El director de la División de Ciencias Agronómicas, de la Universidad de Guadalajara (UdeG), doctor Salvador Mena Munguía, advierte que, de seguir el desabasto de combustibles y un posible escenario de especulación, habría crisis en el sector agropecuario y efectos serios en la distribución de alimentos y manipulación de precios. No se puede ni se debe prolongar.
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Uno de los primeros ejemplos, por su esquema de distribución, es el huevo producido en Tepatitlán hacia la Ciudad de México y que podría complicarse, ya que para su comercialización se emplea diésel. Además, ése alimento es perecedero.
El campo, primer afectado
El investigador adscrito al Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) destacó que: “Le están batallando mucho para cargar combustible; pero, de alguna manera, están sorteando la situación con la idea de dos o tres días, pero ya van varios; entonces, sí se prolonga más allá de este fin de semana, va a ser complicado, va a haber problemas serios”.
Mena Munguía recordó que en Jalisco no es muy alta la actividad agrícola en esta época, aunque hay localidades, sobre todo en el Sur, donde se producen las berries y pudieran verse afectadas. Hacia el Bajío, donde se producen hortalizas, pudieran registrar problemas, ya que están cultivando.
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Destacó el académico que en el campo existen tres niveles en los cuales influyen los combustibles: la operación cotidiana para mover tractores y vehículos con insumos y personal; la cosecha y la distribución; y el abastecimiento de alimentos a mercados locales.
Comentó que habrá que conocer las zonas con problemas de desabasto de combustibles para determinar el daño preciso al campo.
La especulación, la consecuencia
“A eso hay que agregarle la especulación; habrá algunos casos en los que se van encarecer los productos, y ya no se sabe a ciencia cierta si están afectados por el proceso que estamos viviendo o es una coyotada para especular con los productos”, declaró Salvador Mena.
El investigador apuntó que, aunque el Gobierno Federal plantea que no hay desabasto porque sí se dispone de combustible, la realidad es que se está complicando la llegada al consumidor. Sentenció que, para evitar especulaciones de precios, se requiere una vigilancia estrecha.
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Mena Munguía recordó que México no ha desarrollado los biocombustibles. Una alternativa era la caña de azúcar, pero no se impulsó porque resultaba más cara y requería más agua. No obstante, reconoció la urgencia de pensar en tecnologías más amigables, como los vehículos híbridos, sobre todo eléctricos; lograr una producción de bioetanol, a fin de disminuir la dependencia de los combustibles fósiles.
