/ jueves 13 de mayo de 2021

Sin agua: y vienen las inundaciones

Una de las ironías de la ciudad de Guadalajara es la falta de agua, pero al mismo tiempo la ordeña de los ductos urbanos impunes que ya llegan a varios cientos de tomas clandestinas y de acuerdo a información del SIAPA. De los cuales, sólo existe el registro de 2 multas de cada 100 tomas ilegales y que entre 2015 y 2021 llegaban a 2,213 tomas clandestinas.

Sin embargo, la gran paradoja frente a este escenario de impunidad, no lo es la extracción clandestina de agua, sino la próxima temporada de lluvias que ya suponen más de 321 sitios de potenciales inundaciones. Y no me refiero sólo a los ya conocidos puntos de caos vial generados por la inundación de la Avenida Lázaro Cárdenas a su paso por los Arcos del Milenio o la peligrosa y acostumbrada inundación de la Avenida Mariano Otero en su paso por Expo Guadalajara, así como el crecimiento de afluentes ya conocidos como el Río Atemajac en Avenida Patria y Américas o los escurrimientos que se llegan a formar históricamente en el parque de la Solidaridad en el sector conurbado entre Guadalajara y Tonalá, sino los puntos de inundación que en la Zona Metropolitana de Guadalajara tienen identificados varias instituciones públicas como el IMEPLAN, el SIAPA, las coordinaciones municipales de Protección Civil y Bomberos y la Universidad de Guadalajara, a partir de la utilización del Atlas de Riesgos, de manufactura e investigaciones realizadas desde hace varios años.

No obstante, la mayoría de estos nuevos sitios de anegación detectados, por más de 16, se encuentran en la región de mayor crecimiento de la ciudad, al sur, en Tlajomulco de Zúñiga donde ya son conocidas las afectaciones a colonias como Santa Anita, San Agustín, Eucaliptos y Santa Fe; sólo comparables con otras inundaciones como en Las Pintas en San Pedro Tlaquepaque, en Zapopan la Avenida Patria y en Guadalajara la zona de Huentitán.

Todos juntos, estos más de 300 sitios detectados, tendríamos que considerarlos puntos de inflexión para nuestra verdadera preparación ante las trágicas consecuencias que ahí se pueden llegar a registrar en este próximo periodo de lluvias, aun cuando en la ciudad la mayoría de sus colonias y habitantes, reclamen agua potable.

De esa reflexión se abren capítulos de alta prioridad por atender. Primero para atender la alta tasa de la impunidad luego de la detección de esas innumerables tomas clandestinas de agua en una población sedienta. Y en segundo, ante la emergente necesidad de fomentar una nueva cultura del uso racional del agua entre la población y el aprovechamiento de las aguas pluviales por parte del estado y los municipios en la infraestructura vial y por parte de las familias desde nuestras casas.

De esta trágica circunstancia, deben nutrirse las propuestas, sobre todo el conocimiento de cada aspirante a un puesto de elección popular en las próximas elecciones. Tiempo mínimo para estudiar y si no, consultar las publicaciones añejas de Enrique Dau y Aristeo Mejía o las innovadoras de Antonio Gómez Reyna y Arturo Gleason. Todos egresados de la Universidad de Guadalajara.

Por lo pronto, el silencio guardado por las autoridades hídricas de nuestro estado, no es un buen augurio.

* Académico del CUAAD de la UdeG

Una de las ironías de la ciudad de Guadalajara es la falta de agua, pero al mismo tiempo la ordeña de los ductos urbanos impunes que ya llegan a varios cientos de tomas clandestinas y de acuerdo a información del SIAPA. De los cuales, sólo existe el registro de 2 multas de cada 100 tomas ilegales y que entre 2015 y 2021 llegaban a 2,213 tomas clandestinas.

Sin embargo, la gran paradoja frente a este escenario de impunidad, no lo es la extracción clandestina de agua, sino la próxima temporada de lluvias que ya suponen más de 321 sitios de potenciales inundaciones. Y no me refiero sólo a los ya conocidos puntos de caos vial generados por la inundación de la Avenida Lázaro Cárdenas a su paso por los Arcos del Milenio o la peligrosa y acostumbrada inundación de la Avenida Mariano Otero en su paso por Expo Guadalajara, así como el crecimiento de afluentes ya conocidos como el Río Atemajac en Avenida Patria y Américas o los escurrimientos que se llegan a formar históricamente en el parque de la Solidaridad en el sector conurbado entre Guadalajara y Tonalá, sino los puntos de inundación que en la Zona Metropolitana de Guadalajara tienen identificados varias instituciones públicas como el IMEPLAN, el SIAPA, las coordinaciones municipales de Protección Civil y Bomberos y la Universidad de Guadalajara, a partir de la utilización del Atlas de Riesgos, de manufactura e investigaciones realizadas desde hace varios años.

No obstante, la mayoría de estos nuevos sitios de anegación detectados, por más de 16, se encuentran en la región de mayor crecimiento de la ciudad, al sur, en Tlajomulco de Zúñiga donde ya son conocidas las afectaciones a colonias como Santa Anita, San Agustín, Eucaliptos y Santa Fe; sólo comparables con otras inundaciones como en Las Pintas en San Pedro Tlaquepaque, en Zapopan la Avenida Patria y en Guadalajara la zona de Huentitán.

Todos juntos, estos más de 300 sitios detectados, tendríamos que considerarlos puntos de inflexión para nuestra verdadera preparación ante las trágicas consecuencias que ahí se pueden llegar a registrar en este próximo periodo de lluvias, aun cuando en la ciudad la mayoría de sus colonias y habitantes, reclamen agua potable.

De esa reflexión se abren capítulos de alta prioridad por atender. Primero para atender la alta tasa de la impunidad luego de la detección de esas innumerables tomas clandestinas de agua en una población sedienta. Y en segundo, ante la emergente necesidad de fomentar una nueva cultura del uso racional del agua entre la población y el aprovechamiento de las aguas pluviales por parte del estado y los municipios en la infraestructura vial y por parte de las familias desde nuestras casas.

De esta trágica circunstancia, deben nutrirse las propuestas, sobre todo el conocimiento de cada aspirante a un puesto de elección popular en las próximas elecciones. Tiempo mínimo para estudiar y si no, consultar las publicaciones añejas de Enrique Dau y Aristeo Mejía o las innovadoras de Antonio Gómez Reyna y Arturo Gleason. Todos egresados de la Universidad de Guadalajara.

Por lo pronto, el silencio guardado por las autoridades hídricas de nuestro estado, no es un buen augurio.

* Académico del CUAAD de la UdeG