/ miércoles 17 de noviembre de 2021

Ventaneando

En 1996 surgió en la televisión mexicana un programa de espectáculos concebido con un formato de crítica aguda, producido por Carmen Armendáriz y Patricia Chapoy Acevedo, al que denominaron "Ventaneando" y que ha cumplido 25 años al aire. Me permitiré usar el gerundio del verbo ventanear para intitular mi comentario coincidentemente con el nombre del programa mencionado.

El término ventanear en nuestro país, va más allá de asomarse a una ventana como lo define la Real Academia Española de la Lengua. Ventanear significa en el argot mexicano, exhibir, poner en evidencia a alguien que preferiría pasar en el anonimato, en el bajo perfil, en la indiferencia.

En la mañanera del martes, el Presidente de la República dijo que en caso de que los legisladores de Estados Unidos no colaboren a la regularización de los 11 millones de migrantes que esperan resolver su situación legal en el vecino país del norte, entonces los dará a conocer en su habitual conferencia de prensa matutina. En otras palabras, los va a ventanear, los va a exhibir.

Exactamente tal y como lo hace Ricardo Sheffield en su sección de cada lunes en "Quién es quien en los precios de los combustibles" o la siempre nerviosa Ana Elizabeth García Vilchis en su sección de cada miércoles, "Quien es quien en las mentiras", mismas que se difunden en la mañanera, que concebida originalmente como una rueda de prensa de la Presidencia de la República, hoy se ha convertido en una suerte de programa sui géneris de entretenimiento, reportajes, entrevistas, videos, miniconciertos, de vez en cuando buenos chistes, anécdotas y que además le brinda al Presidente un espacio ni mandado para sus disertaciones histórico, políticas y filosóficas.

Ahora, en caso de no obtener la atención de los legisladores de los partidos demócrata y republicano en el tema de los once millones de migrantes, López Obrador asegura que los va a ventanear en la mañanera.

La mañanera no es Ventaneando ni Las Mangas del Chaleco, aquella sección de Santos Briz en Televisa.

Los efectos de ventanear a los legisladores norteamericanos no serán otros que exhibirnos. No es congruente que hacemos alarde de cumplir con la Doctrina Estrada y por eso no opinamos los excesos cometidos por los gobiernos de Nicaragua, Cuba, Bolivia y Venezuela con sus ciudadanos, para no inmiscuirnos en asuntos internos de los otros Países, pero sí lo haríamos en el caso de los legisladores republicanos o demócratas, que son libres de decidir lo concerniente a los asuntos de su país por más que la migración sea un fenómeno multilateral.

Si de lo que se trata es de ventanear, pues vamos a ser congruentes y no hacerlo con los congresistas, con Maduro, Ortega, Díaz Canel y Evo Morales.

Si no se sabe ventanear con la congruencia, el ventaneado va a ser otro.

* Doctor en Derecho

@CampiranoWolf

En 1996 surgió en la televisión mexicana un programa de espectáculos concebido con un formato de crítica aguda, producido por Carmen Armendáriz y Patricia Chapoy Acevedo, al que denominaron "Ventaneando" y que ha cumplido 25 años al aire. Me permitiré usar el gerundio del verbo ventanear para intitular mi comentario coincidentemente con el nombre del programa mencionado.

El término ventanear en nuestro país, va más allá de asomarse a una ventana como lo define la Real Academia Española de la Lengua. Ventanear significa en el argot mexicano, exhibir, poner en evidencia a alguien que preferiría pasar en el anonimato, en el bajo perfil, en la indiferencia.

En la mañanera del martes, el Presidente de la República dijo que en caso de que los legisladores de Estados Unidos no colaboren a la regularización de los 11 millones de migrantes que esperan resolver su situación legal en el vecino país del norte, entonces los dará a conocer en su habitual conferencia de prensa matutina. En otras palabras, los va a ventanear, los va a exhibir.

Exactamente tal y como lo hace Ricardo Sheffield en su sección de cada lunes en "Quién es quien en los precios de los combustibles" o la siempre nerviosa Ana Elizabeth García Vilchis en su sección de cada miércoles, "Quien es quien en las mentiras", mismas que se difunden en la mañanera, que concebida originalmente como una rueda de prensa de la Presidencia de la República, hoy se ha convertido en una suerte de programa sui géneris de entretenimiento, reportajes, entrevistas, videos, miniconciertos, de vez en cuando buenos chistes, anécdotas y que además le brinda al Presidente un espacio ni mandado para sus disertaciones histórico, políticas y filosóficas.

Ahora, en caso de no obtener la atención de los legisladores de los partidos demócrata y republicano en el tema de los once millones de migrantes, López Obrador asegura que los va a ventanear en la mañanera.

La mañanera no es Ventaneando ni Las Mangas del Chaleco, aquella sección de Santos Briz en Televisa.

Los efectos de ventanear a los legisladores norteamericanos no serán otros que exhibirnos. No es congruente que hacemos alarde de cumplir con la Doctrina Estrada y por eso no opinamos los excesos cometidos por los gobiernos de Nicaragua, Cuba, Bolivia y Venezuela con sus ciudadanos, para no inmiscuirnos en asuntos internos de los otros Países, pero sí lo haríamos en el caso de los legisladores republicanos o demócratas, que son libres de decidir lo concerniente a los asuntos de su país por más que la migración sea un fenómeno multilateral.

Si de lo que se trata es de ventanear, pues vamos a ser congruentes y no hacerlo con los congresistas, con Maduro, Ortega, Díaz Canel y Evo Morales.

Si no se sabe ventanear con la congruencia, el ventaneado va a ser otro.

* Doctor en Derecho

@CampiranoWolf