/ martes 26 de julio de 2022

Un congreso local a modo en Jalisco

Hace unos días decidí participar en la Convocatoria que emitió el Congreso del Estado de Jalisco, realizando todos los trámites correspondientes y entregando la documentación, así como la participación en la entrevista con la Comisión de Derechos Humanos que preside la Diputada Hortensia Noroña, la confianza me ganó y creí por un momento en la institución del Poder Legislativo, pensé que la designación del Presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Jalisco, se apegaba a su propia convocatoria con el título de Abogado y el no ser funcionario del gobierno municipal, federal, estatal, judicial y de los órganos autónomos, pero el Congreso del Estado no respetó su convocatoria, ni se apegó a la Ley Estatal de los Derechos Humanos, a la Nacional ni a la Constitución Política del Estado de Jalisco y mucho menos a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

La elección de la Presidenta Estatal de los Derechos Humanos fue una simulación por parte del Congreso del Estado, asimismo una falta de respeto a los ciudadanos que son representados en sus distritos locales, por los diputados de los diversos partidos políticos al hacer un juego político y no un debate de ideas, así como un estudio de los perfiles de los candidatos que se inscribieron y se confiaron de un Congreso Estatal que manejo de manera discrecional la elección de la Presidenta de los Derechos Humanos en Jalisco.

Todo fueron acuerdos de los partidos políticos con la representación de sus diputados para sumarse en votación en esta elección que encontraron las líneas y los caprichos para tomar una decisión en contra de las organizaciones civiles que han defendido los Derechos Humanos en Jalisco, asimismo en contra de la voluntad del pueblo que esperaba una elección apegada a la convocatoria que el propio Congreso del Estado emitió y no respeto la designación de la figura de Presidente que en términos administrativos y de políticas públicas es el más importante para hacer valer el Estado de Derecho que en Jalisco hemos perdido.

El Poder Ejecutivo necesita un Presidente a modo que se deje manejar desde Palacio de Gobierno, para ello los diputados negociaron con sus pares porque en el Congreso de Jalisco no hay oposición.

Los diputados desafortunadamente siguen y mantienen la línea que les ordena el Gobernador del Estado, fenómeno político que pone al Poder Legislativo local como un mandante del Poder Ejecutivo esto demuestra que en el Estado de Jalisco la división de poderes que establece la Constitución local duerme un sueño y una fantasía que retrasa el debate parlamentario y todo se suma a la sumisión de caprichos y no de ideas ni estructuras de pensamiento que son importantes en el Parlamento local.

En estos días lo que se conocía como la “Casa del pueblo”, como es el Poder Legislativo local, hoy solo son oficinas del Poder Ejecutivo Local, donde en Jalisco no existen contrapesos constitucionales y la oposición como esperanza política es sumisión del Poder Ejecutivo.

Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara.

antonio_dejesus@hotmail.com

Hace unos días decidí participar en la Convocatoria que emitió el Congreso del Estado de Jalisco, realizando todos los trámites correspondientes y entregando la documentación, así como la participación en la entrevista con la Comisión de Derechos Humanos que preside la Diputada Hortensia Noroña, la confianza me ganó y creí por un momento en la institución del Poder Legislativo, pensé que la designación del Presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Jalisco, se apegaba a su propia convocatoria con el título de Abogado y el no ser funcionario del gobierno municipal, federal, estatal, judicial y de los órganos autónomos, pero el Congreso del Estado no respetó su convocatoria, ni se apegó a la Ley Estatal de los Derechos Humanos, a la Nacional ni a la Constitución Política del Estado de Jalisco y mucho menos a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

La elección de la Presidenta Estatal de los Derechos Humanos fue una simulación por parte del Congreso del Estado, asimismo una falta de respeto a los ciudadanos que son representados en sus distritos locales, por los diputados de los diversos partidos políticos al hacer un juego político y no un debate de ideas, así como un estudio de los perfiles de los candidatos que se inscribieron y se confiaron de un Congreso Estatal que manejo de manera discrecional la elección de la Presidenta de los Derechos Humanos en Jalisco.

Todo fueron acuerdos de los partidos políticos con la representación de sus diputados para sumarse en votación en esta elección que encontraron las líneas y los caprichos para tomar una decisión en contra de las organizaciones civiles que han defendido los Derechos Humanos en Jalisco, asimismo en contra de la voluntad del pueblo que esperaba una elección apegada a la convocatoria que el propio Congreso del Estado emitió y no respeto la designación de la figura de Presidente que en términos administrativos y de políticas públicas es el más importante para hacer valer el Estado de Derecho que en Jalisco hemos perdido.

El Poder Ejecutivo necesita un Presidente a modo que se deje manejar desde Palacio de Gobierno, para ello los diputados negociaron con sus pares porque en el Congreso de Jalisco no hay oposición.

Los diputados desafortunadamente siguen y mantienen la línea que les ordena el Gobernador del Estado, fenómeno político que pone al Poder Legislativo local como un mandante del Poder Ejecutivo esto demuestra que en el Estado de Jalisco la división de poderes que establece la Constitución local duerme un sueño y una fantasía que retrasa el debate parlamentario y todo se suma a la sumisión de caprichos y no de ideas ni estructuras de pensamiento que son importantes en el Parlamento local.

En estos días lo que se conocía como la “Casa del pueblo”, como es el Poder Legislativo local, hoy solo son oficinas del Poder Ejecutivo Local, donde en Jalisco no existen contrapesos constitucionales y la oposición como esperanza política es sumisión del Poder Ejecutivo.

Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara.

antonio_dejesus@hotmail.com