/ domingo 5 de agosto de 2018

306 accidentes aéreos graves en 84 años de historia aérea de México

Tres se reportan en Jalisco

En 84 años de historia aérea documentada en México, se han registrado un total de 306 accidentes aéreos considerados como graves por el número de víctimas o daños materiales en la propia aeronave y del tipo colateral, en tierra. Abundan los ocurridos en la aeronáutica civil, pero también las aerolíneas comerciales han reportado percances, tres de ellos con un gran número de víctimas.

EL OCCIDENTAL tuvo acceso a estadísticas y cifras de la Red de Seguridad de la Aviación (ASN), por sus siglas en inglés) a nivel mundial, que lleva el recuento de los países, incluso de aquellos percances que nunca salieron a la luz pública o que algunos gobiernos ocultaron.

Dentro del listado se reportan dos casos en el estado de Jalisco, ambos a finales de los 50.

El primer percance

El jueves 26 de marzo de 1936 fue cuando se dio el primer percance en una nave de una aerolínea comercial, cuando un avión Ford 5-AT-B Tri-Motor de Mexicana de Aviación que salió de la Ciudad de México con rumbo al Aeropuerto La Aurora, en Ciudad de Guatemala, se estrelló en Amecameca de Juárez, en el Estado de México, con un saldo de 14 personas muertas. Cuatro eran de la tripulación y diez turistas (ocho alemanes, un austriaco y un húngaro).



Tuvieron que pasar nueve años, para que un sábado 11 de agosto de 1945 se volviera a dar un accidente en otro avión de la misma aerolínea, ahora un Douglas DC-2-243, que salió de Tapachula, Chiapas, y no llegó su destino en Puebla, debido a que por el mal tiempo se estrelló contra el volcán del Iztaccíhuatl. Ahí murieron 15 personas.

Ese mismo año y justo otro Douglas DC-3 de la empresa Comunicaciones Aéreas de Veracruz, que salió de la Ciudad de México con rumbo a Veracruz, se estrelló y 15 personas perdieron la vida. Se estableció entonces que la aeronave salió ligeramente de su curso y se estrelló contra una montaña, en medio de las nubes, a una altura de 11 mil pies, en el sitio conocido como El Perote.



El 1 de julio de 1948 otro Douglas DC-3, de empresa desconocida, se estrelló en el Pico de Orizaba. Sus 14 tripulantes murieron.

Había salido de la Ciudad de México hacia Minatitlán, cuando durante una severa tormenta, chocaron contra el Pico de Orizaba.

Y terminó la década de los 40 como una de las más trágicas en materia de accidentes aéreos, cuando el lunes 26 de septiembre de 1949 otro Douglas DC-3A de la desaparecida Mexicana de Aviación se vino abajo sobre el volcán Popocatépetl en un vuelo de Tapachula a Ciudad de México con escalas en Tuxtla Gutiérrez, Ixtepec y Oaxaca.



El 16 de diciembre de 1949, también en Orizaba, sólo que en el cerro conocido como El Borrego, se estrelló la aeronave de Douglas DC-3A de Mexicana de Aviación y murieron sus 17 ocupantes, en un vuelo Ciudad de México a Mérida, Yucatán.

Continuaron los accidentes

Fue hasta el jueves 25 de marzo de 1954 que otro Douglas DC3 de Aeronaves de México se accidentó a 16 kilómetros de Monterrey, cubría la ruta México-Mazatlán-Monterrey y todo fue consecuencia de que golpeó contra una montaña mientras esperaba permiso para aterrizar.

Otro avión Douglas DC-2-243 de Líneas Aéreas Unidas SA (LAUSA) se vino abajo el 14 de julio de 1955 con saldo de 22 personas muertas -aunque los medios de comunicación consignaron sólo 17- esto en un vuelo de Acapulco a Oaxaca. Al parecer se estrelló contra las montañas.

Pasaron muchos años para que se volvieran a dar accidentes aéreos de grandes magnitudes, de hecho hasta el domingo 21 de septiembre de 1969, cuando un Boeing 727-64 de Mexicana de Aviación, se vino abajo.

Nunca se pudo determinar las causas por las que el Boeing 727, autorizado para un acercamiento ILS de la pista 23L en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, de repente perdió altura y golpeó el suelo a mil 500 metros de la pista. El avión volvió a volar hasta que el tren de aterrizaje y el fuselaje delantero chocaron contra un terraplén del ferrocarril.

No se pudieron recuperar datos del registrador de datos de vuelo porque se había instalado incorrectamente dos días antes del accidente. El Cockpit Voice Recorder había sido eliminado y no se había instalado ningún reemplazo. Murieron cinco de los siete integrantes de la tripulación y 22 de los 111 pasajeros.

