Ya con la experiencia de haber estado en dos Juegos Olímpicos, la triatleta que representa a Jalisco, Claudia Rivas, va rumbo a su tercera justa olímpica, en la que se ha trazado el objetivo de hacer historia en Tokio, por lo que se enfoca en obtener su boleto y superar su noveno lugar obtenido en Río 2016.
“En caso de clasificar a Tokio, serán mis terceros Juegos Olímpicos. En Río de Janeiro terminé en noveno lugar por solo dos segundos. Por eso tengo claro que debo buscar un objetivo mayor, mejorar el resultado anterior. Debo reconocer que es muy complicado, pero tengo más experiencia. Todo puede pasar, desde la mejoría del resultado hasta un bajón en el mismo porque todo cambia, desde el clima hasta los rivales, pero sigo soñando muy alto”, compartió Rivas.
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Actualmente, Claudia se encuentra en el lugar 60 del ranking mundial, sin embargo, se acercó a obtener su lugar olímpico al haber ganado la medalla de bronce en la Copa del Mundo de Santo Domingo que se celebró el año pasado.
“Estar en unos Juegos Olímpicos demanda un nivel muy alto. Estamos hablando de los mejores atletas del mundo. Personalmente, me encuentro bien en el ranking olímpico. El bronce en la Copa del Mundo de Santo Domingo el año pasado, me permite un margen importante sobre mis rivales, y puedo escoger a qué eventos acudir, que serán los absolutamente necesarios”.
“Sé que debo trabajar muchas cosas para alcanzar el máximo nivel, pensando en un podio. Pero a final de cuentas, en el triatlón, las condiciones son iguales para todos en una competencia, así que se trata de rivalizar conmigo misma, con mi tiempo, con mi habilidad para nadar, rodar en la bicicleta y correr. No me resta más que seguirme preparando y dar ese salto, pensando en los Olímpicos”.
Por otra parte, habló del tema de la adaptación a la nueva normalidad deportiva que ha traído consigo la pandemia por Covid-19, pues hay muchas cosas que ha tenido que ir cambiando.
“La incertidumbre de no saber para qué te estás preparando, es lo más difícil. Entrenas con todo sin saber cuál es el objetivo de ese entrenamiento. En un momento nos dijeron que habría un evento a finales de año, que sería más de preparación que de competencia, pero también se canceló. Ahora, no nos queda más que prepararnos con la mira puesta en la única que fecha que conocemos, la de los Juegos Olímpicos de Tokio”.
“Fue muy duro. Todo el año estás esperando una programación en la que empezabas compitiendo por tu clasificación olímpica, que se cerraba este mismo año, en mayo. Entrenamos de enero a marzo pensando que todo iba a ir bien. Pero cuando todo se detiene, nos dicen que la clasificación olímpica queda nula, que no podemos asistir a ningún evento internacional, no nos quedó más que seguir preparándonos como pudiéramos, a la espera de movimientos en el calendario internacional”.
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