/ martes 1 de junio de 2021

Violencia política

La violencia político-electoral no le hace bien a nadie, pero sí mucho mal a todos, principalmente a nuestro querido México, donde hoy por hoy gobernantes y gobernados realizan notorios esfuerzos para superar lo más pronto posible la prolongada pandemia del coronavirus. Le hace también mal al presente proceso electoral, cuya importancia ha sido empañada por los casos de violencia política.

Mi comentario es a propósito de los recientes casos de violencia política, como el asesinato de Alma Rosa Barragán, candidata de Movimiento Ciudadano (MC) a la alcaldía de Moroleón, Guanajuato, un caso que lamentó el presidente Andrés Manuel López Obrador, y acerca del cual expresó el pasado miércoles:

“Es muy lamentable lo de ayer de esta candidata que fue asesinada, nuestro pésame a sus familiares. Es una situación lamentable porque se da en medio del proceso electoral, estamos en vísperas de las elecciones y es gente que quiere generar inestabilidad”.

Lo digo también por el asesinato, el pasado jueves 13 de mayo, de Abel Murrieta Gutiérrez, exprocurador y candidato por MC al Ayuntamiento de Cajeme, Sonora, la ciudad que, para algunos, es la más violenta en ese estado del norte de la República.

En marzo pasado, una nota de El Sol de México hizo un recuento de los aspirantes a puestos de elección popular asesinados previo al inicio de las campañas. Cuatro políticos eran de Morena, tres del PAN, dos del PRI y uno del PRD.

De acuerdo con información de este diario propiedad de la Organización Editorial Mexicana (OEM), los ataques contra políticos tuvieron lugar en estados como Veracruz, Guerrero, Guanajuato y Quintana Roo. La nota consignó también el secuestro de Álvaro Madera López, precandidato del PRI a la presidencia municipal de Mezquitic, Jalisco, quien tiempo después fue asesinado presuntamente por policías del municipio jalisciense, quienes exigían 10 millones de pesos para liberarlo.

Otro asesinato reciente, relacionado con personas con aspiraciones políticas, fue el de Arturo Flores Bautista, candidato a síndico regidor por el partido Movimiento Ciudadano en el municipio de Landa de Matamoros, Querétaro. El hoy occiso era esposo de la candidata del mismo partido a la alcaldía de dicho municipio en las elecciones a celebrarse en junio próximo.

En total, son 88 los políticos que han sido asesinados en lo que va del presente proceso electoral, 34 de ellos aspirantes a puestos de elección popular. Estos números indican que la escalada de crímenes políticos sigue siendo un tema preocupante en México, y al que es necesario prestarle más atención.

Considero que una de las cosas que contribuirían a disminuir este tipo de violencia es privilegiar más la argumentación que la descalificación, pero, sobre todo, bajarle unos decibeles al tono discursivo y a la llamada guerra sucia.

Se necesitan acciones urgentes para poner un alto a los asesinatos por razones políticas, y evitar que el país llegue a los niveles de violencia política del sexenio de Carlos Salinas de Gortari, en el que ocurrieron más de 230 asesinatos vinculados a los comicios, la mayoría de ellos de militantes y simpatizantes del PRD.

Es importante prestar atención al llamado de López Obrador, quien pide a los mexicanos no atemorizarse, participar y salir a votar este 6 de junio. Luego de su invitación a sufragar, el primer mandatario de la nación explicó: “muchas veces se generan estos ambientes para que la gente no participe, y cuando hay abstención dominan los de las mafias en las elecciones. Ya sea la mafia del crimen organizado o la mafia de cuello blanco. Lo importante es votar. Que nadie se quede sin ir a votar”.

Expertos en el tema han señalado que las agresiones van a continuar conforme se aproxime la fecha de las elecciones, por ello considero de la mayor importancia atender el llamado del Instituto Nacional Electoral (INE), que ha pediar. a los partidos políticos remitir sus peticiones de protección de sus candidatos. El INE no es una instancia de seguridad, pero Lorenzo Córdova Vianello, presidente consejero de este organismo electoral nacional autónomo, ha prometido canalizar a las autoridades de seguridad correspondiente todas y cada una de las peticiones que hagan los partidos políticos.

Culmino mi columna destacando la importancia de salir a votar el próximo domingo, independientemente de la violencia que ha hecho acto de presencia en la actual campaña electoral. No hay que olvidar que el voto está considerado como una herramienta de la vida democrática de México, y que ejercerlo con conciencia y criterio es parte de la responsabilidad de todo ciudadano.


