/ jueves 18 de marzo de 2021

Última llamada

La zona metropolitana de Guadalajara vive en este momento entre una realidad y lo que puede ser una pesadilla, por una parte la escasez de agua que se agudizará para los próximos días anunciado ya por el Gobierno del estado y por el propio SIAPA, situación que agrava el tema de la sanidad en este momento de pandemia.

Ayer tuve la oportunidad de estar en un hospital privado donde me hice una prueba de Antígenos y platiqué con el personal médico que toma muestras y además atiende el área Covid; todos coinciden en que la curva ha bajado drásticamente, de manera afortunada, el Covid-19 ha dado una tregua y momento para respirar tras un Diciembre-Enero donde faltaban camas y atención a contagiados, sin embargo, el pasado puente y lo que serán las vacaciones de Semana Santa y de Pascua puede repercutir en un rebrote de casos que puede incluso superar la crisis de inicio de año.

De hecho, desde hace como 2 semanas hemos visto la ciudad con una actividad normal, como si no existiera pandemia, regresaron los momentos donde en la tienda o comercio se deja entrar sin el procedimiento de sanitización correspondiente, de hecho en las tiendas de abarrotes vemos dependientes sin el cubrebocas de manera adecuada.

Tan sólo en una farmacia ( la de las torres del ahorro ) una trabajadora no portaba cubrebocas y al referirle que era una obligación incluso de salud de ella, de sus compañeros y del cliente, me contestó que ella trabajaba en la industria farmacéutica y que sabia que hacer en caso de que se contagiara. Acto seguido desapareció de la escena y se metió detrás de la estantería de medicamentos.

Así no se puede, la gente percibe que ya con la vacunación se está avanzando en el proceso de inmunizar a los más vulnerables, muchos ya con el pretexto de llevarlos de viaje pero sin el conocimiento que apenas recibieron la primera dosis y que eso no es una garantía de que no se contagiarán… y ahí es donde comenzaría la irresponsabilidad de la temporada, junto con los niños, a quienes por cierto también les da COVID-19 y que vemos en la calle sin cubrebocas y que seguramente en la vacación estarán igual bajo el pensamiento que en la montaña o en la playa el virus no tiene convivencia.

Estamos como al principio de la pandemia, en la incredulidad, entre el grupo de personas que ya salieron del Covid y los que no les dio y dicen merecer salir ya del encierro sin darse cuenta que lo peor puede venir en un mes más. No pido en esta columna que cancele la reserva de su viaje sino que haga lo necesario para protegerse y por ende a los suyos, de verdad el escenario tras esas fechas no es el más favorable, Italia tuvo que cerrar de nuevo desde el lunes pasado hasta el 19 de Abril, ni España ni Portugal han podido bajar la cifra, y aquí en México aprender de este tema nos podría ayudar a conservar el parámetro que hasta hoy se ha mantenido. Ojalá que al menos uno tome esta advertencia en serio, porque al menos esta columna habría valido la pena.

He visto morir a amigos que no se cuidaron una leve “gripa” otros a los cuales un dolor de pecho aunque fuera leve no les hizo mayor sentido que acostarse a tomar una siesta y la vincularon con un estrés cotidiano, otro más que se atrevió a atenderse por el mismo y terminó intubado y con daños que hasta ahora no han podido ser atendidos con eficacia. En la obra de esta pandemia, en el teatro de la salud publica créame, esta es, la Última Llamada.

La zona metropolitana de Guadalajara vive en este momento entre una realidad y lo que puede ser una pesadilla, por una parte la escasez de agua que se agudizará para los próximos días anunciado ya por el Gobierno del estado y por el propio SIAPA, situación que agrava el tema de la sanidad en este momento de pandemia.

Ayer tuve la oportunidad de estar en un hospital privado donde me hice una prueba de Antígenos y platiqué con el personal médico que toma muestras y además atiende el área Covid; todos coinciden en que la curva ha bajado drásticamente, de manera afortunada, el Covid-19 ha dado una tregua y momento para respirar tras un Diciembre-Enero donde faltaban camas y atención a contagiados, sin embargo, el pasado puente y lo que serán las vacaciones de Semana Santa y de Pascua puede repercutir en un rebrote de casos que puede incluso superar la crisis de inicio de año.

De hecho, desde hace como 2 semanas hemos visto la ciudad con una actividad normal, como si no existiera pandemia, regresaron los momentos donde en la tienda o comercio se deja entrar sin el procedimiento de sanitización correspondiente, de hecho en las tiendas de abarrotes vemos dependientes sin el cubrebocas de manera adecuada.

Tan sólo en una farmacia ( la de las torres del ahorro ) una trabajadora no portaba cubrebocas y al referirle que era una obligación incluso de salud de ella, de sus compañeros y del cliente, me contestó que ella trabajaba en la industria farmacéutica y que sabia que hacer en caso de que se contagiara. Acto seguido desapareció de la escena y se metió detrás de la estantería de medicamentos.

Así no se puede, la gente percibe que ya con la vacunación se está avanzando en el proceso de inmunizar a los más vulnerables, muchos ya con el pretexto de llevarlos de viaje pero sin el conocimiento que apenas recibieron la primera dosis y que eso no es una garantía de que no se contagiarán… y ahí es donde comenzaría la irresponsabilidad de la temporada, junto con los niños, a quienes por cierto también les da COVID-19 y que vemos en la calle sin cubrebocas y que seguramente en la vacación estarán igual bajo el pensamiento que en la montaña o en la playa el virus no tiene convivencia.

Estamos como al principio de la pandemia, en la incredulidad, entre el grupo de personas que ya salieron del Covid y los que no les dio y dicen merecer salir ya del encierro sin darse cuenta que lo peor puede venir en un mes más. No pido en esta columna que cancele la reserva de su viaje sino que haga lo necesario para protegerse y por ende a los suyos, de verdad el escenario tras esas fechas no es el más favorable, Italia tuvo que cerrar de nuevo desde el lunes pasado hasta el 19 de Abril, ni España ni Portugal han podido bajar la cifra, y aquí en México aprender de este tema nos podría ayudar a conservar el parámetro que hasta hoy se ha mantenido. Ojalá que al menos uno tome esta advertencia en serio, porque al menos esta columna habría valido la pena.

He visto morir a amigos que no se cuidaron una leve “gripa” otros a los cuales un dolor de pecho aunque fuera leve no les hizo mayor sentido que acostarse a tomar una siesta y la vincularon con un estrés cotidiano, otro más que se atrevió a atenderse por el mismo y terminó intubado y con daños que hasta ahora no han podido ser atendidos con eficacia. En la obra de esta pandemia, en el teatro de la salud publica créame, esta es, la Última Llamada.