Los de mayor número de víctimas

La estadística también refleja algunos accidentes de mayor número de víctimas. Ya sea en suelo mexicano o donde las aeronaves salieron de aeropuertos locales.

Es el caso del ocurrido el miércoles 31 de octubre de 1979, cuando un DC10 de Western Air Lines, vuelo 2605, partió de Los Ángeles a las 01:40 horas con rumbo a la Ciudad de México.

Quedó asentado que debido al trabajo de restauración en la pista 23L, se despejó el vuelo para una aproximación de la pista 23R. El descenso a través de un banco de niebla se continuó por debajo del mínimo de 600 pies para los acercamientos por instrumento.

Detalla el documento que la aeronave aterrizó con el tren principal izquierdo en la hierba izquierda de 23L y con el engranaje principal derecho en el hombro de la pista, por lo que colisionó con un camión ubicado en la pista. La pata del engranaje se separó e impactó con el plano de cola derecho y el elevador, causando daños considerables. El avión se inclinó hacia la derecha hasta que golpeó el ala izquierda, golpeó la cabina de una excavadora, a mil 500 metros del umbral de la pista, continuó y se estrelló contra un edificio y se incendió.

De los once integrantes de la tripulación murieron nueve y 63 de los 77 ocupantes, para un total de 72 fallecimientos.

Aeroméxico entró en la lista cuando el lunes 27 de julio de 1981 un DC9, que iba de Monterrey a Tijuana, hizo escala en Chihuahua, donde al descender sobre al aeropuerto de Chihuahua, rebotó y golpeó contra el piso; el fuselaje se rompió y el avión se incendió. Murieron 30 de los 66 ocupantes de la aeronave.

Una nave de Aerocalifornia se vino abajo el miércoles 29 de enero de 1986, Douglas DC-3A-178, con saldo de 21 persona muertas, el total de sus ocupantes.

Se realizó un acercamiento por instrumentos a la Pista 9 de Los Mochis a pesar de que el clima estaba por debajo de los mínimos permitidos debido a la niebla. El DC-3 dio la vuelta y la tripulación eligió desviar a Las Lomitas, un pequeño aeropuerto cercano que ya no se usaba para vuelos comerciales. El avión se estrelló en las colinas cercanas del aeropuerto.

Un lunes 31 de marzo de 1986 a las 9:11 horas un Boeing 727-264 de Mexicana de Aviación con ocho tripulantes y 159 pasajeros salió del Aeropuerto Benito Juárez en la Ciudad de México con destino a Puerto Vallarta, pero nunca llegó.

El freno del engranaje principal izquierdo se sobrecalentó durante la carrera de despegue. El calor causó que un neumático en el tren principal izquierdo explotara. Las líneas de combustible e hidráulicas se rompieron y los cables eléctricos se cortaron, lo que provocó la descompresión de la cabina.

Se declaró una emergencia, pero el combustible derramado se encendió y provocó un incendio masivo a bordo. El control se perdió y el avión se estrelló contra una montaña en la Sierra Madre, a una altura de nueve mil pies. Se descubrió que el neumático había sido reparado con aire en lugar de nitrógeno. El aire, a alta temperatura y presión, produjo una reacción química con el neumático en sí. Esto condujo a una explosión química del neumático.

Los dos avionazos de Jalisco

En Jalisco, son más los accidentes de los que muchos recuerdan o pudieran imaginar.

El martes 8 de marzo de 1955 a las 13:40 horas un Douglas DC-3A-228D de Mexicana de Aviación, con ruta Puerto Vallarta a Guadalajara, con escalas en Talpa de Allende y Mascota. Se estrelló 20 kilómetros antes de Talpa de Allende, en la cordillera de que rodea a ese municipio y murieron 26 personas.


Foto: Captura de Pantalla Aviation Safety Network


Muchos recuerdan todavía el percance del lunes 2 de junio de 1958, cuando un avión Lockheed L-749A Constellation de la empresa Aeronaves de México con siete elementos de tripulación y 45 pasajeros se estrelló a 16 kilómetros del aeropuerto de Guadalajara, en Tlajomulco de Zúñiga.


Foto: Captura de Pantalla Aviation Safety Network


Salía del Aeropuerto Miguel Hidalgo hacia la Ciudad de México, era el vuelo111 de esa aeronave.

El dictamen fue que: “La tripulación de la Constelación de Aeronaves de México no siguió el procedimiento establecido de ascenso y se estrelló contra la montaña La Latilla”.

El vuelo realizó un despegue de rutina desde la pista 28. Se hizo un giro a la izquierda para realizar el giro de caída de procedimiento especificado en el Manual de Aeropuertos para el ascenso de los instrumentos. En lugar de completar el giro de procedimiento, el piloto continuó en línea recta durante unos dos minutos en dirección suroeste. Luego, al girar a la derecha, el avión se estrelló en el pico de la montaña”.

