El caso de Chavita, quien fue encontrado tras poco más de 16 años de haber sido robado, es un llamado a las autoridades para que pongan mayor cuidado en este tipo de situaciones a fin de que no vuelvan a ocurrir, consideró el cardenal de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega.
A días del hallazgo de Chavita, quien fue sustraído del Hospital Ayala, el arzobispo no dejó de reconocer que es una alegre noticia, en especial para la familia que pudo recuperar a su hijo tras tantos años.
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"Es una alegre noticia que debe de llenar de esperanza a todos aquellos que están padeciendo la pérdida de algún ser querido y que no saben de su destino, pero también creo que es un llamado a las autoridades a poner más cuidado en prevenir y en resolver este tema que angustia a tantas familias. Ojalá pues que sea el motivo de implementar más recursos, más medidas, para evitarlo en la medida de lo posible, pero si no para resolverlo".
Sin embargo, sí resaltó que el menor apareció porque los padres no perdieron la esperanza, y no propiamente porque haya sido por la intervención de las autoridades.
"Es de resaltar lo que dicen ellos como experiencia, no fue hallazgo precisamente de la intervención de las autoridades, fue de su voluntad, de su esfuerzo, de su sacrificio, que nunca dejaron de buscarlo hasta encontrarlo".
Por otro lado, y ante el clima de violencia o inseguridad que se vive en el país, durante la homilía de la misa en Catedral Metropolitana, habló de la importancia de la reconciliación y la paz, por cómo en las noticias se ven todos los días muertes de personas inocentes en medio de enfrentamientos entre el crimen organizado.
"Cuando existe esta dinámica de odio, de resentimiento y de venganza, todos estamos expuestos, por eso digo estamos urgidos de crear un clima de reconciliación, de perdón, de paz. Es cierto, toca a las autoridades hacer cumplir la justicia, por el cumplimiento de la ley hacer que no prevalezca la impunidad, pero no nos toca a nosotros como sociedad cobrarnos justicia por nuestra propia mano porque, repito, hacemos crecer la espiral del mal, de la violencia".