Twitter: @armayacastro

La violencia político-electoral no le hace bien a nadie, pero sí mucho mal a todos, principalmente a nuestro querido México, donde hoy por hoy gobernantes y gobernados realizan notorios esfuerzos para superar lo más pronto posible la prolongada pandemia del coronavirus. Le hace también mal al presente proceso electoral, cuya importancia ha sido empañada por los casos de violencia política.

Mi comentario es a propósito de los recientes casos de violencia política, como el asesinato de Alma Rosa Barragán, candidata de Movimiento Ciudadano (MC) a la alcaldía de Moroleón, Guanajuato, un caso que lamentó el presidente Andrés Manuel López Obrador, y acerca del cual expresó el pasado miércoles:

“Es muy lamentable lo de ayer de esta candidata que fue asesinada, nuestro pésame a sus familiares. Es una situación lamentable porque se da en medio del proceso electoral, estamos en vísperas de las elecciones y es gente que quiere generar inestabilidad”.

Lo digo también por el asesinato, el pasado jueves 13 de mayo, de Abel Murrieta Gutiérrez, exprocurador y candidato por MC al Ayuntamiento de Cajeme, Sonora, la ciudad que, para algunos, es la más violenta en ese estado del norte de la República.

En marzo pasado, una nota de El Sol de México hizo un recuento de los aspirantes a puestos de elección popular asesinados previo al inicio de las campañas. Cuatro políticos eran de Morena, tres del PAN, dos del PRI y uno del PRD.

De acuerdo con información de este diario propiedad de la Organización Editorial Mexicana (OEM), los ataques contra políticos tuvieron lugar en estados como Veracruz, Guerrero, Guanajuato y Quintana Roo. La nota consignó también el secuestro de Álvaro Madera López, precandidato del PRI a la presidencia municipal de Mezquitic, Jalisco, quien tiempo después fue asesinado presuntamente por policías del municipio jalisciense, quienes exigían 10 millones de pesos para liberarlo.

Otro asesinato reciente, relacionado con personas con aspiraciones políticas, fue el de Arturo Flores Bautista, candidato a síndico regidor por el partido Movimiento Ciudadano en el municipio de Landa de Matamoros, Querétaro. El hoy occiso era esposo de la candidata del mismo partido a la alcaldía de dicho municipio en las elecciones a celebrarse en junio próximo.

En total, son 88 los políticos que han sido asesinados en lo que va del presente proceso electoral, 34 de ellos aspirantes a puestos de elección popular. Estos números indican que la escalada de crímenes políticos sigue siendo un tema preocupante en México, y al que es necesario prestarle más atención.

Considero que una de las cosas que contribuirían a disminuir este tipo de violencia es privilegiar más la argumentación que la descalificación, pero, sobre todo, bajarle unos decibeles al tono discursivo y a la llamada guerra sucia.

Se necesitan acciones urgentes para poner un alto a los asesinatos por razones políticas, y evitar que el país llegue a los niveles de violencia política del sexenio de Carlos Salinas de Gortari, en el que ocurrieron más de 230 asesinatos vinculados a los comicios, la mayoría de ellos de militantes y simpatizantes del PRD.

Es importante prestar atención al llamado de López Obrador, quien pide a los mexicanos no atemorizarse, participar y salir a votar este 6 de junio. Luego de su invitación a sufragar, el primer mandatario de la nación explicó: “muchas veces se generan estos ambientes para que la gente no participe, y cuando hay abstención dominan los de las mafias en las elecciones. Ya sea la mafia del crimen organizado o la mafia de cuello blanco. Lo importante es votar. Que nadie se quede sin ir a votar”.

Expertos en el tema han señalado que las agresiones van a continuar conforme se aproxime la fecha de las elecciones, por ello considero de la mayor importancia atender el llamado del Instituto Nacional Electoral (INE), que ha pediar. a los partidos políticos remitir sus peticiones de protección de sus candidatos. El INE no es una instancia de seguridad, pero Lorenzo Córdova Vianello, presidente consejero de este organismo electoral nacional autónomo, ha prometido canalizar a las autoridades de seguridad correspondiente todas y cada una de las peticiones que hagan los partidos políticos.

Culmino mi columna destacando la importancia de salir a votar el próximo domingo, independientemente de la violencia que ha hecho acto de presencia en la actual campaña electoral. No hay que olvidar que el voto está considerado como una herramienta de la vida democrática de México, y que ejercerlo con conciencia y criterio es parte de la responsabilidad de todo ciudadano.


Twitter: @armayacastro