/ jueves 27 de agosto de 2020

Un informe con datos del presidente

Desde que comenzó su mandato, Andrés Manuel López Obrador nos ha enseñado cada rincón de Palacio Nacional, lo ha hecho a manera histórica en algunos casos junto a su esposa y en otros, acompañado de figuras políticas con quien ha compartido incluso críticas a quienes desde ahí han tomado decisiones; lo hizo también para anunciar el cambio de titular de la SCT, en donde por cierto el saliente, Javier Jiménez Espriú ni “Pio” dijo.

Pues ahí mismo, donde el Presidente con sus datos y a su estilo, nos muestra avances de lo caminado en 2 años, comparando sus acciones con discursos del Papa Francisco y citas Bíblicas, así como insiste en que un 70% de los Mexicanos le apoya, pero sólo es el principio de una serie de spots que vaticinan un segundo informe lleno de sus Datos, que contrastarán sin duda a la realidad que todos vemos, vivimos y padecemos; no es sólo la pandemia la culpable, la crisis venía desde antes, el cierre de Pro México en los países donde la representatividad empresarial era necesaria para seguir consolidando lazos comerciales está pesando ahora, donde incluso la confianza en el país ha desaparecido en muchos casos, los discursos que no han concretado acciones también es motivo de análisis exhaustivo en algo que seguramente no veremos, pues el partido en el poder mantiene mayorías en las cámaras y hace meramente imposible un cuestionamiento a fondo sobre los destinos que tiene el país.

La figura del presidente está mal cuidada, seguro no hay nadie quien le diga, quien le corrija la plana, quizá es parte del plan, porque en lo que dice y lo que hace pareciera que no hay congruencia, pero curiosamente es parte de que se hable de él constantemente y eso para un político es estar vigente, en la primera plana, en el tema mismo. El ejemplo lo da a principio de semana, donde se sube al avión presidencial cuando en el discurso siempre dijo que no lo haría; sin embargo, lo hace en la necesidad de usar su imagen para incentivar la rifa de cachitos del sorteo del 15 de septiembre, en donde por cierto viola el art. 134 constitucional así como advierte en 2 ocasiones en el video promocional que lo que se rifa es “este avión”, y no los varios premios de 20 millones de pesos que se advierten en cada cachito; y es que la venta está baja, hay quienes aseguran no llega al 35%, igual pasó con las subastas, que por cierto dejaron de hacerse.

El presidente debe hablar de frente con relación a las acciones que habrá de tomar para enfrentar el reciente anuncio de Banxico y la caída de la economía prevista como uno de los descalabros que aún no tocan fondo; debe ser más concreto con el tema de los empleos que dice recuperará y de la efectividad de sus programas sociales.

La seguridad, la realidad de la CFE, Pemex… más allá de sus iniciativas de llevar a juicios a ex presidentes o resolver si Leona Vicario recibió o no aportaciones; dejar desde el micrófono la crítica y el lamento de ser un mandatario golpeado por la oposición y los periodistas. Dejar de ver dónde hay dinero para destinarlo a programas de asistencialismo y no aceptar que las instituciones no han sido respetadas como él aseguró en campaña.

México no puede tener divisiones, ni un presidente con tantos frentes abiertos, si bien es cierto el mundo está colapsado por los efectos de un Coronavirus que se niega a desaparecer, el tema de un informe a modo no le va bien a un país que ya no aguanta más y sabe, tiene los datos correctos; las redes no lo saben todo ni quienes participan en ellas, el país merece estar informado con claridad y aunque se diga que será un año con muchas aportaciones via remesas, esas no deben ser tomadas como acciones ni éxitos gubernamentales. Debe ser un informe insisto realista, porque aunque piense que repetir mentiras una y otra vez puedan hacerse realidad, eso no pasa, ni pasará.

Desde que comenzó su mandato, Andrés Manuel López Obrador nos ha enseñado cada rincón de Palacio Nacional, lo ha hecho a manera histórica en algunos casos junto a su esposa y en otros, acompañado de figuras políticas con quien ha compartido incluso críticas a quienes desde ahí han tomado decisiones; lo hizo también para anunciar el cambio de titular de la SCT, en donde por cierto el saliente, Javier Jiménez Espriú ni “Pio” dijo.

Pues ahí mismo, donde el Presidente con sus datos y a su estilo, nos muestra avances de lo caminado en 2 años, comparando sus acciones con discursos del Papa Francisco y citas Bíblicas, así como insiste en que un 70% de los Mexicanos le apoya, pero sólo es el principio de una serie de spots que vaticinan un segundo informe lleno de sus Datos, que contrastarán sin duda a la realidad que todos vemos, vivimos y padecemos; no es sólo la pandemia la culpable, la crisis venía desde antes, el cierre de Pro México en los países donde la representatividad empresarial era necesaria para seguir consolidando lazos comerciales está pesando ahora, donde incluso la confianza en el país ha desaparecido en muchos casos, los discursos que no han concretado acciones también es motivo de análisis exhaustivo en algo que seguramente no veremos, pues el partido en el poder mantiene mayorías en las cámaras y hace meramente imposible un cuestionamiento a fondo sobre los destinos que tiene el país.

La figura del presidente está mal cuidada, seguro no hay nadie quien le diga, quien le corrija la plana, quizá es parte del plan, porque en lo que dice y lo que hace pareciera que no hay congruencia, pero curiosamente es parte de que se hable de él constantemente y eso para un político es estar vigente, en la primera plana, en el tema mismo. El ejemplo lo da a principio de semana, donde se sube al avión presidencial cuando en el discurso siempre dijo que no lo haría; sin embargo, lo hace en la necesidad de usar su imagen para incentivar la rifa de cachitos del sorteo del 15 de septiembre, en donde por cierto viola el art. 134 constitucional así como advierte en 2 ocasiones en el video promocional que lo que se rifa es “este avión”, y no los varios premios de 20 millones de pesos que se advierten en cada cachito; y es que la venta está baja, hay quienes aseguran no llega al 35%, igual pasó con las subastas, que por cierto dejaron de hacerse.

El presidente debe hablar de frente con relación a las acciones que habrá de tomar para enfrentar el reciente anuncio de Banxico y la caída de la economía prevista como uno de los descalabros que aún no tocan fondo; debe ser más concreto con el tema de los empleos que dice recuperará y de la efectividad de sus programas sociales.

La seguridad, la realidad de la CFE, Pemex… más allá de sus iniciativas de llevar a juicios a ex presidentes o resolver si Leona Vicario recibió o no aportaciones; dejar desde el micrófono la crítica y el lamento de ser un mandatario golpeado por la oposición y los periodistas. Dejar de ver dónde hay dinero para destinarlo a programas de asistencialismo y no aceptar que las instituciones no han sido respetadas como él aseguró en campaña.

México no puede tener divisiones, ni un presidente con tantos frentes abiertos, si bien es cierto el mundo está colapsado por los efectos de un Coronavirus que se niega a desaparecer, el tema de un informe a modo no le va bien a un país que ya no aguanta más y sabe, tiene los datos correctos; las redes no lo saben todo ni quienes participan en ellas, el país merece estar informado con claridad y aunque se diga que será un año con muchas aportaciones via remesas, esas no deben ser tomadas como acciones ni éxitos gubernamentales. Debe ser un informe insisto realista, porque aunque piense que repetir mentiras una y otra vez puedan hacerse realidad, eso no pasa, ni pasará.