El riesgo de presentar asma es latente, aunque puede ser multicausal. La contaminación ambiental ocasiona que esta enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias aumente; se estima que siete de cada diez personas no están diagnosticadas de forma adecuada.
Al tener una cascada de inflamación severa el paciente corre el riesgo de presentar otro tipo de enfermedades a nivel nasal o de la misma piel.
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Otros factores de riesgo que agravan al paciente con asma es el humo de tabaco, consumo de medicamentos, alergias, condiciones climáticas, infecciones respiratorias e incluso y el tener obesidad; aunque no se tiene un registro nacional de defunciones por esta causa, 8.5 millones de personas viven con este padecimiento.
El médico alergólogo e inmunólogo pediatra Said Arablin Oropeza mencionó que el 10% de la población se ve afectada, principalmente en los niños y adultos mayores quienes llegan a tener asma grave y requerir un tratamiento especializado al tener tos, falta de aire, opresión en el pecho y silbidos.
“Esto se debe a que hay una gran cantidad de inflamación en las vías aéreas, lo que se afecta principalmente los bronquios y se van estrechando porque hay una gran cantidad de moco que se produce dentro de estos bronquios, además el músculo que rodea a los bronquios se hace más fuerte y se va estrechando porque el paciente va teniendo mucha tos y el espacio donde pasa el aire es muy pequeño”.
Desde el nacimiento hay una predisposición genética para presentar asma, si mamá y papá son alérgicos en un 80 % el bebé puede desarrollar esta enfermedad. Otro factor es el ambiental.
“Factores perinatales, si la mamá consumió antibióticos durante el embarazo, si el bebé nació por parto o por cesárea o el bebé está un poco deprimido por al no pasar por el tracto vaginal de un parto normal, no se pone en contacto con esas bacterias de tracto vaginal entonces está un poquito más apagado, el hecho de no recibir lactancia materna".
También es uno de los factores importantes para el desarrollo de este tipo de enfermedades.
El especialista en inmunodeficiencias primarias explicó que los pacientes con carga genética pueden provocar un estímulo suficiente para que el sistema inmune que protege contra virus o bacterias se inflame.
“A esa inflamación la conocemos como tipo dos, no solo está relacionada con el asma, también se relaciona con otro tipo de enfermedades como a la rinitis alérgica, la rinosinusitis crónica con poliposis nasal, problemas de dermatitis atópica, amiolgas intestinales que también son alérgicos, son causadas por la misma inflamación tipo dos”.
Este tipo de inflación se presenta en siete de cada diez pacientes en cualquier década de la vida, sin embargo un porcentaje bajo de adultos presentan asma por otros factores como es la obesidad.
“Hay un grupo de pacientes mujeres con obesidad que pueden desarrollar asma que no tienen inflación tipo dos, hay el asma asociada al tabaquismo, si bien el tabaquismo produce la enfermedad pulmonar obstructiva crónica algunos pacientes también pueden desarrollar asma por tabaquismos y por inflaciones”.
Con relación a la contaminación atmosférica comentó que al generarse micropartículas que al inhalarse producen una inflamación bronquial y llegan a afectar al paciente, la recomendación es usar el cubrebocas; en los dos primeros años de la pandemia Covid-19 por las medidas de salud y el uso del cubrebocas el paciente estuvo controlado contrario a lo que hoy se vive, manifestó.
“Se ha visto epidemiológicamente un aumento en la incidencia de este tipo de enfermedades, ahora que ya nos quitamos el cubrebocas pareciera que nos ponemos nuevamente en contacto no solo con virus y bacterias, los pacientes comienzan a tener más síntomas y exacerbaciones”.
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Para el control del asma es importante acudir con un alergólogo o neumólogo para recibir el tratamiento adecuado de acuerdo con su condición y gravedad de este problema de salud pública.