El cine se tiene que hacer con mucha entereza y como un acto de amor para no tener miedo a la caída; si se quiere estar en la industria hay que arriesgarse para contar esas historias propias que nadie más lo hará, señaló Manolo Caro, en el marco del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, FICG37.
Este sábado el director, guionista y arquitecto, impartió una master class en el Conjunto Santander de Artes Escénicas en la que habló de las complejidades y vivencias en general que le ha tocado experimentar al incursionar en el cine.
➡️ Festival Internacional del Cine en Guadalajara Edición 37
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"Hay momentos en los que tienes que ponerte duro y firme y decir 'esta es la historia que yo quiero dejar en el cine de mi país o la voz que yo quiero que el público se lleve de mí', y en eso hay mucho 'no', y muchas puertas que se cierran.
"Yo nunca he invertido un peso en mi carrera, yo he puesto trabajo, ideas, me he levantado, he hecho equipos, me han cerrado las puertas, me han dicho que no sé lo que hago y aquí estoy. Han sido 10 años de todos los días levantarme y decir que nadie va a escribir mi historia y lo voy a hacer de la forma más honesta".
Director de obras como "La vida inmoral de una pareja ideal", "Amor de mis amores", o de las series de Netflix "La casa de las flores" y "Alguien tiene que morir", relató algunas anécdotas en torno a cómo se crearon varios proyectos y la forma en la que, en cada uno, siempre ha buscado no quedarse en donde mismo, sobre todo cuando la experiencia de migrar del cine a las plataformas nunca será lo mismo.
Como alguien que siempre ha procurado contar experiencias a su manera, mencionó también que la suerte es algo que se tiene que salir a buscar, sobre todo en una industria en la que siempre ha honrado el trabajo hecho hasta el momento.
Además, expresó que son tiempos en los que se presentan muchas oportunidades las cuales no se deben desaprovechar, por lo que a los creadores llamó a arriesgarse en esta industria tan amplia y diversa.
"En mi experiencia (para hacer cine) es la congruencia y la honestidad, creo que eso es lo más importante. Hay tanto camino, tanto aprendizaje, el mundo cambia día con día. Ahora está la cultura de la cancelación y me parece un horror, porque me parece no darnos la posibilidad de aprender (...).
"Se hace cine con mucha entereza, hay que tener la cabeza muy bien amueblada en esta industria porque es muy fácil que se te vaya y la pierdas, y yo creo que cuando se tiene la posibilidad de hacer cine se tiene que hacer como un acto de amor, sin miedo a caerte".
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