En la actualidad, en México se requieren entre 500 mil 600 mil atenciones paliativas, lo que refleja la necesidad de un grupo de la población que está atravesando por enfermedades y dolores intratables.
Una parte importante de ellos son menores de edad, que representan casi el 8% de la población afectada y que muchas veces, es desatendida, afirmó Jorge Ramos Guerrero, pediatra paliativista en el Hospital General de Occidente.
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“Pocas veces pensamos en los niños porque no quisiéramos que enfermen y mueran, pero estos niños, particularmente recién nacidos y neonatos constituyen el de mayor mortalidad y a veces creemos que los cuidados paliativos son para los pacientes con cáncer y si bien es un grupo importante, tenemos que voltear a ver a niños con enfermedades raras, condiciones crónicas como insuficiencia renal, cardiaca o pulmonar”.
Dijo que históricamente la falta de equidad en el acceso a cuidados paliativos ha afectado a los menores y en el país hay seis centros de atención a cuidados paliativos, pero pocos especialistas en pediatría paliativa.
“Los cuidados paliativos son para aliviar el sufrimiento que implica la presencia de dolor físico, al que se agregan otros síntomas, como náuseas, vómito, estreñimiento, diarrea, delirio, junto con condiciones psicológicas, emocionales, cuestiones familiares y sociales agravadas por la pobreza o marginación que viven muchas familias”.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los cuidados paliativos mejoran la calidad de vida de los pacientes y a decir de Diana Orendáin, residente de Medicina Paliativa y del Dolor en el Hospital Civil Fray Antonio Alcalde “no nada más acompañamos al final de la vida, sino hacemos intervenciones en caso de sufrimientos y dolores intratables de alta especialidad y avanzada”.
