/ domingo 9 de agosto de 2020

¿Solo la justicia divina?

Amigo lector, ¿se ha puesto a pensar, como podemos cambiar esta anarquía tan atroz y tan lesiva que impera en nuestro país y en particular en nuestro Estado? que quienes están al frente de las instituciones en la Entidad, con sus muy honrosísimas excepciones, -que tal vez ni en eso coincida conmigo, porque para usted no hay un solo rubro de los tres niveles de gobierno, que se pueda reconocer por su entrega, eficiencia, gentileza, educación, cultura, honestidad, capacidad profesionalismo.

Que le permita a usted sentirse tranquilo y satisfecho, en un aspecto del servicio público y en alguno de los tres poderes de los tres niveles, que podamos presumir y confiar-, a grado tal, que ante la falta de sentido común y solidaridad de la ciudadanía, solo dependemos de la justicia divina, que además, esa pareciera nuestra actitud frente a la indiferencia, a la grave problemática que nos aqueja, donde el derecho positivo o vigente, es letra muerta ya que no es cumplido por las autoridades ni obedecido por la sociedad.

Para colmo de males, Aristóteles y su secuaz número uno, López Lara, ya andan pretendiendo, el primero, volver a ser Alcalde de Guadalajara, o por lo menos Diputado y el salteador número uno de su equipo, López Lara, ya sueña para Fiscal General de Justicia del Estado, que sería poner la iglesia en manos de Lutero, pues ya goza de una fama esplendida, de su extraordinario talento en las corruptelas de las que parecía se había hartado pero hoy nos damos cuenta que no, entre otras ilegalidades se pueden contar las construcciones de tabla roca o de cartón, material con que están hechas las salas de juicios orales, en todos los distritos judiciales que existen con motivo del nuevo proceso penal acusatorio, no se diga del gran negocio que hicieron en las playas de Jalisco, en las que, el que menos obtuvo beneficio por cien millones de pesos, que habrá que revisarles las cuentas en Canadá y en España, a López Lara y a Sandoval Díaz, que a la fecha ya deambulan con todo cinismo e impunidad, por los barrios miserables de Andares y uno que otro tianguis de ese nivel, en compañía de tantos desarrolladores a los que sirvieron por su respectiva reciprocidad, que les ha permitido lucir y disfrutar de todo lo que medraron del servicio público.

Ahora bien, en otro contexto, insistiendo en lo que en las últimas ocasiones he comentado, respecto de los delitos cometidos por la actual Legislatura del Estado, al nombrar a tres Consejeros del Consejo de la Caricatura, -que la ley dice que es de la Judicatura-, sin que hayan reunido los requisitos de la ley y que del mismo modo el Presidente del Tribunal, también Presidente del Consejo, así como la complicidad del último de los Consejeros que queda, de la administración pasada.

Cometen varios delitos, entre ellos el que se establece el artículo 145 fracción I, del Código Penal del Estado, el cual dispone, en lo que aquí interesa que: “…es delito desempeñar un cargo cuando no se reúnen los requisitos exigidos por la ley…”, como es el caso, que de igual forma, es delito nombrar funcionarios que no reúnan los requisitos legales, establecidos en la norma, según lo establece el mismo cuerpo de leyes, lo que así hicieron treinta y seis del total de los Diputados que integran el Congreso del Estado, afortunadamente a un buen porcentaje le llego el COVID 19, que resulta no ser tan nocivo para la sociedad, al evitar que sigan cometiendo más tropelías y proponiendo y creando leyes improcedentes e inútiles, cuando lo único que se requiere para restablecer el orden y la paz social, son hombres o personas inteligentes, honestas, integras, capaces, congruentes, vocación de servicio y sobre todo, leales al pueblo, que según la Constitución es el soberano y no las bárbaras decisiones de estos dizque parlamentarios que son una vergüenza mundial, lo que me lleva pensar que solo la justicia divina, a los jaliscienses será la que nos venga a mejorar el ambiente y no como en Durango, donde las gentes estudiosas del derecho, después de agotar las instancia establecidas por la ley, tuvieron que recurrir a la protesta, exigiendo al gobierno el respeto a la ley, no obstante de poner en riesgo su libertad y su integridad física, que aquí en Jalisco, se nos hace imposible a los jaliscienses exigirlo como lo hacen en aquellas latitudes, mi plena y absoluta solidaridad, con mis compañeros de profesión de Durango, Durango.