En 84 años de historia aérea documentada en México, se han registrado un total de 306 accidentes aéreos considerados como graves por el número de víctimas o daños materiales en la propia aeronave y del tipo colateral, en tierra. Abundan los ocurridos en la aeronáutica civil, pero también las aerolíneas comerciales han reportado percances, tres de ellos con un gran número de víctimas.

EL OCCIDENTAL tuvo acceso a estadísticas y cifras de la Red de Seguridad de la Aviación (ASN), por sus siglas en inglés) a nivel mundial, que lleva el recuento de los países, incluso de aquellos percances que nunca salieron a la luz pública o que algunos gobiernos ocultaron.

Dentro del listado se reportan dos casos en el estado de Jalisco, ambos a finales de los 50.

El primer percance

El jueves 26 de marzo de 1936 fue cuando se dio el primer percance en una nave de una aerolínea comercial, cuando un avión Ford 5-AT-B Tri-Motor de Mexicana de Aviación que salió de la Ciudad de México con rumbo al Aeropuerto La Aurora, en Ciudad de Guatemala, se estrelló en Amecameca de Juárez, en el Estado de México, con un saldo de 14 personas muertas. Cuatro eran de la tripulación y diez turistas (ocho alemanes, un austriaco y un húngaro).



Tuvieron que pasar nueve años, para que un sábado 11 de agosto de 1945 se volviera a dar un accidente en otro avión de la misma aerolínea, ahora un Douglas DC-2-243, que salió de Tapachula, Chiapas, y no llegó su destino en Puebla, debido a que por el mal tiempo se estrelló contra el volcán del Iztaccíhuatl. Ahí murieron 15 personas.

Ese mismo año y justo otro Douglas DC-3 de la empresa Comunicaciones Aéreas de Veracruz, que salió de la Ciudad de México con rumbo a Veracruz, se estrelló y 15 personas perdieron la vida. Se estableció entonces que la aeronave salió ligeramente de su curso y se estrelló contra una montaña, en medio de las nubes, a una altura de 11 mil pies, en el sitio conocido como El Perote.



El 1 de julio de 1948 otro Douglas DC-3, de empresa desconocida, se estrelló en el Pico de Orizaba. Sus 14 tripulantes murieron.

Había salido de la Ciudad de México hacia Minatitlán, cuando durante una severa tormenta, chocaron contra el Pico de Orizaba.

Y terminó la década de los 40 como una de las más trágicas en materia de accidentes aéreos, cuando el lunes 26 de septiembre de 1949 otro Douglas DC-3A de la desaparecida Mexicana de Aviación se vino abajo sobre el volcán Popocatépetl en un vuelo de Tapachula a Ciudad de México con escalas en Tuxtla Gutiérrez, Ixtepec y Oaxaca.



El 16 de diciembre de 1949, también en Orizaba, sólo que en el cerro conocido como El Borrego, se estrelló la aeronave de Douglas DC-3A de Mexicana de Aviación y murieron sus 17 ocupantes, en un vuelo Ciudad de México a Mérida, Yucatán.

Continuaron los accidentes

Fue hasta el jueves 25 de marzo de 1954 que otro Douglas DC3 de Aeronaves de México se accidentó a 16 kilómetros de Monterrey, cubría la ruta México-Mazatlán-Monterrey y todo fue consecuencia de que golpeó contra una montaña mientras esperaba permiso para aterrizar.

Otro avión Douglas DC-2-243 de Líneas Aéreas Unidas SA (LAUSA) se vino abajo el 14 de julio de 1955 con saldo de 22 personas muertas -aunque los medios de comunicación consignaron sólo 17- esto en un vuelo de Acapulco a Oaxaca. Al parecer se estrelló contra las montañas.

Pasaron muchos años para que se volvieran a dar accidentes aéreos de grandes magnitudes, de hecho hasta el domingo 21 de septiembre de 1969, cuando un Boeing 727-64 de Mexicana de Aviación, se vino abajo.

Nunca se pudo determinar las causas por las que el Boeing 727, autorizado para un acercamiento ILS de la pista 23L en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, de repente perdió altura y golpeó el suelo a mil 500 metros de la pista. El avión volvió a volar hasta que el tren de aterrizaje y el fuselaje delantero chocaron contra un terraplén del ferrocarril.

No se pudieron recuperar datos del registrador de datos de vuelo porque se había instalado incorrectamente dos días antes del accidente. El Cockpit Voice Recorder había sido eliminado y no se había instalado ningún reemplazo. Murieron cinco de los siete integrantes de la tripulación y 22 de los 111 pasajeros.

Los de mayor número de víctimas

La estadística también refleja algunos accidentes de mayor número de víctimas. Ya sea en suelo mexicano o donde las aeronaves salieron de aeropuertos locales.

