El precio del agave azul oscila entre los 20 y los 23 pesos por kilo, dependiendo de la calidad y reductores, así como de la región y la edad de la planta, aclaró Raúl García Quirarte, presidente del Consejo de Agricultores de Agave Azul Tequilana Weber del Estado de Jalisco.
“Ha habido una especulación en las últimas dos semanas, generada por los coyotes de agave, los cuales están diciendo que ha bajado el precio del agave, sin ningún argumento. La realidad es que los inventarios que existen actualmente de agave en toda la denominación de origen, son justo lo que necesita la industria”.
A diferencia de lo que sucedió en 2006, cuando el kilo de agave llegó a estar en 20 centavos, actualmente el agave de cuatro años de edad se encuentra en 20 pesos el kilo, en tanto que de cinco años cuesta 21 pesos por kilo, el de seis años 22 pesos por kilo y el de siete años se vende hasta en 23 pesos el kilo.
En el inventario tienen 429 millones de plantas desde un año hasta seis años, lo que representa abasto suficiente para el 2018 en el mercado nacional e internacional e incluso para los próximos tres años, porque en 2017 se plantaron 226 millones de agaves.
De acuerdo con García Quirarte, los coyotes propagan el rumor de que el agave está bajando de precio, porque el interés nacional e internacional por el tequila ha crecido en los últimos años, además de que “en la cancha hay otros jugadores nuevos”, que son los que producen inulina y producen jarabe de agave.
“Queremos socializar la agricultura por contrato con los productores de a pie, porque hace diez años había 17 mil 500 productores de agave y ahora quedamos 6 mil 200 nada más. Se está acaparando la tierra, porque está despertando un gran interés el tequila y la plantación del agave, por eso necesitamos rescatar al productor de a pie, para que haya suficiente materia prima para el tequila”.
Conoce más
*En 2006 el kilo de agave costaba 20 centavos, ahora cuesta hasta 23 pesos por kilo
*En 2006 había 17 mil 500 productores de agave y ahora hay 6 mil 200
*Productores pidieron al gobierno federal planeación para poder plantar agaves y garantizar abasto, como sucede con el coñac, whiskey y champagne