/ lunes 21 de enero de 2019

¿Y la desgracia?

En la colaboración de la semana pasada comentaba que la crisis era una bendición, porque entre otras bondades nos despertaba la creatividad para superar aquello que nos fuera adverso y como hasta ahora sigue siendo la delincuencia organizada gubernamental y no gubernamental, claro que no obstante estarse vigilando y tratando de controlar los ductos que conducen los carburantes a distintas partes del país, siguen atacando con la más terrible irresponsabilidad y causando graves tragedias como la ocurrida la semana pasada en el estado de Hidalgo.

Me hago esta pregunta de ¿si la tragedia también será una bendición? porque pareciera que la sociedad tiene la idea de que la gasolina que corre por los distintos rumbos de la Republica fuera algo inofensivo, como si fuera ir a recoger el maíz o cualquier otro alimento que por equis circunstancia se derrama y no lo que realmente es, un producto alta y peligrosamente inflamable, como ya se había visto, en alguna otra toma clandestina y aquí en Jalisco, donde dos o tres personas se quemaron toda su integridad corporal y que ya no se ha dicho nada por los medios de cuál es su situación actual, pero sí exhibieron en aquella ocasión, como estaban de pie con toda la ropa quemada en el cuerpo y hoy lamentablemente ya no tan solo fueron una cantidad importante de quemados, algunos leves, otros graves, otros muy graves y desafortunadamente hasta el día sábado último se decía que ya habían llegado a casi un centenar de personas y las otras se encontraban en los hospitales siendo atendidos y que todos ellos, niños, jóvenes y adultos, acudieron al lugar de la fuga de la gasolina a tratar de obtener en cualquier recipiente alguna cantidad de este hidrocarburo que en poco o nada les podía beneficiar, sin tomar en cuenta el peligro que corrían tan eminente al realizar esa actividad y que esperemos que esta desgracia nos sirva a todos los mexicanos de lección, sin importar nuestro extracto social para entender que hay que solidarizarnos como en el combate a la corrupción, “que el mal causado en cuestión es indiscutible que es a consecuencia de”.

Para todos aquellos que están de acuerdo y los que no con la decisión del presidente de enfrentar este delito, debemos hacer conciencia y solidarizarnos en esta empresa, al margen de la opinión que se tenga sobre la persona del presidente, porque las obras buenas o positivas de quien sean deben ser bienvenidas y solidarizarnos en un acto que beneficia a nuestro país innegablemente.

Es evidente que los mexicanos debemos retomar nuestros principios y valores morales y patriotas para cambiar el rumbo que le hemos dado a nuestro país, solapando políticos incapaces y corruptos, que desafortunadamente pululan por los tres niveles de gobierno, que hasta en algunas religiones se dan, no obstante la misión que dicen tener cada una.

Es urgente dejar de lado el confort maligno en que nos hemos desarrollado durante ya muchas décadas y que no se vale que los que ya nos alcanzó la tarde y a otros la noche de la vida, seamos tan irresponsables y deshonestas de legarles a nuestros hijos y nietos un país que recibimos con una historia de hombres y mujeres que ofrendaron hasta su vida para que tuviéramos un desarrollo armonioso, digno y sano, para hacer de este país independiente, una gran nación de hombres y mujeres libres, honestos y responsables.

A mis compañeros de profesión les reitero mi sugerencia de que dejemos la cobardía de lado y como sabedores del derecho exigir el cumplimiento cabal de este en todos sus términos y para todos los mexicanos.

Profesor Investigador de la División de Estudios Jurídicos de la UdeG.

locb15@hotmail.com

En la colaboración de la semana pasada comentaba que la crisis era una bendición, porque entre otras bondades nos despertaba la creatividad para superar aquello que nos fuera adverso y como hasta ahora sigue siendo la delincuencia organizada gubernamental y no gubernamental, claro que no obstante estarse vigilando y tratando de controlar los ductos que conducen los carburantes a distintas partes del país, siguen atacando con la más terrible irresponsabilidad y causando graves tragedias como la ocurrida la semana pasada en el estado de Hidalgo.

Me hago esta pregunta de ¿si la tragedia también será una bendición? porque pareciera que la sociedad tiene la idea de que la gasolina que corre por los distintos rumbos de la Republica fuera algo inofensivo, como si fuera ir a recoger el maíz o cualquier otro alimento que por equis circunstancia se derrama y no lo que realmente es, un producto alta y peligrosamente inflamable, como ya se había visto, en alguna otra toma clandestina y aquí en Jalisco, donde dos o tres personas se quemaron toda su integridad corporal y que ya no se ha dicho nada por los medios de cuál es su situación actual, pero sí exhibieron en aquella ocasión, como estaban de pie con toda la ropa quemada en el cuerpo y hoy lamentablemente ya no tan solo fueron una cantidad importante de quemados, algunos leves, otros graves, otros muy graves y desafortunadamente hasta el día sábado último se decía que ya habían llegado a casi un centenar de personas y las otras se encontraban en los hospitales siendo atendidos y que todos ellos, niños, jóvenes y adultos, acudieron al lugar de la fuga de la gasolina a tratar de obtener en cualquier recipiente alguna cantidad de este hidrocarburo que en poco o nada les podía beneficiar, sin tomar en cuenta el peligro que corrían tan eminente al realizar esa actividad y que esperemos que esta desgracia nos sirva a todos los mexicanos de lección, sin importar nuestro extracto social para entender que hay que solidarizarnos como en el combate a la corrupción, “que el mal causado en cuestión es indiscutible que es a consecuencia de”.

Para todos aquellos que están de acuerdo y los que no con la decisión del presidente de enfrentar este delito, debemos hacer conciencia y solidarizarnos en esta empresa, al margen de la opinión que se tenga sobre la persona del presidente, porque las obras buenas o positivas de quien sean deben ser bienvenidas y solidarizarnos en un acto que beneficia a nuestro país innegablemente.

Es evidente que los mexicanos debemos retomar nuestros principios y valores morales y patriotas para cambiar el rumbo que le hemos dado a nuestro país, solapando políticos incapaces y corruptos, que desafortunadamente pululan por los tres niveles de gobierno, que hasta en algunas religiones se dan, no obstante la misión que dicen tener cada una.

Es urgente dejar de lado el confort maligno en que nos hemos desarrollado durante ya muchas décadas y que no se vale que los que ya nos alcanzó la tarde y a otros la noche de la vida, seamos tan irresponsables y deshonestas de legarles a nuestros hijos y nietos un país que recibimos con una historia de hombres y mujeres que ofrendaron hasta su vida para que tuviéramos un desarrollo armonioso, digno y sano, para hacer de este país independiente, una gran nación de hombres y mujeres libres, honestos y responsables.

A mis compañeros de profesión les reitero mi sugerencia de que dejemos la cobardía de lado y como sabedores del derecho exigir el cumplimiento cabal de este en todos sus términos y para todos los mexicanos.

Profesor Investigador de la División de Estudios Jurídicos de la UdeG.

locb15@hotmail.com