Mientras el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Encontradas en México (RNPDNO) documenta que Jalisco llegó a 16 mil 228 desapariciones este fin de semana, 228 de ellas en solo 16 días, a un promedio de 14 desapariciones por día; la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco revela en una recomendación especial que el tema ha rebasado a las instituciones y por ejemplo un solo agente del Ministerio Público atiende la investigación de hasta 800 casos.
El 10 de marzo del presente año Jalisco llegó a 16 mil personas desaparecidas, de acuerdo a las cifras del RNPDNO, en el período del 15 de marzo de 1964 al 10 de marzo de 2022.
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Han pasado desde entonces 16 días y ha sumado 228 carpetas de investigación más, a un promedio de 14 casos por día, 1.7 casos cada hora.
Todo esto en medio de fuertes reclamos de las organizaciones civiles como Amor x Ellxs y Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos Jalisco (FUNDEJ), entre otras, que ya buscan a sus familiares, pero piden que se ponga un freno y no haya más.
Durante el gobierno de Jorge Aristóteles Sandoval, en los seis años, se dieron 5 mil 300 desapariciones; mientras que del 6 de diciembre del 2018 a la fecha suman 4 mil 289.
Observación contundente
Mientras esto sucede, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) emitió la recomendación número 13/2022 relacionada con la desaparición de 14 personas -12 varones y dos mujeres- donde se pronunció sobre las graves omisiones en la investigación en la que solo se ha localizado a cuatro de esas personas, pero ya sin vida, del resto se ignora su paradero.
Ahí puso en evidencia que el sistema de búsqueda e investigación está totalmente rebasado a partir de que, como lo explica el Cuarto Visitador de la CEDHJ, Javier Perlasca Chávez, la Fiscalía Especial en Personas Desaparecidas solo cuenta “Con 14 agencias del Ministerio Público; una en investigación y tres más en protocolo Alba y 13 agencias en los distritos judiciales del interior del Estado, es decir 30 agencias”.
Dijo que en conclusión “Cada agente del Ministerio Público atiende en promedio 370 investigaciones, sin embargo, el personal de la fiscalía especial que en el Distrito judicial número uno hay agentes que tienen 800 carpetas de investigación, mientras que en otros distritos judiciales hay personal que tiene asignadas hasta 500”.
Además se puso en evidencia que durante una misma investigación, por razones de trabajo, cambian constantemente de agente y sólo de una carpeta de investigación llegan a conocer hasta seis agentes del Ministerio Público diferentes, lo que evita que se le pueda dar continuidad y sobre todo celeridad, ya que cada uno de ellos tiene que llegar a leer el expediente y ponerse al día.
El exceso de trabajo -se reconoce- limita el accionar del agente del Ministerio Público que, como en este caso, no pudo garantizar la seguridad de los familiares de los desaparecidos, que recibieron amenazas solo por insistir en buscarlos.
Incurren los fiscales en retrasos en interrogatorios a testigos; solicitudes para pedir información sobre las llamadas y la localización de los teléfonos celulares de los afectados y en la emisión de oficios al Instituto Nacional de Migración (INM) para evitar que quienes fueron privados de su libertad sean sacados del país.
Sistema caro y rebasado
Dentro de la recomendación de 157 páginas se detalla que además no hay planes de investigación homologados ni estrategias definidas para el protocolo de búsqueda de personas desaparecidas.
Hay que recordar que Jalisco tiene una la Ley de Personas Desaparecidas que entró en vigor el 6 de marzo del 2021, una Fiscalía Especializada con presupuesto para el 2022 de más de 104 millones (75.9 millones se irán en salarios) y una Comisión Estatal de Búsqueda con recursos por 41 millones 204 mil 409 pesos -aunque el proyecto inicial era de 39 millones-, pero tanto organizaciones como familiares organizados en la búsqueda de las personas, consideran poca la cantidad de recursos que se tiene para las acciones operativas, que en este caso son las que más importan puesto que son las que pueden llevarlos a dar con sus familiares desaparecidos.
En contraste, el cuarto Visitador de la CEDHJ, Javier Perlasca Chávez, destaca además que el sistema está desbordad: “Se observó excesiva carga de trabajo, falta de herramientas tecnológicas, equipamiento material y de otros insumos indispensables para realizar con la idoneidad y eficiencia que se requiere, las labores de investigación y búsqueda de personas desaparecidas e identificación de personas fallecidas; todo ello incide fuertemente en una indebida procuración de justicia y en el incumplimiento de atención a las víctimas del delito”.
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