DART de la NASA chocará contra un asteroide, una prueba para defender a la Tierra

Entre el 26 de septiembre y el 2 de octubre de 2022, a 11 millones de kilómetros de la Tierra, la sonda espacial DART de la NASA se estrellará contra el asteroide Dimorphos

Germán Martínez Gordillo | Sociedad Astronómica de Puebla Germán Martínez Hidalgo A. C.

  · lunes 26 de septiembre de 2022

DART y LICIAC, rumbo a Didymos y Dimorphos | Gráfico: NASA / JHUAPL / Steve Gribben

En abril de 1996, desde Arizona, Estados Unidos, se descubrió el asteroide Didymos, de 780 metros de diámetro y que tarda 770 días en darle una vuelta al Sol. En el trayecto, se acerca a la órbita de la Tierra, por lo que es peligroso, y se aleja hasta más allá de la orbita de Marte.

Cuando en 2003 se acercó a la Tierra, a 7.18 millones de kilómetros o 19 veces la distancia Tierra - Luna (384 mil km), se le descubrió una lunita a su alrededor de 170 metros de diámetro, llamada Dimorphos.

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Aunque el doble asteroide Didymos - Dimorphos es peligroso, no tiene riesgo de colisión contra la Tierra en varios siglos. El 22 de octubre de 2022, Didymos se acercará de nuevo a la Tierra, a 10.6 millones de kilómetros o 27.7 veces la distancia Tierra - Luna.

DART

La colisión de un asteroide o un cometa contra la Tierra es algo que algún día sucederá. Por ello, la NASA y el Laboratorio de Física Aplicada (APL) de la Universidad John Hopkins, junto a la Agencia Espacial Europea, ESA, la Agencia Espacial Italiana, ASI, y la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón, JAXA, desarrollaron la misión DART, Double Asteroid Redirection Test (Prueba de Redireccionamiento de un Asteroide Doble).

DART mide casi 2 metros de ancho y largo, con 610 kg de peso. Tiene dos paneles solares ROSA (Roll Out Solar Array), de 8.5 m de largo y 2.4 m de ancho cada uno, en total, alcanza una envergadura de casi 20 metros.

Descubrimiento del satélite Dimorphos alrededor de Didymos. | Foto: Arecibo Observatory / NASA

Tiene como misión colisionar a la pequeña lunita de Didymos, a 6.6 km/s. Tras la colisión, Dimorphos deberá reducir su velocidad de traslación alrededor de Didymos en 0.4 mm/s. Este pequeño cambio devendría en una reducción de 10 minutos al tiempo que tarda esta luna en darle una vuelta al asteroide, que ahora es de 11.92 h.

Diez días antes de la colisión, el minisatélite italiano LICIACube, de 10 x 20 x 30 cm y 14 kg de peso, se habría separado de DART para atestiguar la colisión.

De esta forma, un pequeño cambio hoy acarrea un cambio acumulativo años después, dándonos la posibilidad de desviar un asteroide o cometa décadas antes de la colisión contra nuestro planeta.

La órbita original de Dimorphos y la nueva (new). | Gráfico: NASA/Johns Hopkins APL

En 2024 despegará la sonda espacial Hera de la Agencia Espacial Europea, la cual llegará a Didymos en 2027 y observará los cambios ocasionados en la órbita de Dimorphos.

Si la prueba es un éxito, podremos planear la defensa de la Tierra, la única condición es conocer la probabilidad de impacto de un asteroide o cometa contra la Tierra desde décadas antes. Eso se lleva a cabo mediante los programas internacionales de seguimiento de los asteroides peligrosos, en donde participan los observatorios del Instituto de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), en Puebla, México.

Colisión

Se calcula que en los próximos 100 años, ningún asteroide conocido tiene riesgo de colisión contra la Tierra, sin embargo, entre 2178 a 2290, el asteroide Bennu de 500 metros de diámetro podría colisionarnos, siendo más probable (0.037%) el 24 de septiembre de 2182, dentro de 160 años.

Por ello, la NASA envío a la sonda espacial OSIRIS-REx a estudiarlo y tomar muestras de su superficie, lo que hizo en 2020. Acto seguido, OSIRIS-REx retomó camino hacia la Tierra.

Será el 24 de septiembre de 2023 cuando del OSIRIS-REx se desprenda el contenedor con las muestras y aterricen en la Tierra, mientras la sonda espacial continúa hacia el peligroso asteroide Apophis, a donde llegará en 2029. Se creía que Apophis, de 370 metros de diámetro, nos colisionaría en 2036, pero se ha descartado el riesgo en al menos 100 años.

Otro objeto peligroso es el cometa Swift-Tuttle, de 26 kilómetros de diámetro. Podría colisionarnos el 14 de agosto de 2126, en 104 años, y tendría otra oportunidad el 15 de septiembre de 4479.

La devastación sería mayor que la causada por el asteroide que acabó con los dinosaurios, ya que aquel asteroide era de 10 kilómetros. La humanidad y la mayoría de la vida en la Tierra desaparecería., sin embargo, esperamos que en algunos años los científicos y la tecnología hayan aprendido a desviar a los cometas y asteroides y evitar la catástrofe.

El cómo se realizaría semejante acción de defensa es aún tema de estudio y DART puede ser la respuesta.

german@astropuebla.org

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