/ lunes 9 de mayo de 2022

No todo es felicidad en la vida de Javier Hernández

El máximo goleador de la selección mexicana sufrió depresión

Se podría pensar que ser Javier Hernández es lo mejor de la vida, uno de los jugadores más populares en la historia de México, que triunfó en el viejo continente, jugó en el Manchester United y en el Real Madrid, anotó gol en Mundiales y es el máximo goleador de la historia de la selección mexicana. Uno podría pensar que nada le falta, lo tiene todo, su vida es maravillosa. Pero la realidad es que no. Javier dejó en claro que sobre todas las cosas es humano, un humano que siente, ríe, llora, disfruta y se pone triste, y que tanto le ha costado que incluso confesó que llegó a tocar un fondo triste, a vivir una realidad complicada con depresión y ansiedad, algo que lo llevó a un momento bajo de su vida, pero en el que ha salido adelante gracias a sus hijos, principalmente.

“Me llegó la depresión porque, cómo decirlo en palabras para que pueda sonar exactamente como quiero que suene… me llegó la depresión porque me cansé de no ser yo. ¿A qué voy? Sí fui yo, es lo que voy, sí fui en ese momento, pero fui el yo que tenía conocimiento en ese momento de ser yo. Entonces, seguí patrones con los que crecí. Tenía heridas que no había sanado y también quería llenar vacíos que yo tenía. Lo que me llevó a la depresión fue tocar el fondo de la depresión para aceptar que había un vacío existencial que nunca voy a llenar. Ninguno de nosotros lo vamos a llenar. Hay un vacío existencial que no hace sentido, que no hace sentido. Ahorita que está de moda, pero que es muy real, entre más sueltas, más te llena. Hasta es ilógico porque uno tiene que tener para sentir certeza y para mantener cosas".

"No hace sentido la vida. Entonces, llegué en ese momento que era la única respuesta, la única manera de llenar ese vacío o no llenar, pero solucionar ese vacío existencial. Esa situación fue el como te ves en un espejo y como te dicen a veces, acéptate, ámate físicamente. Claro hay cosas de mi cuerpo que se las puedo describir que no me encantan del todo. La depresión para mí fue personalmente, emocionalmente, que pude haber hecho sentir a mucha gente en mi vida por cosas que no estaba consciente que hice, que puedo tener como dice Jordan Petersen, un psicoanalista que admiro mucho, que a veces que los seres humanos se nos pide ser una bestia, alguien imparable. Que no te conviertas en eso, la vida no se trata de eso, la vida se trata de convertirte y saberlo domar. Es como aceptar tu sombra, aceptar que todo lo que puedes ver en alguien que no te gusta, eso puedes llegar a ser, que todo lo que te genera incomodidad, tú lo tienes dentro, solamente a lo mejor no lo quieres, por otra tuya no quieres serlo, no quieres hacerlo, expresarlo. Entonces, fue nada más amor propio”, compartió Chicharito.

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“Créanme que estamos acostumbrados y más ahorita, yo Javier Hernández así fue como salí. Pasó número uno es amor propio, claro que es apapacharte, decirte lo estás haciendo muy bien, es Javi bien, estás bien, chíngale, es apapacho. El profundo amor propio, profundo, profundo, es voltearte a ver a los ojos y decir mira Javier, eres un cabrón bien impaciente, eres un cabrón bien parlanchín, puedes lograr a hacer esto. Aceptar y decir eso también eres tú, pero vamos a tener la consciencia para no hacerle daño a nadie, para encontrar como la gente le llama un balance, que es muy ambiguo. Cómo puedo seguir siendo yo, queriendo ser yo profundamente, sin hacerle sentir daño a nadie, pero también a veces decirle no a gente. Es amor propio. También decirle a una persona sabes qué eres increíble, eres maravilloso, pero ahorita vamos a estar un poquito más distanciados".

Oye, sabes qué, mamá, papá, extraño a mi madre, extraño a mi padre. Eso que a veces no nos atrevemos, que es lo difícil, es lo que me sacó de mi depresión. Me ayudaron muchísimo mis hijos, vinieron a que no tenía de otra más que amarme para que puedan ver la mejor versión de su padre. Mis hijos me dijeron cabrón o le chingas o te amas o le das con todo para que de verdad tus hijos, mi hijo y mi hija puedan ver a su padre lo más pleno, lo más trabajado, lo más humano y lo más entregado posible. Ellos vinieron los dos a darle el tiro de gracia a la depresión, para decir no hay nadie que te vaya a sacar de la depresión, no hay nadie que tenga responsabilidad de tu vida, más que tú, Javier. Tuve que ir dentro y sigo en procesos, cerrando heridas, viviendo experiencias, cagándola como cada ser humano. A veces decimos que no y chin, o a veces pudimos haber hecho tal o el partido pasado jugar mejor o si hiciste dos goles, pudiste hacer tres, sí, así es la vida. Es o bonito, que no hay tiempo para todo. Si la quieres más sencilla, es amarme, aceptarme, tal cual como soy, con mi luz y mi sombra”.

