Se calcula que en los próximos diez años se irán de México alrededor de 100 mil niñas, niños y jóvenes sobredotados y derivado de la pandemia, la cifra podría intensificarse, advirtieron investigadores del Centro de Atención al Talento (CEDAT) y la Asociación Mexicana de Padres de Sobredotados (AMPS).
“Económicamente ha habido un efecto adverso en México (a causa de la pandemia) y cuando estos niños lleguen a la adultez o acaben la carrera el efecto económico ya se habrá reducido o desaparecido, pero lo que no se va a desaparecer tan rápido es el efecto psicológico y social de haber le dicho que en México no hay oportunidades o que en otro país hay más y para que le vaya mejor tiene que irse del país”, dijo Andrew Almazán, director de Investigación del CEDAT e investigador en la Universidad de Oxford.
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De acuerdo con el CEDAT, la conocida como “fuga de cerebros” representa alrededor de 70 mil dólares por cada joven de 18 años, que generalmente deja un país en desarrollo, para migrar a uno desarrollado, eliminando así las posibilidades de crecimiento en su lugar de origen.
Otro tema que preocupa, es que para niños y jóvenes sobredotados muchas veces no se les identifica y hay pocos espacios para su atención especial, concentrados principalmente en Ciudad de México, Jalisco y Nuevo León, donde en su mayoría se atiende a varones, pues las mujeres enfrentan una brecha de desigualdad.
“Ha habido una gran discriminación, no hemos podido detectar a tantas niñas sobredotadas por los estereotipos que se tienen en nuestro país y en general en el mundo, que hacen que las niñas que tienen este talento diferente se queden calladas, no muestren que son diferentes”, agregó
Dafne Almazán Anaya, la psicóloga más joven del mundo, egresada de la Universidad de Harvard, quien comenzó la universidad a los diez años.
La brecha es de apenas un 20% de niñas sobredotadas, a diferencia del 80% de niños que son atendidos con educación especial para explotar sus capacidades.
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