Ricardo Sotelo
Cuando un toro de casta sale por la puerta de toriles y eslidiado por un matador con técnica, valor y ambición, surge unafaena que la mayoría de las veces queda en la memoria de losaficionados a la fiesta. Algo así sucedió en el ruedo de la plazaNuevo Progreso, que recibió a dos figuras del toreo que llegabanen óptimas condiciones y cuya expectativa había hecho una buenaentrada en el coso. Julián López el Juli y JoselitoAdame abrieron la temporada 2018 con una mano a mano y acompañadode un encierro de “Julián Hamdan” y “Villacarmela” en unade tantas oportunidades para probar de su encaste, pero sólo unopudo triunfar y llevar los más sublime con su arte; el otro sinsuerte salió entre pitos de la multitud.
El abre plaza de nombre “Manantial”, hizo válido su nombrepero de cansancio. Con este burel de Villacarmela de 560 kilos, eldiestro madrileño intentó llevar de a poco su faena con sucaracterístico dominio con el capote, pero sucumbió ante la pocatransmisión durante el tercer tercio. Nada que hacer con un toroque pierde la fuerza y al tercer muletazo cae sin respuesta. Alfinal una buena estocada para recibir apenas unas cuantas palmascomo premio de consolación, algo que se volvería cíclico en lapresentación del Juli, que regresaba a Guadalajara trascuatro años de ausencia.
De igual manera pasó con Milagro y Contra viento y marea,astados que nunca estuvieron a la altura y ponen en entredicho lamala suerte de un torero o su poco acierto para elegir unaganadería. Como siempre la exigente afición tapatía tendrá lamejor opinión.
Pero del otro lado se encontraba un matador que cumple con loscalificativos que enumeré al principio, y además ha retomado elestilo propio que a veces llega con el recorrer de los años. Elhidrocálido supo desde su primer enemigo que tenía que saliravante de una plaza en la que ha dejado un sello propio y prueba deesto fue su faena con “Tapatío”, su segundo del festejo (yaque el primero salió despitorrado y fue devuelto) al que cuajóprincipalmente por el lado derecho con tres tandas sublimes. Adestacar que este toro había sido castigado en exceso y aun asíla labor del matador de dejar la muleta en la cara le dioresultados y pudo sacar lo mejor de la tarde. Joselito mató de unaestocada entera y recibió dos orejas.
Con Peregrino aprovechó la buena embestida y pegó unasverónicas en los medios. Ya con la muleta volvió a sentirsecómodo por el derecho y repitió la dosis, pero en esta ocasiónfue castigado y sufrió un puntazo en el muslo que lo hizo tomar elengaño con más valor y realizar manoletinas para conmover a lascasi 10 mil personas que acudieron a la corrida inicial. Otra vezcertero con la espada y la petición fue inobjetable. Dos orejas depeso y el grito multitudinario de ¡Torero! ¡Torero!.
Pero aún faltaba un astado más para Adame y su enigmáticatarde culminó con Pescador de Ideales, al cual pegó unasverónicas ceñidas y realizó al centro del ruedo sus clásicas“Zapopinas” para complacer a los espectadores. Otra vezJoselito pasó un susto al ser embestido y dar varias volteretaspara dar más dramatismo a su triunfo. Pero el valor es su mejoraliado y de nueva cuenta se impuso para dar muerte con otraestocada en buen sitio, que pudo darle otro apéndice más, de noser por el tiempo que tardó en caer Pescador. Ovación y entrega ala figura número uno que llegó a Guadalajara a no ceder el tronoy retener el cetro. La salida a hombros escuchó vitorear al mayorde los Adame, que ya cumplió en Guadalajara y ahora verá lapróxima semana a su hermano Luis David medirse a un monstruo comoes Roca Rey y al valiente Sergio Flores con un encierro imponentede Barralva, y que pinta para superar lo visto en la primeracorrida.
