El pasado jueves 29 de marzo, el Arzobispo Emérito de Guadalajara, Cardenal Juan Sandoval Iñiguez, cumplió 86 años. Ofició la Misa en casa, en Tlaquepaque. Como pastor líder de la Iglesia Católica, don Juan no cesa en dar a conocer sus reflexiones participando con sus opiniones en diversos temas sociales y morales y religiosos, tanto en las actividades propias de la enseñanza sacerdotal y religiosa en general, cumpliendo con su misión y con los objetivos de la cultura del Seminario, de ordenanza católica y de frente a los problemas que la debilidad y la condición humana se muestran a cada momento.
Más de 300 personas de diversos estratos sociales ingresaron, desde las seis de la mañana del mencionado día, a la casa que habita don Juan. El portón abierto de par en par. Solicitando verlo, él siempre está dispuesto a escuchar a la gente. Acude a las celebraciones religiosas con una apretada agenda y sigue en el reconocimiento popular. Su recia personalidad, alejada de anteriores presiones obligadas por su labor y su jerarquía se ha suavizado sin que esto disminuya el deber y el actuar dentro de sus posibilidades.
Lo demostró en su sermón. Invitó a la gente a “vivir con fe la Semana Santa”. Si bien es tiempo vacacional pidió la asistencia a los oficios propios de la temporada “con ropa que no sea provocativa”. Recomendó a los sacerdotes que evangelicen más a la feligresía y que los ejercicios espirituales sean más de fondo: “que no solamente estén buscando la limosna”. Esto provocó sonrisas y risas.
No faltaron las recomendaciones a los políticos y a los empresarios para que cumplan con los objetivos sin caer en actitudes de abuso. Fue entrevistado por representantes de medios informativos sobre la negativa del Papa Francisco para visitar México el año próximo al cumplirse 500 años del proceso de evangelización y justificó la inasistencia porque “tiene muchos países que visitar”. Ante la inseguridad que cada día crece en México, especialmente en Jalisco y su zona metropolitana, Sandoval Iñiguez fue cauto y dijo que ha visto “lo que aparece en los medios de comunicación, en los que todos los días se da cuenta de muertos”.
Aficionado a la tauromaquia, aunque con serenidad, el Cardenal Sandoval sacó la casta cuando se le preguntó sobre el uso de pólvora y ruidosos cohetes: “Al pueblo de México no le van a quitar los cohetes nunca. Los primeros que los queman son los mismos políticos el 15 de septiembre por la noche. Son los primeros en quemar cohetes y en otras fiestas. Son costumbres del pueblo. Que las quiten”, precisó.
Nacido en Yahualica de González Gallo, con una amplia cultura que le permite hablar media docena de idiomas conmemoró el Cardenal Sandoval sus 86 años de vida oficiando la Eucaristía presidida por la imagen de la Virgen de Zapopan y por el Cristo crucificado acompañado de una decena de obispos, sacerdotes, religiosas, gente de empresa, políticos actuales y pasados, dirigentes sindicales como Antonio Álvarez Esparza y pueblo en general. El señor Fidel Torres Ruíz, de Birrierías “Chololo”, ofreció el clásico desayuno de chocolate, café, frijoles y costillas con salsa. Sólo quien no asistió ni escuchó Misa ni desayunó. Y ahora la feligresía prepara la celebración de los 25 años de haber sido consagrado Cardenal, lo cual será en el próximo agosto. Ojalá y para la Misa de esa conmemoración si ajusten las hostias. Con una decena más, de todos los que se formaron para comulgar hubiesen tomado el cuerpo de Cristo. Y…qué pasa?