Pero algo hay que Javier quiere mostrar y es su lado humano, su lado vulnerable, más allá de que pueda ser una estrella mundial de futbol y que se crea que tiene todo, él es alguien que sigue soñando y que sabe que algo muy importante es la niñez, por eso habló de sus sueños, y también un consejo para los pequeños.



“De cierta manera sé la responsabilidad, el impacto que muchos trabajos conllevan, pero que en realidad somos iguales, somos humanos. Soy un humano igual, tengo los mismos sentires que ellos puedan tener, tengo obstáculos, hemos tenido problemas familiares todos, hemos crecido todos con muchas negaciones, con muchas puertas que se te cierran y luego se te abren otras, con obstáculos en tu carrera profesional, también en lo emocional y en lo mental. Nosotros tenemos que seguir trabajando porque siempre tu mayor rival afortunadamente es el que puedes ver en un espejo, siempre es uno mismo el que se pone sus limitaciones. Uno mismo a veces sufre de más por ideas, más allá de que la misma realidad siempre se presenta. Entonces, decirle a todas esas personas como traté de decirle a esos chavos, que sí, yo sé lo que conlleva mi pasión que es el futbol y toda la exposición, la responsabilidad que conlleva, pero que nunca me he querido, nunca me voy a querer sentir y espero nunca me llegue a pasar el que me pueda sentir más ni menos que nadie. Todos somos seres humanos, todos tenemos el mismo valor, pero claro que somos diferentes y es lo bonito que cada uno pueda aprender de cualquier otra persona”.


Javier Hernández es uno de los jugadores más populares en la historia de México. Foto: Cortesía | Javier Hernández


“Sé que el ser futbolista, como pueden ver yo soy el entrevistado, pero siempre el mensaje que quiero llevar a cabo es que no se necesita llegar aquí para poder ser feliz. No se necesita conseguir lo que una imagen ahorita como a lo mejor Javier o Chicharito para ser felices. Ese es el mensaje que he tratado de dar por diferentes maneras, aprovechando mi carrera, el poderlo expresar porque como le dije a los chavos, muchas veces creemos que la felicidad viene de afuera hacia adentro y creo que es completamente lo opuesto, siempre la felicidad es con tu día a día, es contigo mismo y después como consecuencia, todo va a llegar”.

Siguió en referencia a lo que representa su niño interno, pero sobre todo a como privarse de amor propio lo llevó a la citada depresión, una pate de su vida que lo ha llevado a ser más fuerte, pero sobre todo más humano con las personas que lo rodean, buscando predicar con el ejemplo.


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“Cada año, seguiré siendo niño y tengo un alma de niño muy abierta, si cada año, por ejemplo el año pasado la versión de Javier estaría contento, orgulloso y sabiendo que todavía puede dar más en el año que estoy ahorita. El año pasado esta versión que estaba buscando para ser más yo, puedo voltear y decir que esa versión estaría contenta, feliz, sabiendo que todavía hay un chingo de cosas que trabajar, porque esto no se va acabar. No hay millones, no hay goles, no hay récords, no hay Mundiales, no hay entrevistas, no hay trabajos, no hay carro, no hay reloj, no hay ropa, no hay nada que te vaya hacer sentir lo más pleno posible que el amor que puedas darte internamente".

"Que utilizamos cosas externas para ayudarnos, claro que sí. Es parte de. No me tocó vivir tiempos de guerras, que a lo mejor mi abuelo tuvo que vivir, nací en este tiempo y espacio, lo qué hay es lo que hay. Juega al juego sin que el juego te consuma. Sin que seas parte del juego, juega al juego. Que sea una vida. Yo que me encanta porque soy un niño y soy competitivo, siempre juego juegos dentro del juego, como el futbol, como todo trato de sacar juego, todo trato de disfrutar, me encanta. Imagínense también dentro de mí, que así soy día a día, como dije siempre todo voy y hago una autocrítica. Es muy fácil hablar, la teoría es muy fácil, ahora la práctica es lo que también… ahora que quieres hacer goles, sí cabrón a ver. Entre más lo digo, más pienso sí hay que ser campeones, pues hay que chingarle. Gracias por estos espacios, estas preguntas, sé que esperan cosas y se las trato de dar, pero hoy Javier Hernández quiere ser lo más humano posible, con la responsabilidad que conlleva la posición de Javier Hernández”.



