Abogados clausuraron la Ciudad Judicial, donde la crisis recrudeció y las citas electrónicas colapsaron enviando las fechas de audiencias de dos o hasta tres meses. Piden que los consejeros intervengan y se homologuen los sistemas de los juzgados para atender a los ciudadanos, algunos de los cuales han dado mejor resultado que los implementados institucionalmente.
El abogado Luis Antonio Villalvazo Sandoval junto con otros litigantes colocaron una lona con la leyenda “Clausurado”.
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Y es que primero paró el Poder Judicial por meses, luego los juzgados reiniciaron funciones con un sistema de citas electrónico que fue un total fracaso, ya que incluso comenzó a dar citas para consultar expedientes, con tal diferencia de tiempo, que cuando los litigantes ya tenían acceso a los mismos se habían pasado los términos legales para inconformarse e impugnar.
Villalvazo Sandoval dijo que presentaron un documento con diez puntos que incluyen crear un plan estratégico de atención integral, implementar un mesas de trabajo, visitas de consejeros para que adviertan la verdadera problemática como el trabajo sin hojas ni tóner, el establecimiento de un módulo permanente para quejas, suplir temporalmente a funcionarios que presenten incapacidad médica, gestionar la vacunación a todo el personal, unificar procedimientos de atención, establecer obligatoriedad y regular las bases de la comunicación electrónica entre funcionarios judiciales y litigantes, publicar boletín judicial electrónico -de ley- y disminuir tarifas del estacionamiento del interior de la Ciudad Judicial.
Abogados en Pro de la Administración de Justicia e independientes emprendieron la acción que, afirman, el resto de los compañeros no han emprendido por temor a represalias, pero hay quienes ya se han quejado de que no hay justicia rápida y expedita.
“No encuentran su expediente, el juez tiene su expediente para firma, tardan hasta dos meses para entregar un billete de alimentos”, son algunos de los pretextos y hechos que enfrentan, dicen, más si se atreven a alzar la voz y denunciar la lentitud y el letargo en que han caído algunos juzgados, sino es que la mayoría.
Reconocieron que hay buenos juzgados y algunos son ejemplo sobre los sistemas que han implementado como el uso de gafetes limitados con los que mantienen un control de ingresos de personal a los juzgados.
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