/ domingo 20 de septiembre de 2020

Un gobernante fuerte

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, desde sus raíces, -cuando el Siervo de la Nación, redacto los sentimientos de ésta-, establece disposiciones para orgullo y satisfacción de los mexicanos, no obstante los frecuentes manipuleos desaseados por el poder legislativo; aun su espíritu conserva categóricamente que los poderes deben ejercerse plenamente en los términos que dicha ley fundamental establece, -pero ningún otro-, es decir, no puede haber más de un poder en una persona o en una institución, su actuación debe estar subordinada estrictamente al marco constitucional, lo que procura y da origen al equilibrio entre los poderes políticos; el judicial debe actuar realmente con total independencia, que será la única manera en que nuestra patria podrá alcanzar una vida digna.

He de reconocer con todo respeto, como en distintas ocasiones en este espacio he señalado con índices de fuego, la violación flagrante y grave al marco legal que trasciende al constitucional desviando el rumbo correcto que se le debe dar a nuestra patria, pero en esta ocasión, quiero resaltar la posición fuerte y segura del Gobernador del Estado, al defender los intereses de Jalisco, frente al poderoso Presidente de la Republica y al servil Congreso de la Unión, pese el riesgo político al que se expone con tales actos, pero antepuso los intereses del Estado, a los políticos de su persona, que hoy, gracias a esa actitud decorosa, una vasta región de la zona metropolitana, ya podrá contar con un trasporte digno, rápido y seguro, lo que así sostuvo el Presidente de la Republica, atendiendo los reclamos del Gobernador, a lo que hay que agregar, su comparecencia ante la Secretaria de Hacienda, para defender el presupuesto para nuestro Estado, que de manera mayúscula se le está reduciendo, afectando gravemente a los intereses de Jalisco, Felicidades señor Gobernador.

Dice un infeliz y castrado abogado, que forma parte del foro de Jalisco, que ante el temor, -por no decir cobardía-, de que el Gobernador se pueda molestar por los reclamos y señalamientos, que he citado en varias ocasiones y por los que se me critica, por ejemplo, cuando he señalado que el mismo Gobernador de manera evidente e innegable, opera políticamente en los poderes Legislativo y Judicial, de una manera servil e indigna, ya que éstos cumplen sus caprichos, no obstante de atentar gravemente contra el estado de derecho, hasta el grado de cometer delitos, como es el caso, -insisto-del nombramiento de los Consejeros de la “Caricatura” (Judicatura), en contubernio con el Presidente del Tribunal y el Consejero que está por concluir su nombramiento, pese de saber que tales Consejeros obtuvieron su nombramiento sin satisfacer los requisitos establecidos en la convocatoria, valiéndose de la nocturnidad, como viles trúhanes, no obstante de saber, unos y otros, de haber reprobado los exámenes, tanto el de fama pública, como el de conocimientos, habiendo otros concursantes con mucho mejores calificaciones, a los que no prestaron las más mínima atención, como en otras ocasiones lo he señalado, el Código Penal vigente de Jalisco, establece como delito el nombrar funcionarios que no reúnan los requisitos de ley y, estos desempeñar esos cargos a sabiendas de que no cumplen con lo que marca la ordenanza y siguen realizando actos en esa función, cometiendo un delito permanente que puede alcanzar graves perjuicios en los procedimientos jurisdiccionales, al estar quitando y poniendo jueces y demás personal de los juzgados, lo que puede traer graves consecuencias a los usuarios de la justicia, por semejantes vicios. Que inexplicablemente los medios de comunicación, únicamente señalan como indebidos los nombramientos, pero no señalan que eso constituye un delito.

Con el debido respeto a mis compañeros de profesión, les quiero decir, porque lo vivo, que jamás he sido perseguido ni molestado ni señalado por ningún medio, por parte del Ejecutivo, reprochándome alguna de mis manifestaciones, que en este prestigiado diario me favorece con la publicación de estos artículos, sin ninguna restricción y respetando el texto en todo su contenido; quiero puntualizar esta circunstancia porque es penoso y lamentable que el foro guarde una actitud tan deprimente, tan poco decorosa y sí indignante al callar los frecuentes atropellos al marco constitucional, no obstante de que contamos con un Gobernador, que por las circunstancias que vivo, permite la libre y respetuosa expresión de las ideas, vamos siendo más congruentes y responsables con la profesión que ostentamos y recuperemos la posición decorosa y digna, tan perdida desde ya tiempo atrás, pues ni los nobles de la profesión, ni los funcionarios judiciales, ni los notarios públicos, ni los servidores públicos de los tres niveles de gobierno, tampoco los colegios y asociaciones que tan afanosamente convocan a conferencias y cursos de actualización, alzan la voz, frente a la realidad actual, donde la justicia Federal como la Estatal, son una pifia, que ha trascendido nuestras fronteras, junto con la inseguridad y el derramamiento de sangre que padecemos permanentemente y al parecer sin el interés de ningún sector, en atacar esta problemática.


