Bertha Alicia, una mujer que dejó un gran legado de amor al servicio y a su familia

Hay mujeres que dejan huella y Bertha Alicia Guardado Sánchez lo hizo, un gran legado para toda una comunidad, a la que sirvió con amor al servicio y a su familia.

Para ella primero estaba el ayudar antes que nada y hasta sus últimos días así lo hizo. Siempre congruente con sus convicciones.

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Salvó la vida de muchas mujeres a través de su experiencia, de que se podía vivir mejor, con dignidad y que la felicidad estaba en uno mismo.

Hoy dan cuenta numerosas mujeres con problemáticas diferentes, padres de familia con hijos con adicciones y familias enteras que durante más de 20 años ayudó a salir adelante.

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Nació el 2 de septiembre de 1956 y falleció el 7 de abril de este 2021, es poco más de un mes de su ausencia física, pero su recuerdo está en todas las personas a las que ayudó a salir adelante en sus vidas.

"Nos duele no estar contigo, pero agradecerte porque en estos últimos días te dió la fuerza para unirnos, vivirlos llenos de amor, llenos de tu gente, llenos de servicio, siempre fuiste una persona auténtica y original, alguien que se vencía a ella misma para darse a los demás, una madre, esposa, abuela, madrina y mujer que tuvo la valentía de ser leal a sus principios y sus propias filosofías", manifestó José su único hijo.

Ella siempre decía que había que retribuir para quienes contribuyeron a salvarle la vida a su hijo, ¿cómo pagó eso? preguntaba y la respuesta con su ejemplo la daba, al ayudar a los demás.

Su esposo José Sáinz, con quien mantuvieron un matrimonio de 48 años y que fueron ejemplo del amor, respeto y admiración por lo que hacían, agradece y está orgullo de su gran legado, al igual que su hijo José, su nuera Astrid, sus nietos José Eduardo, Salma, Luciano, Lola y su bisnieto Diego Julián que alcanzó a conocer.

Ella a través de Grupo de Familias, se dió a los demás, así se le recuerda: "un ser de luz, siempre dispuesta al servicio, a ayudar, solidaria, preocupándose siempre por quien llegaba por primera vez. Deja un gran legado de enseñanza para todos, principalmente para su familia directa y para su familia espiritual. ¡El amor al servicio! Es lo que nos fortalece y nuestra fe en Dios era su mensaje. Su amor, disposición, gratitud siempre lo reflejaba con su ejemplo".

Testimonios son muchos de a quienes apoyó: mujeres que aprendieron a vivir tranquilas, a recuperar su dignidad, su vida; a padres de familia a comprender la problemática de las adicciones de sus hijos:

"Fue un ser de luz, de mucha fuerza, mucha energía, que dejó una profunda huella en todos nosotros".

"Conocerte fue el regalo más preciado que Dios nos regaló, conocer el amor de Dios a través de ti, conocer lo que es una amistad incondicional, conocerte a ti fue el empuje que se puede vivir mejor, que merecemos vivir mejor, que podemos tener una calidad de vida".

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"Para mí tu fuiste el timón que orientaba mi vida".

AMOR A SU BARRIO Y FAMILIA

La recuerdan con cariño de cómo se expresaba de su barrio:" a mi me hubiera gustado nacer en el Principado de Mónaco, pero nací en las calles numeradas, en la 40", siempre refiriéndose con un profundo amor a su barrio, a sus tradiciones, comida, a su gente y, principalmente, de su familia.