* Director del Observatorio Académico de Justicia y Seguridad Publica de la División de Estudios Jurídicos de la UdeG.

locb15@hotmail.com

Amigo lector, ¿se ha puesto a pensar, como podemos cambiar esta anarquía tan atroz y tan lesiva que impera en nuestro país y en particular en nuestro Estado? que quienes están al frente de las instituciones en la Entidad, con sus muy honrosísimas excepciones, -que tal vez ni en eso coincida conmigo, porque para usted no hay un solo rubro de los tres niveles de gobierno, que se pueda reconocer por su entrega, eficiencia, gentileza, educación, cultura, honestidad, capacidad profesionalismo.

Que le permita a usted sentirse tranquilo y satisfecho, en un aspecto del servicio público y en alguno de los tres poderes de los tres niveles, que podamos presumir y confiar-, a grado tal, que ante la falta de sentido común y solidaridad de la ciudadanía, solo dependemos de la justicia divina, que además, esa pareciera nuestra actitud frente a la indiferencia, a la grave problemática que nos aqueja, donde el derecho positivo o vigente, es letra muerta ya que no es cumplido por las autoridades ni obedecido por la sociedad.

Para colmo de males, Aristóteles y su secuaz número uno, López Lara, ya andan pretendiendo, el primero, volver a ser Alcalde de Guadalajara, o por lo menos Diputado y el salteador número uno de su equipo, López Lara, ya sueña para Fiscal General de Justicia del Estado, que sería poner la iglesia en manos de Lutero, pues ya goza de una fama esplendida, de su extraordinario talento en las corruptelas de las que parecía se había hartado pero hoy nos damos cuenta que no, entre otras ilegalidades se pueden contar las construcciones de tabla roca o de cartón, material con que están hechas las salas de juicios orales, en todos los distritos judiciales que existen con motivo del nuevo proceso penal acusatorio, no se diga del gran negocio que hicieron en las playas de Jalisco, en las que, el que menos obtuvo beneficio por cien millones de pesos, que habrá que revisarles las cuentas en Canadá y en España, a López Lara y a Sandoval Díaz, que a la fecha ya deambulan con todo cinismo e impunidad, por los barrios miserables de Andares y uno que otro tianguis de ese nivel, en compañía de tantos desarrolladores a los que sirvieron por su respectiva reciprocidad, que les ha permitido lucir y disfrutar de todo lo que medraron del servicio público.

Ahora bien, en otro contexto, insistiendo en lo que en las últimas ocasiones he comentado, respecto de los delitos cometidos por la actual Legislatura del Estado, al nombrar a tres Consejeros del Consejo de la Caricatura, -que la ley dice que es de la Judicatura-, sin que hayan reunido los requisitos de la ley y que del mismo modo el Presidente del Tribunal, también Presidente del Consejo, así como la complicidad del último de los Consejeros que queda, de la administración pasada.

Cometen varios delitos, entre ellos el que se establece el artículo 145 fracción I, del Código Penal del Estado, el cual dispone, en lo que aquí interesa que: “…es delito desempeñar un cargo cuando no se reúnen los requisitos exigidos por la ley…”, como es el caso, que de igual forma, es delito nombrar funcionarios que no reúnan los requisitos legales, establecidos en la norma, según lo establece el mismo cuerpo de leyes, lo que así hicieron treinta y seis del total de los Diputados que integran el Congreso del Estado, afortunadamente a un buen porcentaje le llego el COVID 19, que resulta no ser tan nocivo para la sociedad, al evitar que sigan cometiendo más tropelías y proponiendo y creando leyes improcedentes e inútiles, cuando lo único que se requiere para restablecer el orden y la paz social, son hombres o personas inteligentes, honestas, integras, capaces, congruentes, vocación de servicio y sobre todo, leales al pueblo, que según la Constitución es el soberano y no las bárbaras decisiones de estos dizque parlamentarios que son una vergüenza mundial, lo que me lleva pensar que solo la justicia divina, a los jaliscienses será la que nos venga a mejorar el ambiente y no como en Durango, donde las gentes estudiosas del derecho, después de agotar las instancia establecidas por la ley, tuvieron que recurrir a la protesta, exigiendo al gobierno el respeto a la ley, no obstante de poner en riesgo su libertad y su integridad física, que aquí en Jalisco, se nos hace imposible a los jaliscienses exigirlo como lo hacen en aquellas latitudes, mi plena y absoluta solidaridad, con mis compañeros de profesión de Durango, Durango.

* Director del Observatorio Académico de Justicia y Seguridad Publica de la División de Estudios Jurídicos de la UdeG.

locb15@hotmail.com