguieron la calcomanía que los acredita para operar a partir del 1 de junio, sin embargo, por un "error" les quitarán el distintivo y no podrán abrir.
Encargados del Centro Gimnástico Cervantes platicaron para El Occidental como autoridades del gobierno de Guadalajara, tres días después de darles la calcomanía, les marcaron para informarles que por error les habían colocado el distintivo y que tenían que retirárselos, con la advertencia de que si abren el próximo lunes podrían ser sujetos a clausura.
"Este lunes vino una persona del ayuntamiento y me dijo que cumplía con todo, me pegó la calcomanía y me dijo que a partir del lunes podía empezar. El día de ayer una persona del gobierno de Guadalajara me hizo una llamada diciéndome que había habido un error, que a mí no me habían debido de dar esa calcomanía y que me tenían que dar otra de otro color", explicó la maestra Patricia Trinidad Cervantes.
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Detalló que el mismo funcionario le indicó que no le pondría nada, pese a la acotación de que le correspondía otro distintivo, y que por lo pronto solo irían a retirarle el que ya había conseguido.
"No me dio ninguna solución, simplemente me decía que urgía y que tenía órdenes de retirar la calcomanía y que, si yo abría el día lunes, me iba a clausurar, y que si no le daba la calcomanía también. Entonces, se me hace injusto que nos hagan hacer todo un proceso para que luego te digan que siempre no".
El negocio que manejan es una escuela de gimnasia artística que hasta antes de la pandemia albergaba a 150 estudiantes entre niñas y adolescentes. Por ello y para cumplir con los protocolos de seguridad, a fin de formar parte de la reactivación en la Fase 0, es que invirtieron alrededor de 10 mil pesos para adecuar las instalaciones y hacerlas totalmente seguras para sus alumnas.
Como parte de esas medidas, agregó, fragmentaron los grupos para tenerlos durante todo el día, con 6 estudiantes en cada clase, a fin de suscitar que en las instalaciones no haya más de 35 personas para evitar algún riesgo de contagio por aglomeraciones.
Admitió que en un inicio se les hizo raro que pudieran registrar la empresa, pero al ver que entraban en el giro no esencial de "escuela deportiva privada", comenzaron con todos los preparativos a fin de poder abrir puertas este 1 de junio tras más de dos meses de no hacerlo.
"Ya no entiendo qué pasa, por qué los filtros nos arrojan que sí (podemos trabajar), vienen y me pegan la calcomanía, pero luego me dicen que siempre no. Yo me registré el 18 de mayo y el lunes pasado me pusieron la calcomanía y a los tres días es cuando me marcan para decirme que se equivocaron. No me ha llegado ninguna información oficial o documento, solo una llamada sin que me digan cuál fue su error, y no se vale que hayamos comprado y arreglado todo y que de repente me digan que no".
Expresó que personal del ayuntamiento tapatío quedó de ir a recogerle la calcomanía el lunes 1 de junio, sin embargo, refirió que no se quedará de brazos cruzados y recurrirá al amparo, pues no solo cumple con todo lo establecido para operar a partir de la siguiente semana, sino que la autoridad no se ha acercado a ella de forma oficial para explicar su situación.
Este jueves y como muestra de inconformidad, propietarios de otras escuelas de gimnasia artística se presentaron a las afueras del Centro Gimnástico Cervantes. En su caso, ya consiguieron el registro, pero no les han dado cita para que les revisen el cumplimiento de los protocolos de seguridad a fin de arrancar operaciones el 1 de junio, por lo que temen que al final no les permitan abrir.
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