Hoy el Centro Histórico de Guadalajara luce solo, sin la presencia de los vendedores de las tradicionales empanadas de crema de leche, cajeta, piña, guayaba, fresa, camote, coco o las saladas de atún, mole, jamón, queso, que debido a la emergencia sanitaria por el Covid-19 no se les permitió instalarse para evitar contagios.
Por lo que los panaderos cambiaron su estrategia de venta y ahora están ofreciendo por Internet las empanadas, llevando a las tiendas de abarrotes de las colonias o en sus propias panaderías.
El olor que despiden las deliciosas empanadas, que ya son una tradición en la época de Semana Santa, y que se instalaban de miércoles a domingo no podrá ser percibido por las calles del Centro.
El propietario de la Panadería Esperanza en la Colonia Rancho Nuevo señala a EL OCCIDENTAL que diariamente se hacían 600 empanadas diarias para venderlas en el Centro de la ciudad que él se ponía a un costado de la Catedral Metropolitana pero ahora sólo están haciendo 200 a 250 diarias.
Admite que sí les ha pegado duro esta situación, ya que bajó drásticamente la venta, por lo que ahora están tomando nuevas alternativas para venderlas.
En el Centro de la ciudad se instalaban numerosos puestos de empanadas cuya venta diaria en total era por arriba de las 6 mil empanadas (no todos venden la misma cantidad).
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