En el primer día de la edición 33 de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara , India -país invitado- ya causó altas expectativas y curiosidad entre los asistentes que llenaron los pasillos desde temprana hora con la intención de conocer esta cultura.
Los jóvenes, en su mayoría, aceptaron que su primera parada en esta edición era llegar al stand de este país para empaparse de sus letras y, de paso, llevarse algún libro.
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Cristina Rodríguez, quien visitó la FIL con un grupo de amigas, dijo que su objetivo principal era conocer al escritor Mario Vargas Llosa, sin embargo, reconoció que el país invitado la animó más a su visita.
“Porque otros años han puesto países con lengua en común y este no tiene nada que ver, lo que lo hace más interesante”.
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También hubo quienes su curiosidad los llevó a visitar la FIL por primera ocasión y viajar exclusivamente para conocerla.
“Yo vengo a traer a mis hijos que son más cultos, les encanta leer, más al mayor, que es el que da ese gusto a su hermano. Venimos desde Colima especialmente a la feria y mis hijos están maravillados por lo que hay; yo creo que en un rato vamos a visitar el stand de India”, señaló Alma Granados.
Mientras tanto, como cada año, los visitantes abarrotaron las editoriales más grandes del área nacional de la FIL en la búsqueda de títulos llamativos, otros optaron por conocer los stands y la agenda del día o simplemente sentarse a vivir la feria.
El área internacional lució un más vacía, aunque con algunas actividades interactivas de lectura y música, que atrajeron a más de uno por un momento; así como quienes se perdían entre las diversas lenguas de los textos.
A las afueras del recinto los ánimos tenían tintes políticos, pues entre el pasar de los visitantes, un grupo de manifestantes reclamó el asilo en México del expresidente boliviano, Evo Morales de forma pacífica.