“Todo pasa, a veces se nos está pasando la vida, por eso la entrega y responsabilidad, es la única coherencia que he encontrado, entre más vivo siendo yo auténtico, más estoy entregando y más estoy disfrutando la vida. No dejé de llorar porque llegué a la casa de mi abuelo y no está mi abuelo. Imagínate la gente podrá decir, sí hay niños que no tienen a sus padres, claro, lo sé y es diferente, pero a mí no me ha tocado. ¿Y eso significa que no puedo llorarle a mi abuelo? ¿Significa que porque soy el Chicharito y tengo cinco millones de seguidores, tengo salud y hago goles, no puedo llorar, no puedo extrañar a mi abuelo? Por eso estos mensajes se los trato de decir. Entiendo a lo que ustedes vienen, pero mi oportunidad es esta, tengo que ser yo. No hay fórmula, es que todo pasa. Tratar de hacer sentir al espectador lo más normal, como yo soy normal. Exactamente. Yo también he sentido ansiedad, yo también tuve una depresión fuertísima, también he tenido familiares, ahorita no estoy viendo a mis hijos como quisiera verlos. Que por cierto, me prometí en cada entrevista decirles que los amo con todo mi corazón, que en cada entrevista siempre se quede el mensaje".



"Es extrañar a personas que se nos van y también es esa pinche derrota decir puta madre pude haber jugado mejor, pude haber hecho tal, perdimos, lo siento también. Ahí estoy, pero luego vengo aquí con los niños. Es que es un pinche trabajo día a día. El que cree de verdad y no he conocido, el que cree que hay un destino a dónde llegar para dejar de chingarle internamente, es nada más la muerte. Así es. Por eso puse los ejemplos, lo que más quiero que sepan es que soy un humano, soy un humano más. Mira, lo que me sacó de mi depresión es darme cuenta que soy un humano, aceptar que soy un humano, fíjate nada más, como todos ustedes. Me cuesta trabajo, pero también el decir que no me han regalado nada para estar donde estoy ahorita, también es otro mensaje. Sí le he chingado como pocos y sí ser Chicharito… me encantaría que se vinieran aquí día a día y se empujen y se atrevan, no es fácil. No es arrogancia, pero es el otro lado. También es real, una cosa no va peleada con la otra, son dos cosas distintas, pero nos encanta siempre juntar todo y es ay sí ya se agrando o ah ya es un chingón, uh, ya no vale para nada, uh ya se tiene que retirar desde hace dos años. Ya hasta estamos de cuánto tiempo puedo seguir jugando, fíjate como mi energía hasta va cambiando en temas”.

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  • Se podría pensar que ser Javier Hernández es lo mejor de la vida, uno de los jugadores más populares en la historia de México, que triunfó en el viejo continente, jugó en el Manchester United y en el Real Madrid, anotó gol en Mundiales y es el máximo goleador de la historia de la selección mexicana. Uno podría pensar que nada le falta, lo tiene todo, su vida es maravillosa. Pero la realidad es que no. Javier dejó en claro que sobre todas las cosas es humano, un humano que siente, ríe, llora, disfruta y se pone triste, y que tanto le ha costado que incluso confesó que llegó a tocar un fondo triste, a vivir una realidad complicada con depresión y ansiedad, algo que lo llevó a un momento bajo de su vida, pero en el que ha salido adelante gracias a sus hijos, principalmente.

    “Me llegó la depresión porque, cómo decirlo en palabras para que pueda sonar exactamente como quiero que suene… me llegó la depresión porque me cansé de no ser yo. ¿A qué voy? Sí fui yo, es lo que voy, sí fui en ese momento, pero fui el yo que tenía conocimiento en ese momento de ser yo. Entonces, seguí patrones con los que crecí. Tenía heridas que no había sanado y también quería llenar vacíos que yo tenía. Lo que me llevó a la depresión fue tocar el fondo de la depresión para aceptar que había un vacío existencial que nunca voy a llenar. Ninguno de nosotros lo vamos a llenar. Hay un vacío existencial que no hace sentido, que no hace sentido. Ahorita que está de moda, pero que es muy real, entre más sueltas, más te llena. Hasta es ilógico porque uno tiene que tener para sentir certeza y para mantener cosas".

