En abonos, el Ayuntamiento de El Salto da agua a sus colonias, ylos habitantes de varias de éstas, las más abandonadas de lametrópoli, reclaman el servicio. Amas de casa de La Azucenaretaron al alcalde para que pase un día en su casa, y por momentosbloquearon la carretera al municipio.
Un día sí, dos no; tres días sí, cinco no, y así, cada vezse hace más prolongado el servicio de agua para las colonias delmunicipio de El Salto, y son precisamente las que están a lasorillas de la cabecera municipal o fuera de ésta, las que mássufren las consecuencias.
Abundan las que en su momento fueron autorizadas por losanteriores presidentes municipales y que hoy, a pesar de la promesaque les vendieron, no les cumplen ni con una mínima gota del vitallíquido.
UN FIN DE SEMANA SINAGUA
Sin embargo, en época de estiaje y ante el injusto actuar delgobierno que privilegia unas colonias sobre otras, por diversosintereses, el fin de semana pasado dejó a varias de éstas sinagua.
Los vecinos de la colonia La Azucena no soportaron más y enforma improvisada salieron a la carretera, para bloquearla.
Eran alrededor de 20, siete de ellas al menos con pancartas,todas sujetas a una soga, que extendieron por uno de los carriles,dejando en claro que no se moverían tan fácil, sin encontrarantes una respuesta.
“Exigimos agua, Marcos Godínez”, era el mensaje directo alpresidente municipal y texto de una de las pancartas.
Su presencia era exigida; al menos en lo que ELOCCIDENTAL estuvo ahí, nunca se presentó el alcalde.
Pero los reclamos subieron de tono: “Presidente te invito aque pases a mi baño” y “Presidente te invito a que pases undía en mi casa… sin agua”, eran algunas de las consignas queaparecían en las pancartas.
Están hartas, señalaron las manifestantes, de que sólo lesprometan el servicio y no llegue. Sólo iba un varón, el restoeran mujeres del hogar con sus pequeños, que exigían agua.Algunas de ellas dijeron tener hasta diez días sin agua.
Confesaron que piden pipas gratis, y no llegan; han tenido quecomprar agua de garrafón para bañarse y lavarse las manos, locual ha minado su economía, y de plano otra de ellas aseguró queperdió su trabajo por ese motivo, ya que no pudo bañarse y salira trabajar: “Ya no hay agua ni de garrafón...en lastiendas”.
PIDEN AGUA, LES MANDANPOLICÍAS
Las mujeres exigían agua y en respuesta del municipiorecibieron policías, al menos dos patrullas que arribaron allugar.
Uno de los gendarmes las empezó a grabar con el teléfonocelular, ellas respondieron haciendo lo mismo y cuando el policíaadvirtió “se quitan o nos las llevamos”, la respuesta de lasmanifestantes fue “pues que nos lleven”.
Nadie se las llevó, pero tampoco nadie les solucionó elproblema y La Azucena sigue seca… sin agua.