A puerta cerrada en Catedral Metropolitana, la Virgen de Zapopan fue despedida en misa oficiada por el obispo auxiliar de Guadalajara, Juan Manuel Muñoz Curiel, que manifestó en la celebración eucarística "no nos ha abandonado".
Los fieles católicos siguieron esta misa de despedida de forma virtual debido a la pandemia por Covid-19 para evitar conglomeraciones.
“Este año hemos podido experimentar cierta tristeza por no haber podido caminar con ella, acompañándola como otros años. Hemos tenido que conformarnos con verla pasar por nuestras calles, desde nuestras puertas y ventanas, nos pesa el que no haya podido permanecer en nuestros templos y parroquias en donde le rezamos, le cantamos, le suplicamos, le danzamos", refirió.
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Sin embargo, aseguró :"Ella sabe del amor que le tenemos y ha visto con sumo agrado el que, no sin ciertos sacrificios, nos hemos disciplinado en bien de todos nuestros hermanos pues hemos tratado de ser muy responsables en cuidarnos unos a otros observando los diversos protocolos sanitarios para salvaguardar la vida propia y la de los demás”.
Instó a seguir siendo fieles y solidarios en estos tiempos que hoy más que nunca se requiere de la presencia e intercesión de La Generala, "es muy loable que, en honor a la Virgen de Zapopan, procuremos seguir siendo fraternos y solidarios con los enfermos, con quienes los asisten en los hospitales y casas, les estamos muy agradecidos por su caridad y abnegación, están muy presentes en nuestra oración nuestras autoridades religiosas y civiles, también quienes han perdido algún familiar o su trabajo y tienen dificultad para llevar lo necesario a sus hogares".
Reconoció el esfuerzo de los padres de familia, los educadores y los alumnos, ante los retos para llevar los programas educativos en los diferentes niveles.
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“En medio de estas difíciles circunstancias nos ha caracterizado nuestro optimismo y plena confianza en el auxilio divino. No estamos derrotados sino con una firme determinación de seguir haciendo operativo nuestro plan diocesano de pastoral que tiene como objetivo la misión de la misericordia".
Agregó en la tradicional misa de despedida en Catedral: "Hemos venido a despedir, por este año, a la venerada imagen de Nuestra Señora de Zapopan y lo hacemos con la conciencia de que es una despedida temporal, ya que sabemos que una madre no se olvida de sus hijos por ello estamos alegres y agradecidos, porque volverá nuevamente según el plan de amor de Dios el próximo año".
En esta edición 286 de la Romería, el obispo auxiliar de Guadalajara hizo el llamado a no tener miedo, ni de quedar en la orfandad, "no tengamos miedo de quedar en la orfandad, pues siempre nos acompaña".
En esta ocasión se celebra los primeros 100 años de la coronación pontificia de Nuestra Señora de la Expectación de Zapopan y los 200 años de su Generalato,"coronar a la Santísima Virgen María es reconocer nuestra vocación común a la santidad".
Dijo no tener duda que este 12 de octubre del 2020, "en esta Misa de despedida, Nuestra Reina y Madre viene a alentarnos, a acompañarnos en nuestro deseo de escuchar la voz de Dios y de comenzar o continuar el camino de la santidad mediante la vivencia del Evangelio, despedimos hoy a Nuestra Señora de Zapopan, a nuestra Reina y Generala, la Pacificadora, esperando su regreso para el próximo año".
A las 7:30 horas partió de Catedral hacia la Basílica de Zapopan.