/ miércoles 18 de abril de 2018

Y… qué pasa? / Pantano electoral

Miguel Jiménez Ibáñez

“No soy monedita de oro”, dice la canción de Cuco Sánchez. En la política menos. Los malos políticos y los peores “administradores públicos”, se han encargado de convertir esas actividades en una fosa de lixiviados.

La demagogia invade los discursos de campaña electoral y no tarda mucho el trienio o el sexenio gubernamental, en comprobarlo. La mayoría o todos los aspirantes a cargos populares y demás, dicen ser de oro puro. En realidad son oropel, ni siquiera “chapa de oro”. A fin de cuentas, son de hojalata. Esas mentiras y los intereses político-económicos de grupos y personas siempre ávidas de poder, han provocado la división, no solamente de los suyos, sino de la ciudadanía. Ahora, los opositores al gobierno priista y la ambición de enriquecerse rápidamente (lo cual no exenta a los tricolores), han formado frentes que contienen ideologías (¿?) encontradas pero, ¡si los priistas en el poder han dividido “su” partido, tanto internamente como en la administración pública!, ¿qué sucederá cuando la Torre de Babel llegue a Los Pinos y a gobiernos locales, si es que ganan las elecciones? Igual con los del PRI: ¿México no caerá en el despeñadero?

En Jalisco, los últimos presidentes del tricolor unieron criterios de la militancia y la población, ¡pero en contra! La abulia, el despotismo, la antipatía, la falta de trabajo político y el maltrato y olvido a las bases y sus sectores y organizaciones, están logando su destrucción. Pero no debe creerse que los órganos internos priistas, están unidos. También están afectados por los egoísmos de muchos dirigentes. Sin duda hay quienes, dentro del Institucional, buscan equilibrios pero la soberbia de los poderosos que lisonjean a Juárez, a Colosio y a otros, y actúan para que en México viva sumido en la injusticia y sólo defienden sus intereses, que no de sus agremiados.

El experimentado en trabajo y cirugía política, Ramiro Hernández García, recién nombrado delegado en funciones de presidente del PRI Jalisco, enfrenta una dura encomienda. Por el momento, parece que la cercanía, los teléfonos y las puertas en Campesino 222, tienen luz verde. La intervención de alta cirugía política en Jalisco, es una prueba difícil porque del tricolor, pisoteado y convertido en rompecabezas, por sus propios inquilinos, el “Inge” Ramiro tendrá que convertirlo en un crisol. Tampoco habrá que esperar magia, pero situaciones difíciles ha enfrentado como delegado del CEN priistas en una docena de estados de la República, con buenos resultados. “Palo dado, ni Dios lo quita” y con merecimientos o sin ellos, los candidatos ya están. Las campañas han arrancado. A los aspirantes, más les vale ser humildes, honestos y honrados. La gente está harta, igual que muchos militantes priistas. Por supuesto, también de los otros partidos. La división de los priistas zapopenses, recién manifestada con la amenaza de cetemistas, cenopistas, cenecistas y funcionarios priistas, de no apoyar a Abel Salgado aspirante a la presidencia de la ex Villa Maicera, fue enfrentada por Hernández García y se espera que regrese la calma y logren el triunfo en tierras de “La Generala”. Pero…si las manos de personajes en la administración pública siguen o pretenden seguir mangoneando al tricolor y si las riendas nacionales de ese partido no se imponen, los aspirantes por ese partido perderán. Están en un pantano electoral, con características de fosa séptica. Y…qué pasa?

Miguel Jiménez Ibáñez

“No soy monedita de oro”, dice la canción de Cuco Sánchez. En la política menos. Los malos políticos y los peores “administradores públicos”, se han encargado de convertir esas actividades en una fosa de lixiviados.

La demagogia invade los discursos de campaña electoral y no tarda mucho el trienio o el sexenio gubernamental, en comprobarlo. La mayoría o todos los aspirantes a cargos populares y demás, dicen ser de oro puro. En realidad son oropel, ni siquiera “chapa de oro”. A fin de cuentas, son de hojalata. Esas mentiras y los intereses político-económicos de grupos y personas siempre ávidas de poder, han provocado la división, no solamente de los suyos, sino de la ciudadanía. Ahora, los opositores al gobierno priista y la ambición de enriquecerse rápidamente (lo cual no exenta a los tricolores), han formado frentes que contienen ideologías (¿?) encontradas pero, ¡si los priistas en el poder han dividido “su” partido, tanto internamente como en la administración pública!, ¿qué sucederá cuando la Torre de Babel llegue a Los Pinos y a gobiernos locales, si es que ganan las elecciones? Igual con los del PRI: ¿México no caerá en el despeñadero?

En Jalisco, los últimos presidentes del tricolor unieron criterios de la militancia y la población, ¡pero en contra! La abulia, el despotismo, la antipatía, la falta de trabajo político y el maltrato y olvido a las bases y sus sectores y organizaciones, están logando su destrucción. Pero no debe creerse que los órganos internos priistas, están unidos. También están afectados por los egoísmos de muchos dirigentes. Sin duda hay quienes, dentro del Institucional, buscan equilibrios pero la soberbia de los poderosos que lisonjean a Juárez, a Colosio y a otros, y actúan para que en México viva sumido en la injusticia y sólo defienden sus intereses, que no de sus agremiados.

El experimentado en trabajo y cirugía política, Ramiro Hernández García, recién nombrado delegado en funciones de presidente del PRI Jalisco, enfrenta una dura encomienda. Por el momento, parece que la cercanía, los teléfonos y las puertas en Campesino 222, tienen luz verde. La intervención de alta cirugía política en Jalisco, es una prueba difícil porque del tricolor, pisoteado y convertido en rompecabezas, por sus propios inquilinos, el “Inge” Ramiro tendrá que convertirlo en un crisol. Tampoco habrá que esperar magia, pero situaciones difíciles ha enfrentado como delegado del CEN priistas en una docena de estados de la República, con buenos resultados. “Palo dado, ni Dios lo quita” y con merecimientos o sin ellos, los candidatos ya están. Las campañas han arrancado. A los aspirantes, más les vale ser humildes, honestos y honrados. La gente está harta, igual que muchos militantes priistas. Por supuesto, también de los otros partidos. La división de los priistas zapopenses, recién manifestada con la amenaza de cetemistas, cenopistas, cenecistas y funcionarios priistas, de no apoyar a Abel Salgado aspirante a la presidencia de la ex Villa Maicera, fue enfrentada por Hernández García y se espera que regrese la calma y logren el triunfo en tierras de “La Generala”. Pero…si las manos de personajes en la administración pública siguen o pretenden seguir mangoneando al tricolor y si las riendas nacionales de ese partido no se imponen, los aspirantes por ese partido perderán. Están en un pantano electoral, con características de fosa séptica. Y…qué pasa?