* Director del Observatorio Académico de Justicia y Seguridad Publica de la División de Estudios Jurídicos de la UdeG.

locb15@hotmail.com

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, desde sus raíces, -cuando el Siervo de la Nación, redacto los sentimientos de ésta-, establece disposiciones para orgullo y satisfacción de los mexicanos, no obstante los frecuentes manipuleos desaseados por el poder legislativo; aun su espíritu conserva categóricamente que los poderes deben ejercerse plenamente en los términos que dicha ley fundamental establece, -pero ningún otro-, es decir, no puede haber más de un poder en una persona o en una institución, su actuación debe estar subordinada estrictamente al marco constitucional, lo que procura y da origen al equilibrio entre los poderes políticos; el judicial debe actuar realmente con total independencia, que será la única manera en que nuestra patria podrá alcanzar una vida digna.

He de reconocer con todo respeto, como en distintas ocasiones en este espacio he señalado con índices de fuego, la violación flagrante y grave al marco legal que trasciende al constitucional desviando el rumbo correcto que se le debe dar a nuestra patria, pero en esta ocasión, quiero resaltar la posición fuerte y segura del Gobernador del Estado, al defender los intereses de Jalisco, frente al poderoso Presidente de la Republica y al servil Congreso de la Unión, pese el riesgo político al que se expone con tales actos, pero antepuso los intereses del Estado, a los políticos de su persona, que hoy, gracias a esa actitud decorosa, una vasta región de la zona metropolitana, ya podrá contar con un trasporte digno, rápido y seguro, lo que así sostuvo el Presidente de la Republica, atendiendo los reclamos del Gobernador, a lo que hay que agregar, su comparecencia ante la Secretaria de Hacienda, para defender el presupuesto para nuestro Estado, que de manera mayúscula se le está reduciendo, afectando gravemente a los intereses de Jalisco, Felicidades señor Gobernador.

Dice un infeliz y castrado abogado, que forma parte del foro de Jalisco, que ante el temor, -por no decir cobardía-, de que el Gobernador se pueda molestar por los reclamos y señalamientos, que he citado en varias ocasiones y por los que se me critica, por ejemplo, cuando he señalado que el mismo Gobernador de manera evidente e innegable, opera políticamente en los poderes Legislativo y Judicial, de una manera servil e indigna, ya que éstos cumplen sus caprichos, no obstante de atentar gravemente contra el estado de derecho, hasta el grado de cometer delitos, como es el caso, -insisto-del nombramiento de los Consejeros de la “Caricatura” (Judicatura), en contubernio con el Presidente del Tribunal y el Consejero que está por concluir su nombramiento, pese de saber que tales Consejeros obtuvieron su nombramiento sin satisfacer los requisitos establecidos en la convocatoria, valiéndose de la nocturnidad, como viles trúhanes, no obstante de saber, unos y otros, de haber reprobado los exámenes, tanto el de fama pública, como el de conocimientos, habiendo otros concursantes con mucho mejores calificaciones, a los que no prestaron las más mínima atención, como en otras ocasiones lo he señalado, el Código Penal vigente de Jalisco, establece como delito el nombrar funcionarios que no reúnan los requisitos de ley y, estos desempeñar esos cargos a sabiendas de que no cumplen con lo que marca la ordenanza y siguen realizando actos en esa función, cometiendo un delito permanente que puede alcanzar graves perjuicios en los procedimientos jurisdiccionales, al estar quitando y poniendo jueces y demás personal de los juzgados, lo que puede traer graves consecuencias a los usuarios de la justicia, por semejantes vicios. Que inexplicablemente los medios de comunicación, únicamente señalan como indebidos los nombramientos, pero no señalan que eso constituye un delito.

Con el debido respeto a mis compañeros de profesión, les quiero decir, porque lo vivo, que jamás he sido perseguido ni molestado ni señalado por ningún medio, por parte del Ejecutivo, reprochándome alguna de mis manifestaciones, que en este prestigiado diario me favorece con la publicación de estos artículos, sin ninguna restricción y respetando el texto en todo su contenido; quiero puntualizar esta circunstancia porque es penoso y lamentable que el foro guarde una actitud tan deprimente, tan poco decorosa y sí indignante al callar los frecuentes atropellos al marco constitucional, no obstante de que contamos con un Gobernador, que por las circunstancias que vivo, permite la libre y respetuosa expresión de las ideas, vamos siendo más congruentes y responsables con la profesión que ostentamos y recuperemos la posición decorosa y digna, tan perdida desde ya tiempo atrás, pues ni los nobles de la profesión, ni los funcionarios judiciales, ni los notarios públicos, ni los servidores públicos de los tres niveles de gobierno, tampoco los colegios y asociaciones que tan afanosamente convocan a conferencias y cursos de actualización, alzan la voz, frente a la realidad actual, donde la justicia Federal como la Estatal, son una pifia, que ha trascendido nuestras fronteras, junto con la inseguridad y el derramamiento de sangre que padecemos permanentemente y al parecer sin el interés de ningún sector, en atacar esta problemática.


* Director del Observatorio Académico de Justicia y Seguridad Publica de la División de Estudios Jurídicos de la UdeG.

locb15@hotmail.com