Paola y Jesús se conocieron en el tradicional y lindo pueblo de Huentitan el Alto, aquel en el que el sol parece despertar cada mañana por encima de sus cerros y embellece la barranca que reposa sobre el Río Santiago, en el que aún prevalecen las lindas tradiciones de una comunidad orgullosa de combinar la modernidad con sus costumbres y el respeto por sus ancestros. Fue aquí hace siete años que comenzó una historia de amor en una fría noche de invierno, la que decidieron unir para siempre en el atardecer de un día de otoño ante los pies de la Guadalupana a quien han nombrado su protectora.
La Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, en Huentitán el Alto, es un pequeño y hermoso templo en el que el cura Gerardo Gudiño Chávez unió en el nombre de Dios a esta linda pareja.
El carruaje de los novios es una calandria eléctrica pues están en contra del maltrato animal. Los padres de la novia, Salvador Gudiño Chávez y Rosa María Martínez Carrillo, así como los padres del novio, Martín Mercado Aguilera y Celina Sánchez Horta, expresan la felicidad que sienten al ver bendecida esta linda unión.
Los abuelos de la novia: Luis Martínez y Gutiérrez y María Luisa Carrillo han sido los padrinos de velación con el deseo de ser augurio de amor como un ejemplo de 50 años de matrimonio para esta nueva familia. Y mientras el aire hacía caer las hojas de los árboles y el sol ya se había escondido, la luna fue testigo de la felicidad que invadía a esta tan apreciada pareja a quienes han acompañado sus seres más queridos.
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