La ciudad de Guadalajara enfrenta una grave situación de “acumuladores de perros” y es que hay personas que luchan por los derechos de estos animalitos a tal grado que llenan sus hogares hasta con 50 canes, lo cual genera problemas de higiene y salud, explicó la titular de Protección Animal, Merilyn Gómez Pozos.
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A la Unidad de Protección Animal llegan constantemente llamadas de ciudadanos que denuncian maltrato animal y al atender algunas de ellas se dan cuenta de que se denuncia a rescatistas de perros callejeros que con el paso del tiempo comenzaron a convertirse en “acumuladores” no de cachivaches, pero sí de animales que ponen en riesgo tanto a quienes viven en los hogares como a los vecinos.
Son rescatistas que no pertenecen a ninguna asociación protectora de animales pero sí rescatan perros y “ya tienen a los animalitos en pésimas condiciones, sin protocolos, sin cuidados médicos, sin alimentarlos y obviamente en pésimas condiciones de limpieza”.
Ante esta situación se puede decir que se convierte en un “hacinamiento de perros y eso ya es un tema distinto, por el momento no tengo el dato de cuántos casos se dan, pero de todos los reportes que se reciben, al menos dos a la semana son por esta causa y eso sí es alarmante”.
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Gómez Pozos no dudó en señalar, conforme a la experiencia de los casos atendidos, las personas que son denunciadas por sus vecinos, se descubre que tienen algún problema de tipo mental y esos son los casos más complicados de manejar porque implica una serie de negociaciones y tratos especiales, sobre todo porque no se sabe los motivos por los que se llega a estos extremos.
Pero este tipo de acciones implica que también aspectos de salud pública porque las zonas en donde se confinan los animales son muy reducidos y puso como ejemplo un caso en “donde fue un logro que la señora y los hijos nos dejaran entrar, en esa ocasión el DIF también nos acompañó para poder ayudar al a señora hasta en limpieza de su casa, los perritos estaban completamente sin socializar con la gente, eran como animalitos salvajes y nos costó mucho trabajo su rehabilitación social”.
Ahí se pudo rescatar a 50 perros de todos los tamaños y razas, se extrajeron de 10 en 10 hasta poder atenderlos de la forma adecuada y a las personas se les aplica una sanción y se hace una denuncia a la Fiscalía cuando lo amerita y en este caso no se le hizo por los problemas de salud de la implicada.
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Explicó que es una situación generalizada en todo el municipio, es decir desde la colonia con mayor poder adquisitivo hasta la de escasos recursos y el problema se vuelve grave porque hay ocasiones en las que los propios animales al ser una carga pesada para la economía de las personas los dejan de atender y no les dan de comer, por lo que al ir muriendo, los otros se los comienzan a comer. Todo eso son situaciones que se buscan combatir y evitar problemas de salud a más tapatíos.