/ domingo 7 de abril de 2019

¿Y quién cuida a quienes nos cuidan?

Francisco Jiménez Reynoso


A los policías Caídos…


Lamentablemente cada vez se agudiza aún más el tema de inseguridad y violencia en nuestro estado.

También han sido víctimas los mismos policías, quienes se han convertido en objetivos directos de los delincuentes, organizados o no organizados, pero lo cierto es que cada vez son más los policías caídos en nuestro estado de Jalisco. El punto es tan crítico que hay propuestas de pagar la vida de un policía caído por una casa para sus dependientes.

Y es que regularmente poco nos ponemos a pensar en que los policías, son más que personas con uniforme… también ellos tienen sentimientos, son padres o madres de familia, son hijos, hermanos, en fin.

Los reclamos no se hacen esperar por parte de la opinión pública, así como de la misma ciudadanía, que en algunos casos ha decidido hacer justicia por su cuenta, debido a la creciente inseguridad en la que vivimos inmersos los jaliscienses.

En contraste, según el Presidente de México en su visita a Jalisco, hace cuentas alegres en materia de seguridad, diciendo que los índices de inseguridad van a la baja… usted estimado lector(a) tiene la última palabra.

Se exige y se reclama a las instituciones encargadas de brindar los servicios preventivos de comisión de delitos, como son las policías municipales, así como de quienes están encargados de la administración y procuración de justicia (otrora Procuraduría de Justicia, hoy Fiscalía General).

Pero poco se habla de en que condiciones trabajan, cual es la estabilidad laboral con la que se sienten respaldados (que practicamente es nula), cuales son sus ingresos que sin duda son deficientes.

También es importante saber qué garantías tienen los mandos superiores, cuándo van a dejar sus cargos, debido a que combaten y capturan a delincuentes altamente peligrosos. Esta incertidumbre de una seguridad seria, permanente y estable, en cuanto al cuidado de su integridad y la de los suyos, trae como consecuencia que lleguen a tener un desempeño deficiente o en el mejor de los casos básico y elemental.

Aunado a lo anterior de acuerdo con datos del INEGI más del 80% de los uniformados en México tienen dudas en la aplicación del sistema penal acusatorio. Lo cual resulta preocupante ya que son el primer respondiente por Ley. De lo anterior, son los poderes Ejecutivo y Legislativo los grandes responsables, que nunca han tomado con seriedad la capacitación de los uniformados. Tampoco se ha respetado el escalafón, y el servicio profesional de carrera. Lo cual trae como consecuencia brazos caídos en las corporaciones policiacas por razones obvias.

En contraste son centenares los policías caídos en México que aún con deficiencias y carencias, combaten una delincuencia feroz y verdaderamente organizada, los ataques principalmente son por medio de emboscadas que terminan con la vida de los policías. Las diferencias son notorias, pues son superados por número, tecnología y armamento. Lo anterior motivo a las autoridades de los últimos cuatro sexenios al menos a comprometer a las fuerzas armadas ha llevar a cabo labores policiacas.

En virtud de lo anterior, es necesario capacitar a los elementos policiacos según la incidencia de los ataques, con la finalidad de evitar sigan perdiendo la vida los uniformados.

Además de generar las politicas públicas eficaces, para superar las condiciones políticas y sociales en nuestro país y en particular en nuestro estado.

jimenezabogado@gmail.com

Francisco Jiménez Reynoso


A los policías Caídos…


Lamentablemente cada vez se agudiza aún más el tema de inseguridad y violencia en nuestro estado.

También han sido víctimas los mismos policías, quienes se han convertido en objetivos directos de los delincuentes, organizados o no organizados, pero lo cierto es que cada vez son más los policías caídos en nuestro estado de Jalisco. El punto es tan crítico que hay propuestas de pagar la vida de un policía caído por una casa para sus dependientes.

Y es que regularmente poco nos ponemos a pensar en que los policías, son más que personas con uniforme… también ellos tienen sentimientos, son padres o madres de familia, son hijos, hermanos, en fin.

Los reclamos no se hacen esperar por parte de la opinión pública, así como de la misma ciudadanía, que en algunos casos ha decidido hacer justicia por su cuenta, debido a la creciente inseguridad en la que vivimos inmersos los jaliscienses.

En contraste, según el Presidente de México en su visita a Jalisco, hace cuentas alegres en materia de seguridad, diciendo que los índices de inseguridad van a la baja… usted estimado lector(a) tiene la última palabra.

Se exige y se reclama a las instituciones encargadas de brindar los servicios preventivos de comisión de delitos, como son las policías municipales, así como de quienes están encargados de la administración y procuración de justicia (otrora Procuraduría de Justicia, hoy Fiscalía General).

Pero poco se habla de en que condiciones trabajan, cual es la estabilidad laboral con la que se sienten respaldados (que practicamente es nula), cuales son sus ingresos que sin duda son deficientes.

También es importante saber qué garantías tienen los mandos superiores, cuándo van a dejar sus cargos, debido a que combaten y capturan a delincuentes altamente peligrosos. Esta incertidumbre de una seguridad seria, permanente y estable, en cuanto al cuidado de su integridad y la de los suyos, trae como consecuencia que lleguen a tener un desempeño deficiente o en el mejor de los casos básico y elemental.

Aunado a lo anterior de acuerdo con datos del INEGI más del 80% de los uniformados en México tienen dudas en la aplicación del sistema penal acusatorio. Lo cual resulta preocupante ya que son el primer respondiente por Ley. De lo anterior, son los poderes Ejecutivo y Legislativo los grandes responsables, que nunca han tomado con seriedad la capacitación de los uniformados. Tampoco se ha respetado el escalafón, y el servicio profesional de carrera. Lo cual trae como consecuencia brazos caídos en las corporaciones policiacas por razones obvias.

En contraste son centenares los policías caídos en México que aún con deficiencias y carencias, combaten una delincuencia feroz y verdaderamente organizada, los ataques principalmente son por medio de emboscadas que terminan con la vida de los policías. Las diferencias son notorias, pues son superados por número, tecnología y armamento. Lo anterior motivo a las autoridades de los últimos cuatro sexenios al menos a comprometer a las fuerzas armadas ha llevar a cabo labores policiacas.

En virtud de lo anterior, es necesario capacitar a los elementos policiacos según la incidencia de los ataques, con la finalidad de evitar sigan perdiendo la vida los uniformados.

Además de generar las politicas públicas eficaces, para superar las condiciones políticas y sociales en nuestro país y en particular en nuestro estado.

jimenezabogado@gmail.com

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