Es el caso del ocurrido el miércoles 31 de octubre de 1979, cuando un DC10 de Western Air Lines, vuelo 2605, partió de Los Ángeles a las 01:40 horas con rumbo a la Ciudad de México.

Quedó asentado que debido al trabajo de restauración en la pista 23L, se despejó el vuelo para una aproximación de la pista 23R. El descenso a través de un banco de niebla se continuó por debajo del mínimo de 600 pies para los acercamientos por instrumento.

Detalla el documento que la aeronave aterrizó con el tren principal izquierdo en la hierba izquierda de 23L y con el engranaje principal derecho en el hombro de la pista, por lo que colisionó con un camión ubicado en la pista. La pata del engranaje se separó e impactó con el plano de cola derecho y el elevador, causando daños considerables. El avión se inclinó hacia la derecha hasta que golpeó el ala izquierda, golpeó la cabina de una excavadora, a mil 500 metros del umbral de la pista, continuó y se estrelló contra un edificio y se incendió.

De los once integrantes de la tripulación murieron nueve y 63 de los 77 ocupantes, para un total de 72 fallecimientos.

Aeroméxico entró en la lista cuando el lunes 27 de julio de 1981 un DC9, que iba de Monterrey a Tijuana, hizo escala en Chihuahua, donde al descender sobre al aeropuerto de Chihuahua, rebotó y golpeó contra el piso; el fuselaje se rompió y el avión se incendió. Murieron 30 de los 66 ocupantes de la aeronave.

Una nave de Aerocalifornia se vino abajo el miércoles 29 de enero de 1986, Douglas DC-3A-178, con saldo de 21 persona muertas, el total de sus ocupantes.

Se realizó un acercamiento por instrumentos a la Pista 9 de Los Mochis a pesar de que el clima estaba por debajo de los mínimos permitidos debido a la niebla. El DC-3 dio la vuelta y la tripulación eligió desviar a Las Lomitas, un pequeño aeropuerto cercano que ya no se usaba para vuelos comerciales. El avión se estrelló en las colinas cercanas del aeropuerto.

Un lunes 31 de marzo de 1986 a las 9:11 horas un Boeing 727-264 de Mexicana de Aviación con ocho tripulantes y 159 pasajeros salió del Aeropuerto Benito Juárez en la Ciudad de México con destino a Puerto Vallarta, pero nunca llegó.

El freno del engranaje principal izquierdo se sobrecalentó durante la carrera de despegue. El calor causó que un neumático en el tren principal izquierdo explotara. Las líneas de combustible e hidráulicas se rompieron y los cables eléctricos se cortaron, lo que provocó la descompresión de la cabina.

Se declaró una emergencia, pero el combustible derramado se encendió y provocó un incendio masivo a bordo. El control se perdió y el avión se estrelló contra una montaña en la Sierra Madre, a una altura de nueve mil pies. Se descubrió que el neumático había sido reparado con aire en lugar de nitrógeno. El aire, a alta temperatura y presión, produjo una reacción química con el neumático en sí. Esto condujo a una explosión química del neumático.

Los dos avionazos de Jalisco

En Jalisco, son más los accidentes de los que muchos recuerdan o pudieran imaginar.

El martes 8 de marzo de 1955 a las 13:40 horas un Douglas DC-3A-228D de Mexicana de Aviación, con ruta Puerto Vallarta a Guadalajara, con escalas en Talpa de Allende y Mascota. Se estrelló 20 kilómetros antes de Talpa de Allende, en la cordillera de que rodea a ese municipio y murieron 26 personas.


Foto: Captura de Pantalla Aviation Safety Network


Muchos recuerdan todavía el percance del lunes 2 de junio de 1958, cuando un avión Lockheed L-749A Constellation de la empresa Aeronaves de México con siete elementos de tripulación y 45 pasajeros se estrelló a 16 kilómetros del aeropuerto de Guadalajara, en Tlajomulco de Zúñiga.


Foto: Captura de Pantalla Aviation Safety Network


Salía del Aeropuerto Miguel Hidalgo hacia la Ciudad de México, era el vuelo111 de esa aeronave.

El dictamen fue que: “La tripulación de la Constelación de Aeronaves de México no siguió el procedimiento establecido de ascenso y se estrelló contra la montaña La Latilla”.

El vuelo realizó un despegue de rutina desde la pista 28. Se hizo un giro a la izquierda para realizar el giro de caída de procedimiento especificado en el Manual de Aeropuertos para el ascenso de los instrumentos. En lugar de completar el giro de procedimiento, el piloto continuó en línea recta durante unos dos minutos en dirección suroeste. Luego, al girar a la derecha, el avión se estrelló en el pico de la montaña”.

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