    "No hace sentido la vida. Entonces, llegué en ese momento que era la única respuesta, la única manera de llenar ese vacío o no llenar, pero solucionar ese vacío existencial. Esa situación fue el como te ves en un espejo y como te dicen a veces, acéptate, ámate físicamente. Claro hay cosas de mi cuerpo que se las puedo describir que no me encantan del todo. La depresión para mí fue personalmente, emocionalmente, que pude haber hecho sentir a mucha gente en mi vida por cosas que no estaba consciente que hice, que puedo tener como dice Jordan Petersen, un psicoanalista que admiro mucho, que a veces que los seres humanos se nos pide ser una bestia, alguien imparable. Que no te conviertas en eso, la vida no se trata de eso, la vida se trata de convertirte y saberlo domar. Es como aceptar tu sombra, aceptar que todo lo que puedes ver en alguien que no te gusta, eso puedes llegar a ser, que todo lo que te genera incomodidad, tú lo tienes dentro, solamente a lo mejor no lo quieres, por otra tuya no quieres serlo, no quieres hacerlo, expresarlo. Entonces, fue nada más amor propio”, compartió Chicharito.

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    Oye, sabes qué, mamá, papá, extraño a mi madre, extraño a mi padre. Eso que a veces no nos atrevemos, que es lo difícil, es lo que me sacó de mi depresión. Me ayudaron muchísimo mis hijos, vinieron a que no tenía de otra más que amarme para que puedan ver la mejor versión de su padre. Mis hijos me dijeron cabrón o le chingas o te amas o le das con todo para que de verdad tus hijos, mi hijo y mi hija puedan ver a su padre lo más pleno, lo más trabajado, lo más humano y lo más entregado posible. Ellos vinieron los dos a darle el tiro de gracia a la depresión, para decir no hay nadie que te vaya a sacar de la depresión, no hay nadie que tenga responsabilidad de tu vida, más que tú, Javier. Tuve que ir dentro y sigo en procesos, cerrando heridas, viviendo experiencias, cagándola como cada ser humano. A veces decimos que no y chin, o a veces pudimos haber hecho tal o el partido pasado jugar mejor o si hiciste dos goles, pudiste hacer tres, sí, así es la vida. Es o bonito, que no hay tiempo para todo. Si la quieres más sencilla, es amarme, aceptarme, tal cual como soy, con mi luz y mi sombra”.

    Pero algo hay que Javier quiere mostrar y es su lado humano, su lado vulnerable, más allá de que pueda ser una estrella mundial de futbol y que se crea que tiene todo, él es alguien que sigue soñando y que sabe que algo muy importante es la niñez, por eso habló de sus sueños, y también un consejo para los pequeños.



    “De cierta manera sé la responsabilidad, el impacto que muchos trabajos conllevan, pero que en realidad somos iguales, somos humanos. Soy un humano igual, tengo los mismos sentires que ellos puedan tener, tengo obstáculos, hemos tenido problemas familiares todos, hemos crecido todos con muchas negaciones, con muchas puertas que se te cierran y luego se te abren otras, con obstáculos en tu carrera profesional, también en lo emocional y en lo mental. Nosotros tenemos que seguir trabajando porque siempre tu mayor rival afortunadamente es el que puedes ver en un espejo, siempre es uno mismo el que se pone sus limitaciones. Uno mismo a veces sufre de más por ideas, más allá de que la misma realidad siempre se presenta. Entonces, decirle a todas esas personas como traté de decirle a esos chavos, que sí, yo sé lo que conlleva mi pasión que es el futbol y toda la exposición, la responsabilidad que conlleva, pero que nunca me he querido, nunca me voy a querer sentir y espero nunca me llegue a pasar el que me pueda sentir más ni menos que nadie. Todos somos seres humanos, todos tenemos el mismo valor, pero claro que somos diferentes y es lo bonito que cada uno pueda aprender de cualquier otra persona”.


    Javier Hernández es uno de los jugadores más populares en la historia de México. Foto: Cortesía | Javier Hernández


    “Sé que el ser futbolista, como pueden ver yo soy el entrevistado, pero siempre el mensaje que quiero llevar a cabo es que no se necesita llegar aquí para poder ser feliz. No se necesita conseguir lo que una imagen ahorita como a lo mejor Javier o Chicharito para ser felices. Ese es el mensaje que he tratado de dar por diferentes maneras, aprovechando mi carrera, el poderlo expresar porque como le dije a los chavos, muchas veces creemos que la felicidad viene de afuera hacia adentro y creo que es completamente lo opuesto, siempre la felicidad es con tu día a día, es contigo mismo y después como consecuencia, todo va a llegar”.

