Tras las elecciones de junio pasado y el mayoritario triunfo del Partido Movimiento de Regeneración Nacional que hace posible el sueño dorado de Andrés Manuel López Obrador, los mexicanos estamos en el umbral una nueva época en la vida de México. De hecho, algunos la siguen padeciendo y otros la siguen gozando. La ciudadanía espera resultados positivos. Los trabajadores en general y los sindicalizados exigen que su economía salga del gran bache donde ahora se encuentra. Espera que sus salarios sean mejores y que se detengan las alzas en artículos y servicios de primera necesidad.
Los sindicatos y sus dirigentes deberán entender que los tiempos pasados se desvanecieron y la democracia pendular mexicana aplicará su rigor. De ahí que algunos sindicalistas no olvidan la institucionalidad ni declinan en la lucha de los derechos de los trabajadores, mismos que han sido pisoteados.
Por naturaleza, la condición humana rechaza el cambio de conducta, máxime cuando se deben abandonar comodidades. Pocos lo intentan. De ahí que un grupo de sindicalistas croquistas de casi una veintena de estados de la República intentan un sindicalismo nuevo quizá acorde con las nuevas exigencias. Hace más varios lustros se organizó una coalición nacional que el pasado domingo se constituyó, en CdMx, como Consejo Nacional Laboral (Conlabor), que pretende “retomar ideales y principios” de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos. Buscan que “tomen en cuenta a los trabajadores en la toma de decisiones” en el país, sobre todo en el poder legislativo. Los integrantes rindieron la protesta de Ley.
Son dirigentes que aseguran representar a dos millones de trabajadores. Al evento asistieron Roberto Monroy, de Edomex; Héctor Serna Camacho, San Luis Potosí; Antonio Álvarez Esparza, Jalisco; Froylán Franco, Morelos; Salvador Ramos Bustamante, Quintana Roo; Tomás Tejeda Cruz, Veracruz; Alberto Juárez Blancas, CdMx; César Alberto Serna, Nuevo León; Ramón Serna Servín, Transporte Nacional; Roberto Ruiz Ángeles, Edomex; René Sánchez Juárez, Puebla; Daniel Rivera Gómez, Baja California Norte; Eligio Cordero, Chiapas; Fortino Batres, Guanajuato; Javier Oregón, Guerrero; Rafael García Trejo, Michoacán; Eliseo Vázquez, Tlaxcala; Gregorio Pego, Tamaulipas; Genaro Hernández Campos; Roberto Rivera, CdMx; Mario Martínez Déctor, CdMx; Gilberto Vázquez Muro, dirigente de la Organización de trabajadores no asalariados.
A la ceremonia de Toma de Protesta, el domingo pasado, acudieron diversas autoridades como José Ramón Amieva, mandamás en CdMx; el vicepresidente del Congreso del Trabajo, Reyes Soberanes y el oficial mayor, Juan Pérez Jáuregui. Los oradores recordaron al extinto dirigente croquista don Alberto Juárez Blancas, quien acuñó la frase: “Unidad Único Camino”. Se pronunciaron por “impulsar la justicia laboral y la democracia sindical dentro y fuera de la organización sindical recién constituida y combatir al pseudo líder Isaías González Cuevas quien se apoderó de la CROC de manera polémica (calificada por algunos como ilegal) a través de golpeadores con acciones gansteriles en todas las entidades”, dijo un orador veracruzano. Además, González siendo priista, apoyó a López Obrador en su plantón en el Paseo de la Reforma cuando el ahora electo presidente se dijo robado en las urnas. Y también presentó una iniciativa de ley ante el Senado abriendo las puertas al out sourcing, dicen los enterados. Ahora es diputado federal... por el PRI.
“La forma es fondo y el fondo es forma”, decía Jesús Reyes Heroles, calificado como ideólogo priista. Este grupo de sindicalistas se mete a la trasformación nacional. Evoluciona el sindicalismo y los sindicalistas también? Y…qué pasa?
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