Con la producción “Pedro y el lobo”, del cuento sinfónico de Serguéi Prokófiev, la Orquesta Típica de Jalisco inició con una función gratuita que lució abarrotada en el Teatro Degollado, un nuevo camino, ahora en colaboración con el programa Federal Alas y Raíces y celebrando cuatro décadas de existencia.

“Es la primera producción propia con nuestros grupos artísticos”, asegura Giovana Jaspersen, Secretaria de Cultura de Jalisco, y añade que “eso nos permite cumplir nuestro eje de descentralización, al poder llevar esta producción a distintos escenarios, esto especialmente cuando podemos hacerlos a través de un programa que es importante y que ha sido tan noble a nivel nacional como Alas y Raíces”.

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La intención es sembrar, desde la infancia, y consolidar un vínculo estable entre la música, el teatro, los espacios escénicos y la Orquesta Típica de Jalisco, bajo la dirección del maestro Ramón Becerra Caro, que por primera vez se involucra en una producción sonora y teatral.

“La Orquesta Típica cumple 40 años de darle al pueblo serenatas en el quiosco, y salir a los municipios, y eso es un mérito”, afirma maestro Ramón Becerra Caro, Director de la Orquesta Típica, quien también confiesa que montar la producción “Pedro y el lobo”, aun con cuatro décadas de experiencia en la música, representa un gran reto para los músicos, y al mismo tiempo una clara oportunidad de crecimiento”.

Por su parte, el Director escénico Claudio Casero, considera que esta puesta en

Se pueden escuchar sones, polkas, huapangos, boleros, pasos dobles, fantasías, valses y mosaicos musicales. La gama tímbrica de la orquesta es muy peculiar por la manera que se ensamblan los instrumentos de cuerda (violín, viola, cello, contrabajo, mandolina, guitarra, vihuela, bandolón, salterio), de viento (clarinete, flauta, trombón y trompeta), y las percusiones (marimba y timbales).