/ miércoles 28 de julio de 2021

Tsunami ahoga a México

Algunos estudiosos del ataque covídico a México dicen que no hay tercera ola revolcando a los mexicanos. Aseguran que permanece la segunda ola debido a la displicencia social, económica y gubernamental que ceden ante la presión del capital a costa de la salud de los mexicanos. Queda clara la controversia entre la salud y la economía. ¿Qué es primero? Los especialistas dicen que si bien la convivencia y la cercanía humana no pueden cumplir con la sana distancia, esto encuentra un paliativo en las estrictas reglas de prevención y sanidad, que tampoco pueden acatarse porque la circunstancias de la ciudadanía no es igual a fin de cumplir al pie de la letra. El transporte colectivo es un claro ejemplo.

Peor aun cuando el gobierno federal es incapaz para controlar la pandemia. A propósito de olimpiadas y de Perogrullo, México obtiene la medalla de oro por el peor manejo de ese problema de salud. En varios países, incluso México, las Universidades han mostrado mejor participación, tanto teórica como práctica para atajar la situación mostrando, con mucha antelación, proyectos, planes y estrategias ante ese mal que ha afectado a millones de mexicanos matando a otros tantos. Verbigracia, la actuación de diversas universidades, instituciones y gobiernos estatales y municipales, mostrado que los “servidores de la nación” son parte de la criminal actuación del gobierno federal.

Entre “cortinas de humo”, ocurrencias y muestras de pésimo manejo gubernamental, no solamente en salud, sino en todo, cada vez el tsunami ahoga a los mexicanos. La inseguridad se desborda. Nada más hay unas 90 mil muertes violentas en lo que del sexenio pejista de “los abrazos”. La economía cada vez es peor para los trabajadores. Las dependencias oficiales informan que la pobreza ha crecido a la cifra de 50 millones de personas. La pobreza extrema rebasa los seis millones. Sin duda es importante la solidaridad con los pueblos del orbe pero en tanto que en México los wirraricas, los tarahumaras, los niños y los enfermos de todas las enfermedades y las instituciones del sector salud no tienen suficiencia de atención y esta incompleto el cuadro básico de medicamentos, la presidencia bolivariana de pejeland dispuso enviar embarcaciones con ayuda al pueblo cubano que ahora, lamentablemente, se cimbra de nuevo. “Candil de la calle y oscuridad de su casa”. Sin duda una acción muy cristiana y muy humanitaria pero…

En Palacio Nacional están convencidos de que lo importante es dar limosnas a la ciudadanía para comprar el voto y la simpatía al grupo político en el poder y para quienes están en el servicio público. El dedazo atolero mañanero, merecen medalla y que los verdaderos olimpistas perdonen la analogía. En tanto, los mexicanos deben pagar combustibles caros y sin reducción de contaminantes. El gas doméstico es un asalto a los consumidores ante la ausencia del gobierno para equilibrar la economía. Una prueba: En enero pasado 67 litros de gas constaban 672 pesos; en marzo, por 66 litros el costo se elevó a 822 pesos; en mayo por 66 litros se pagaron 838 pesos y ese mes 66 litros costaron 906 pesos. ¡¡De enero a julio el gas aumentó de 672 a 906 pesos!! Ninguno de los vividores de la ubre presupuestal actúan para que los especuladores y hambreadores disminuyan ese impune abuso. Si bien los olimpistas alcanzaron la medalla de bronce, los del poder ganaron l de cobre. Y hablado de olas pandémicas, ahí está la tercera ola guinda; la primera fue tricolor y la segunda blanquiazul. Olas con sargazo, agua mala y contaminantes forman este tsunami que ahoga a la mayoría de los mexicanos. Y qué pasa?

* Periodista

Correo. mjimenezibanez58@gmail.com

Algunos estudiosos del ataque covídico a México dicen que no hay tercera ola revolcando a los mexicanos. Aseguran que permanece la segunda ola debido a la displicencia social, económica y gubernamental que ceden ante la presión del capital a costa de la salud de los mexicanos. Queda clara la controversia entre la salud y la economía. ¿Qué es primero? Los especialistas dicen que si bien la convivencia y la cercanía humana no pueden cumplir con la sana distancia, esto encuentra un paliativo en las estrictas reglas de prevención y sanidad, que tampoco pueden acatarse porque la circunstancias de la ciudadanía no es igual a fin de cumplir al pie de la letra. El transporte colectivo es un claro ejemplo.

Peor aun cuando el gobierno federal es incapaz para controlar la pandemia. A propósito de olimpiadas y de Perogrullo, México obtiene la medalla de oro por el peor manejo de ese problema de salud. En varios países, incluso México, las Universidades han mostrado mejor participación, tanto teórica como práctica para atajar la situación mostrando, con mucha antelación, proyectos, planes y estrategias ante ese mal que ha afectado a millones de mexicanos matando a otros tantos. Verbigracia, la actuación de diversas universidades, instituciones y gobiernos estatales y municipales, mostrado que los “servidores de la nación” son parte de la criminal actuación del gobierno federal.

Entre “cortinas de humo”, ocurrencias y muestras de pésimo manejo gubernamental, no solamente en salud, sino en todo, cada vez el tsunami ahoga a los mexicanos. La inseguridad se desborda. Nada más hay unas 90 mil muertes violentas en lo que del sexenio pejista de “los abrazos”. La economía cada vez es peor para los trabajadores. Las dependencias oficiales informan que la pobreza ha crecido a la cifra de 50 millones de personas. La pobreza extrema rebasa los seis millones. Sin duda es importante la solidaridad con los pueblos del orbe pero en tanto que en México los wirraricas, los tarahumaras, los niños y los enfermos de todas las enfermedades y las instituciones del sector salud no tienen suficiencia de atención y esta incompleto el cuadro básico de medicamentos, la presidencia bolivariana de pejeland dispuso enviar embarcaciones con ayuda al pueblo cubano que ahora, lamentablemente, se cimbra de nuevo. “Candil de la calle y oscuridad de su casa”. Sin duda una acción muy cristiana y muy humanitaria pero…

En Palacio Nacional están convencidos de que lo importante es dar limosnas a la ciudadanía para comprar el voto y la simpatía al grupo político en el poder y para quienes están en el servicio público. El dedazo atolero mañanero, merecen medalla y que los verdaderos olimpistas perdonen la analogía. En tanto, los mexicanos deben pagar combustibles caros y sin reducción de contaminantes. El gas doméstico es un asalto a los consumidores ante la ausencia del gobierno para equilibrar la economía. Una prueba: En enero pasado 67 litros de gas constaban 672 pesos; en marzo, por 66 litros el costo se elevó a 822 pesos; en mayo por 66 litros se pagaron 838 pesos y ese mes 66 litros costaron 906 pesos. ¡¡De enero a julio el gas aumentó de 672 a 906 pesos!! Ninguno de los vividores de la ubre presupuestal actúan para que los especuladores y hambreadores disminuyan ese impune abuso. Si bien los olimpistas alcanzaron la medalla de bronce, los del poder ganaron l de cobre. Y hablado de olas pandémicas, ahí está la tercera ola guinda; la primera fue tricolor y la segunda blanquiazul. Olas con sargazo, agua mala y contaminantes forman este tsunami que ahoga a la mayoría de los mexicanos. Y qué pasa?

* Periodista

Correo. mjimenezibanez58@gmail.com