Abiertamente el presidente Andrés Manuel López Obrador, defendió al superdelegado en Jalisco, Carlos Lomelí, cuyos familiares y socios de las que fueron sus empresas, han obtenido contratos por más de 160 millones de pesos.

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Dijo que se acabaron los tiempos de corrupción e impunidad y el caso del Delegado en Jalisco, como lo dijo ya el secretario de la Función Pública, Santiago Nieto, ya es revisado.

Se investiga el caso de la empresa distribuidora de medicamentos.

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A pregunta expresa, respondió que de ser necesario y si así lo solicita la Secretaría de la Función Pública, no tendría inconveniente en solicitar la separación del cargo.

Sin embargo, luego salió en defensa de Lomelí, puesto que el Presidente aclaró una vez más que el Delegado de Jalisco es objeto de grilla y de ataques políticos derivados de una contienda electoral previa.