/ domingo 1 de diciembre de 2019

Una fantasía de locura

Óscar Ábrego


¿Qué gana Jalisco cada vez que el ingeniero Enrique Alfaro estalla contra López Obrador? Nada, absolutamente nada.

A un día de cumplir un año como presidente de México, Andrés Manuel fue, de nuevo, el blanco de severos cuestionamientos del gobernador. Justo en al marco de la inauguración de la Feria Internacional del Libro, el mandatario estatal acusó que desde el Centro se impone una idea monolítica sobre la construcción de la agenda nacional. Y para ello, se apalancó en tres ejemplos. Los cito completos pues no tienen desperdicio.

“En un encuentro como este, donde honramos a las ideas, creo que es un buen momento para exponer con claridad y de frente lo que muchos cada vez más pensamos pero que sólo lo hablamos en privado. Basten tres ejemplos al respecto: ¿Las declaratorias de guerra a la delincuencia fueron un fracaso? Sí, pero vamos a hundir al país si pensamos que a quienes quieren someternos generando miedo, hay que darles un abrazo.

“¿Había que desmantelar al viejo régimen? Sí, pero cometeremos un error histórico si justificamos la destrucción del orden institucional y del estado de derecho, a partir de la premisa que nada funciona.

“¿Era urgente separar el poder económico del poder público? Sí, pero vamos a colapsar nuestra economía si profundizamos la desconfianza y el temor en el sector privado simulando unan relación estrecha que se limita a actos protocolarios con las cúpulas.

“Y aquí cabe la pregunta, ¿expresar nuestras ideas nos pone en un escenario de confrontación con el presidente de México? Yo creo que es justamente lo contrario. En Jalisco queremos ayudarle al presidente a transformar a México, pero eso sólo puede lograrse si todos entendemos que el debate de las ideas enriquece a nuestra democracia, que lo nacional se construye también desde lo local. Por eso vamos a hacer lo que nos toca para que el gobierno nacional corrija el rumbo en agendas fundamentales; desde el cumplimiento cabal de los compromisos de Paris en materia de cambio climático, hasta la implementación de una auténtica transformación estructuración de nuestro modelo educativo.

“¡No más silencio, no más cabezas agachadas (aplausos), eso no le sirve a México!”

Confieso que no puedo estar más de acuerdo con Alfaro. Es más, algo me dice que millones de mexicanos coinciden con su posicionamiento. El problema es que es el gobernador de Jalisco, y esa responsabilidad no le fue otorgada para andarse peleando con el presidente cada que se le antoja. En todo caso, lo que sí esperamos es que haga uso de buenos oficios para que nuestro Estado avance en el contexto nacional. Aprovechar un foro como el de la FIL para lanzarse contra el ausente, no habla bien de él. ¿Tendría el valor de hacerlo en frente de Andrés Manuel? Tengo mis dudas.

Ahora bien, hay que esperar qué reacciones vendrán de la federación a partir de esta nueva fanfarria. Recordemos que el pleito en la política es un recurso barato que genera altos costos.

Así pues, la sospecha ha sido confirmada por el ingeniero Enrique, sí hay conflicto con Andrés Manuel, aunque éste lo había negado hace un par de semanas. Es decir, lo que pudo resolverse mediante una gestión institucional, se convirtió en una bronca personal.

Lo peor del asunto, es que si Alfaro Ramírez y sus focas aplaudidoras suponen que con esta actitud belicosa mejorará la aprobación de los jaliscienses con respecto a su gobierno, entonces sí que estarían viviendo una fantasía de locura.

Óscar Ábrego


¿Qué gana Jalisco cada vez que el ingeniero Enrique Alfaro estalla contra López Obrador? Nada, absolutamente nada.

A un día de cumplir un año como presidente de México, Andrés Manuel fue, de nuevo, el blanco de severos cuestionamientos del gobernador. Justo en al marco de la inauguración de la Feria Internacional del Libro, el mandatario estatal acusó que desde el Centro se impone una idea monolítica sobre la construcción de la agenda nacional. Y para ello, se apalancó en tres ejemplos. Los cito completos pues no tienen desperdicio.

“En un encuentro como este, donde honramos a las ideas, creo que es un buen momento para exponer con claridad y de frente lo que muchos cada vez más pensamos pero que sólo lo hablamos en privado. Basten tres ejemplos al respecto: ¿Las declaratorias de guerra a la delincuencia fueron un fracaso? Sí, pero vamos a hundir al país si pensamos que a quienes quieren someternos generando miedo, hay que darles un abrazo.

“¿Había que desmantelar al viejo régimen? Sí, pero cometeremos un error histórico si justificamos la destrucción del orden institucional y del estado de derecho, a partir de la premisa que nada funciona.

“¿Era urgente separar el poder económico del poder público? Sí, pero vamos a colapsar nuestra economía si profundizamos la desconfianza y el temor en el sector privado simulando unan relación estrecha que se limita a actos protocolarios con las cúpulas.

“Y aquí cabe la pregunta, ¿expresar nuestras ideas nos pone en un escenario de confrontación con el presidente de México? Yo creo que es justamente lo contrario. En Jalisco queremos ayudarle al presidente a transformar a México, pero eso sólo puede lograrse si todos entendemos que el debate de las ideas enriquece a nuestra democracia, que lo nacional se construye también desde lo local. Por eso vamos a hacer lo que nos toca para que el gobierno nacional corrija el rumbo en agendas fundamentales; desde el cumplimiento cabal de los compromisos de Paris en materia de cambio climático, hasta la implementación de una auténtica transformación estructuración de nuestro modelo educativo.

“¡No más silencio, no más cabezas agachadas (aplausos), eso no le sirve a México!”

Confieso que no puedo estar más de acuerdo con Alfaro. Es más, algo me dice que millones de mexicanos coinciden con su posicionamiento. El problema es que es el gobernador de Jalisco, y esa responsabilidad no le fue otorgada para andarse peleando con el presidente cada que se le antoja. En todo caso, lo que sí esperamos es que haga uso de buenos oficios para que nuestro Estado avance en el contexto nacional. Aprovechar un foro como el de la FIL para lanzarse contra el ausente, no habla bien de él. ¿Tendría el valor de hacerlo en frente de Andrés Manuel? Tengo mis dudas.

Ahora bien, hay que esperar qué reacciones vendrán de la federación a partir de esta nueva fanfarria. Recordemos que el pleito en la política es un recurso barato que genera altos costos.

Así pues, la sospecha ha sido confirmada por el ingeniero Enrique, sí hay conflicto con Andrés Manuel, aunque éste lo había negado hace un par de semanas. Es decir, lo que pudo resolverse mediante una gestión institucional, se convirtió en una bronca personal.

Lo peor del asunto, es que si Alfaro Ramírez y sus focas aplaudidoras suponen que con esta actitud belicosa mejorará la aprobación de los jaliscienses con respecto a su gobierno, entonces sí que estarían viviendo una fantasía de locura.