/ domingo 26 de enero de 2020

Y la comunidad médica ¿cuándo apoyará a EAR?

Por más que pretendan distraernos con la rifa del avión, la implementación del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar INSABI, se complica, igual que el Seguro Popular no tenía un solo médico, ahora el nuevo INSABI tampoco, hasta su Director es un antropólogo, no importa ya cuidar las formas.

En algo le asiste la razón al presidente Obrador, que siendo como era un “Seguro” popular funcionaba como eso, un Seguro, donde las personas asistían a los hospitales públicos y el seguro pagaba, pero ello permitía altos márgenes de corrupción, no se tenía un control muy eficiente de los enfermos atendidos, pero era más fácil controlar y corregir, que implementar un sistema que con la etiqueta de campaña del nuevo gobierno “Bienestar” como si la salud no fuera para bienestar.

Lo que pudo haber sido benéfico para todos es implementar el Sistema de Salud Universal, donde todos los Hospitales se homogeneizaran, pero es complicado, por el marco jurídico que rige a los hospitales del IMSS de acuerdo al Artículo 23 Constitucional en su apartado “A” y el apartado “B” para el ISSSTE, sus fuentes financieras igualmente que el sistema de seguridad del Ejercito y la Armada con el ISSSFAM o el sistema médico de PEMEX.

Unificarlo tiene enorme riesgo a costa de la calidad, desarrollo y excelencia del Sistema de Salud. Otra ocurrencia, la Universidad de la Salud, de donde egresarán “Licenciados en Medicina,” a diferencia de los títulos de Médico Cirujano Partero, como era antes o más recientemente solo como Médico Cirujano, desde el plan de estudios retrógrada y anticuado, ya significa retroceso, observado por especialistas e ignorado por la autoridad Federal.

Multiplicar “profesionales” de la medicina en detrimento de la calidad, cuando estamos hablando de vidas humanas, francamente es un crimen de Lesa Humanidad, como ejemplo; la UNAM exige, para ingresar a la carrera de Medicina 10 de promedio, cuántos estudiantes, de otras carreras pueden pasar hasta catorce años para titularse, evidenciando carencias académicas y profesionales en la vida práctica. Condición inaceptable, cuando se trata de VIDAS HUMANAS. Cuántos estudiantes no pasan el examen para hacer su especialidad, pero es el precio de la excelencia.

Los sistemas Institucionales de Salud en todas las entidades federativas han costado mucho dinero y esfuerzo. Son la ventana al público de los gobiernos y es la gran responsabilidad de vidas frente a su pueblo, debe perfeccionarse sí, pero no trasladarse a un sistema que ni siquiera tienen la visión de adónde va, sin estrategia ni planificación, es poner en manos de inexpertos la salud, la vida de la población. Como todo lo que está haciendo el gobierno federal, sobre las rodillas, sin diagnóstico, sin estrategia, sin planificación, sin proyección, sin medir consecuencias o conocer sus repercusiones, suena más a una estrategia de campaña, que a una Política Pública. Encomiable la postura del Gobernador Enrique Alfaro, pero qué espera la comunidad Médica, la ciudadanía pensante, para pronunciarse, no los que viven de las limosnas mensuales del erario. Apoyo como al Director del Hospital Infantil, acusado, señalado y hasta sentenciado irresponsablemente, sin pruebas, ni juicio, por quienes carecen de autoridad moral, porque ante cualquier incidente médico, personal o familiar, corren a los hospitales privados, mientras el pueblo sabio, muere en los sistemas de salud públicos, por falta de medicamentos, que si hay, no saben distribuirlos.

sadot16@hotmail.com

@EduardoSadot

facebook: Eduardo Sadot

Por más que pretendan distraernos con la rifa del avión, la implementación del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar INSABI, se complica, igual que el Seguro Popular no tenía un solo médico, ahora el nuevo INSABI tampoco, hasta su Director es un antropólogo, no importa ya cuidar las formas.

En algo le asiste la razón al presidente Obrador, que siendo como era un “Seguro” popular funcionaba como eso, un Seguro, donde las personas asistían a los hospitales públicos y el seguro pagaba, pero ello permitía altos márgenes de corrupción, no se tenía un control muy eficiente de los enfermos atendidos, pero era más fácil controlar y corregir, que implementar un sistema que con la etiqueta de campaña del nuevo gobierno “Bienestar” como si la salud no fuera para bienestar.

Lo que pudo haber sido benéfico para todos es implementar el Sistema de Salud Universal, donde todos los Hospitales se homogeneizaran, pero es complicado, por el marco jurídico que rige a los hospitales del IMSS de acuerdo al Artículo 23 Constitucional en su apartado “A” y el apartado “B” para el ISSSTE, sus fuentes financieras igualmente que el sistema de seguridad del Ejercito y la Armada con el ISSSFAM o el sistema médico de PEMEX.

Unificarlo tiene enorme riesgo a costa de la calidad, desarrollo y excelencia del Sistema de Salud. Otra ocurrencia, la Universidad de la Salud, de donde egresarán “Licenciados en Medicina,” a diferencia de los títulos de Médico Cirujano Partero, como era antes o más recientemente solo como Médico Cirujano, desde el plan de estudios retrógrada y anticuado, ya significa retroceso, observado por especialistas e ignorado por la autoridad Federal.

Multiplicar “profesionales” de la medicina en detrimento de la calidad, cuando estamos hablando de vidas humanas, francamente es un crimen de Lesa Humanidad, como ejemplo; la UNAM exige, para ingresar a la carrera de Medicina 10 de promedio, cuántos estudiantes, de otras carreras pueden pasar hasta catorce años para titularse, evidenciando carencias académicas y profesionales en la vida práctica. Condición inaceptable, cuando se trata de VIDAS HUMANAS. Cuántos estudiantes no pasan el examen para hacer su especialidad, pero es el precio de la excelencia.

Los sistemas Institucionales de Salud en todas las entidades federativas han costado mucho dinero y esfuerzo. Son la ventana al público de los gobiernos y es la gran responsabilidad de vidas frente a su pueblo, debe perfeccionarse sí, pero no trasladarse a un sistema que ni siquiera tienen la visión de adónde va, sin estrategia ni planificación, es poner en manos de inexpertos la salud, la vida de la población. Como todo lo que está haciendo el gobierno federal, sobre las rodillas, sin diagnóstico, sin estrategia, sin planificación, sin proyección, sin medir consecuencias o conocer sus repercusiones, suena más a una estrategia de campaña, que a una Política Pública. Encomiable la postura del Gobernador Enrique Alfaro, pero qué espera la comunidad Médica, la ciudadanía pensante, para pronunciarse, no los que viven de las limosnas mensuales del erario. Apoyo como al Director del Hospital Infantil, acusado, señalado y hasta sentenciado irresponsablemente, sin pruebas, ni juicio, por quienes carecen de autoridad moral, porque ante cualquier incidente médico, personal o familiar, corren a los hospitales privados, mientras el pueblo sabio, muere en los sistemas de salud públicos, por falta de medicamentos, que si hay, no saben distribuirlos.

sadot16@hotmail.com

@EduardoSadot

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