Esta semana el país ha alcanzado récords históricos de contagios por covid-19 en la 4ta ola por la que atravesamos. El pasado miércoles alcanzamos los 44,187 contagios en un solo día y hemos venido presentando un aumento en hospitalizaciones, el cual distintas autoridades de gobierno han minimizado de manera reiterada.
Y el asunto es que más allá del hecho de que la variante ómicron es menos grave en personas vacunadas que otras variantes, su nivel de contagio es alarmante y continúa siendo una amenaza muy real en países donde aún no se logra aplicar el esquema de vacunación completo como es el caso de México, con alrededor de 54 millones de personas faltantes de recibir sus vacunas correspondientes.
Y si bien queda claro que la gravedad de esta variante no está desbordando hospitales como en olas anteriores, hay un aspecto del covid que no debemos obviar ni olvidar, y es el de la salud mental. Recordemos que, tras dos años de una pandemia que cimbró al mundo, el covid sigue siendo una amenaza que para muchos ha significado la pérdida de familiares, amigos, colegas, parejas, hijos, trabajo, etc. Y el solo hecho de recibir una prueba positiva, puede significar un golpe psicológico y anímico muy fuerte.
Un gran número de personas que han padecido covid-19 alrededor del mundo, han manifestado ansiedad, depresión o insomnio durante y después de haber sido diagnosticadas con el virus. De hecho, el término “coronafobia” ya se utiliza para referirse al miedo excesivo producido por las consecuencias inherentes al coronavirus como: el aislamiento, el temor a morir, a infectar a familiares y seres queridos, a perder el empleo o a padecer de inestabilidad financiera. Y estas fobias y angustias pueden llegar a paralizar a una persona y a deteriorar gravemente su salud mental.
Por eso, vale la pena en el marco de esta 4ta ola por la que atravesamos los mexicanos, recordar la importancia que tiene atender a tiempo cualquier padecimiento psicológico o anímico. Por ello, vale la pena rescatar algunas de las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud para combatir el pánico, la angustia y la ansiedad que llega a producir el resultado una prueba positiva:
1. Evitar el exceso de información acerca del coronavirus y no abuses en el uso de las Redes Sociales. Mantenernos libres de estrés implica en ser muy selectivos con la información que consumimos y cuidar nuestros hábitos.
2. En tus tiempos libres (especialmente durante el confinamiento), busca actividades que te relajen como: armar rompecabezas, leer libros, hacer un maratón de series y películas, meditar, escribir. Ocupa tu mente en actividades que te mantengan alejado del caos de las cifras y los contagios.
3. Fortalece tu sistema inmunológico con una buena alimentación y el tratamiento y vitaminas sugeridas por tu médico. El coronavirus no se cura con “remedios milagrosos”, vacunarte y atender las recomendaciones médicas y de las autoridades de salud, son la mejor manera para combatir la enfermedad.
4. Trata de mantener tu rutina habitual a medida de lo posible. Cumple con tus horarios y realiza a medida de lo posible las actividades normales de tu día, esto ayudará a mantener tu mente ocupada en acciones que le son naturales y familiares.
5. Busca atención psicológica. El aislamiento durante el periodo de confinamiento puede agudizar sentimientos de soledad, miedo y tristeza. Buscar ayuda profesional te podrá brindar las bases emocionales para hacer frente a estas nuevas condiciones. Primero lo primero, tu estabilidad emocional.
Politóloga, @glapem_