    Siguió en referencia a lo que representa su niño interno, pero sobre todo a como privarse de amor propio lo llevó a la citada depresión, una pate de su vida que lo ha llevado a ser más fuerte, pero sobre todo más humano con las personas que lo rodean, buscando predicar con el ejemplo.


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    “Cada año, seguiré siendo niño y tengo un alma de niño muy abierta, si cada año, por ejemplo el año pasado la versión de Javier estaría contento, orgulloso y sabiendo que todavía puede dar más en el año que estoy ahorita. El año pasado esta versión que estaba buscando para ser más yo, puedo voltear y decir que esa versión estaría contenta, feliz, sabiendo que todavía hay un chingo de cosas que trabajar, porque esto no se va acabar. No hay millones, no hay goles, no hay récords, no hay Mundiales, no hay entrevistas, no hay trabajos, no hay carro, no hay reloj, no hay ropa, no hay nada que te vaya hacer sentir lo más pleno posible que el amor que puedas darte internamente".

    "Que utilizamos cosas externas para ayudarnos, claro que sí. Es parte de. No me tocó vivir tiempos de guerras, que a lo mejor mi abuelo tuvo que vivir, nací en este tiempo y espacio, lo qué hay es lo que hay. Juega al juego sin que el juego te consuma. Sin que seas parte del juego, juega al juego. Que sea una vida. Yo que me encanta porque soy un niño y soy competitivo, siempre juego juegos dentro del juego, como el futbol, como todo trato de sacar juego, todo trato de disfrutar, me encanta. Imagínense también dentro de mí, que así soy día a día, como dije siempre todo voy y hago una autocrítica. Es muy fácil hablar, la teoría es muy fácil, ahora la práctica es lo que también… ahora que quieres hacer goles, sí cabrón a ver. Entre más lo digo, más pienso sí hay que ser campeones, pues hay que chingarle. Gracias por estos espacios, estas preguntas, sé que esperan cosas y se las trato de dar, pero hoy Javier Hernández quiere ser lo más humano posible, con la responsabilidad que conlleva la posición de Javier Hernández”.



    “Todo pasa, a veces se nos está pasando la vida, por eso la entrega y responsabilidad, es la única coherencia que he encontrado, entre más vivo siendo yo auténtico, más estoy entregando y más estoy disfrutando la vida. No dejé de llorar porque llegué a la casa de mi abuelo y no está mi abuelo. Imagínate la gente podrá decir, sí hay niños que no tienen a sus padres, claro, lo sé y es diferente, pero a mí no me ha tocado. ¿Y eso significa que no puedo llorarle a mi abuelo? ¿Significa que porque soy el Chicharito y tengo cinco millones de seguidores, tengo salud y hago goles, no puedo llorar, no puedo extrañar a mi abuelo? Por eso estos mensajes se los trato de decir. Entiendo a lo que ustedes vienen, pero mi oportunidad es esta, tengo que ser yo. No hay fórmula, es que todo pasa. Tratar de hacer sentir al espectador lo más normal, como yo soy normal. Exactamente. Yo también he sentido ansiedad, yo también tuve una depresión fuertísima, también he tenido familiares, ahorita no estoy viendo a mis hijos como quisiera verlos. Que por cierto, me prometí en cada entrevista decirles que los amo con todo mi corazón, que en cada entrevista siempre se quede el mensaje".



    "Es extrañar a personas que se nos van y también es esa pinche derrota decir puta madre pude haber jugado mejor, pude haber hecho tal, perdimos, lo siento también. Ahí estoy, pero luego vengo aquí con los niños. Es que es un pinche trabajo día a día. El que cree de verdad y no he conocido, el que cree que hay un destino a dónde llegar para dejar de chingarle internamente, es nada más la muerte. Así es. Por eso puse los ejemplos, lo que más quiero que sepan es que soy un humano, soy un humano más. Mira, lo que me sacó de mi depresión es darme cuenta que soy un humano, aceptar que soy un humano, fíjate nada más, como todos ustedes. Me cuesta trabajo, pero también el decir que no me han regalado nada para estar donde estoy ahorita, también es otro mensaje. Sí le he chingado como pocos y sí ser Chicharito… me encantaría que se vinieran aquí día a día y se empujen y se atrevan, no es fácil. No es arrogancia, pero es el otro lado. También es real, una cosa no va peleada con la otra, son dos cosas distintas, pero nos encanta siempre juntar todo y es ay sí ya se agrando o ah ya es un chingón, uh, ya no vale para nada, uh ya se tiene que retirar desde hace dos años. Ya hasta estamos de cuánto tiempo puedo seguir jugando, fíjate como mi energía hasta va cambiando en temas”.

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