Una vez más el talento jalisciense sobresalió y en esta ocasión fue a través de la voz, al ganar el Certamen de Habaneras y Polifonía en Torrevieja, España.
En EL OCCIDENTAL platicamos con su maestra, Wilmia Verrier Quiñones, quien es directora del Coro de Cámara del Departamento de Música de la Universidad de Guadalajara y a su regreso a la capital jalisciense continúa sorprendida por el logro.
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Y es que es la primera vez que una agrupación mexicana alcanza ese lugar en el concurso, que es uno de los más demandados por agrupaciones corales a nivel mundial, para el cual tuvieron poco menos de medio año para preparase y su esfuerzo rindió los mejores frutos.
“Estamos muy orgullosos, muy felices por supuesto, pero también muy sorprendidos porque ha sido un atrevimiento de nuestra parte participar en un evento así, el coro es muy joven, es muy inexperto digamos todavía en cuestiones de concursos o de festivales internacionales, sin precedentes, entonces fue de verdad un atrevimiento participar en un concurso así”.
Participaron junto con otras 14 agrupaciones de varios países, algunas de ellas de Filipinas, de Indonesia, de Ucrania, de Serbia, Bielorrusia, España, Venezuela y Colombia y “todos los coros con muy buen nivel, con mucha formación, eran coros grandes”.
“Sabíamos a lo que íbamos, a hacer muy buen papel, a hacer lo más digno posible y bueno la sorpresa de arrasar con todos esos premios”, destacó la maestra de origen cubano, pero con varias décadas ya en México.
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El coro universitario obtuvo el primer premio de Habaneras Ricardo Lafuente, el Premio de la Diputación al coro de mejor puntuación del certamen, el tercer Premio de Polifonía y el Premio a la mejor dirección, en este caso para la maestra Wilmia Verrier.
El coro está integrado en su mayoría por estudiantes de Dirección Coral de la Licenciatura del Departamento de Música y de la Universidad de Guadalajara que se postularon para el certamen anual, al que pocas agrupaciones mexicanas han asistido, pero ninguna había ganado.
Esto, porque por lo general son coros de Filipinas, de Indonesia y de Cuba los más ganadores y al volver con el triunfo el objetivo es competir cada año para demostrar el talento mexicano.
“Es una de las metas que quisiéramos plantear ahora que demostramos que puede ser un trabajo. Demostramos que es un trabajo serio, un trabajo de una agrupación que puede representar no solamente a la institución sino también al estado y al país y eso nos quisiéramos plantear como meta de que cada año el coro pueda participar, pueda defender, pueda representar en algún concurso que hay muchísimos por el mundo y de muchos tipos”.
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Sin embargo, la limitante como en la mayoría de los casos es presupuestal, pues aunque las experiencias internacionales amplían el curriculum para los integrantes del coro “la cuestión que siempre frena es la de los apoyos económicos”.
“Si fuera por nosotros estuviésemos todos los años buscando las mejores alternativas, las mejores posibilidades, pero eso tiene que ir de la mano con un apoyo económico que no puede ser única y exclusivamente personal como fue en este caso, que fue cubierto en su gran mayoría por cada uno de nosotros, de los estudiantes, por mí”.
En ese sentido, para obtener recursos y viajar una semana a España hicieron rifas, pero ahora el plan es buscar madrinas y padrinos para cada uno de los integrantes del coro, organizar conciertos y continuar con los sorteos para hacer “más ruido coral, pues la gente va viendo y diciendo que vale la pena ayudar a estos jóvenes, impulsarlos, ayudarlos, porque el dinero está bien empleado, está invertido”.
