/ domingo 4 de marzo de 2018

Servicio del transporte urbano

Antonio de Jesús Mendoza Mejía

El día jueves 28 de febrero del presente año, los habitantes de la Zona Metropolitana de Guadalajara, vivimos la experiencia de salir de nuestras casas rumbo al trabajo, a la universidad, al médico, en fin a realizar nuestras actividades del día, cuando por sorpresa recibimos la comunicación de que la mayoría del transporte urbano había dejado de dar el servicio, muchos nos quedamos sin saber qué hacer ante la falta de movilidad urbana por este servicio tan necesario que la mayoría de los ciudadanos utilizamos para poder llegar a la escuela, al trabajo o al médico, los taxis y el servicio conocido como Uber, de inmediato subieron su tarifa.

Platicando con algunos choferes del transporte urbano comentaban que su situación laboral en estos momentos se les pone a ellos más difícil, ya que el gobierno del Estado tarda mucho tiempo en pagarles el boletaje de los cuales son beneficiados los jóvenes estudiantes, con los boletos conocidos como transvales, donde los estudiantes de secundaria, preparatoria y universidad, así como los profesores y personas de la tercera edad pagan primero este servicio en las oficinas Recaudadoras o bien en algunas oficinas de los Centros Universitarios de la Universidad de Guadalajara; un servicio que tiene un costo de tres pesos con cincuenta centavos, donde el servicio normal para algunos operadores del transporte es de siete pesos, asimismo opera un servicio que se le conoce como el de transporte ruta empresa, donde el conductor del camión urbano no toca un solo peso, los universitarios y las personas de la tercera edad depositan estos transvales en una caja especial para ello, así como el dinero en efectivo es depositado en otra caja, comentan los choferes que todo ese dinero los transportistas los depositan en las cajas Recaudadoras de la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado.

Esto hace que el dinero no fluya a los empresarios del transporte público por lo que el dueño del transporte público tarda tiempo en recuperar la cantidad de dinero depositada en sus camiones por los usuarios de este servicio, a diario los camiones que circulan por las rutas y derroteros de la ciudad necesitan gasolina, asimismo necesitan de refacciones y llantas, de la misma manera el desgaste de las unidades es constante, por las calles mal trazadas en la zona metropolitana, por los caminos en terracería, por los baches en las calles, pero sobre todo por la falta de un incremento al uso del transporte urbano, donde la gasolina, refacciones y llantas no son ajenas a la inflación, fenómeno económico que hace que las unidades del transporte urbano se deterioren con más facilidad, comentan los choferes que es mejor dejar de circular ya que en el momento de que se circula, el chofer al encender el motor del camión se convierte en un riesgo en el volante y cada día la Secretaría de Movilidad le disminuye sus garantías, así como sus derechos laborales, porque solamente hace falta un motivo mínimo para entregarle una infracción al chofer, asimismo se convierte en un riesgo porque el transporte público es una necesidad para todos aquellos usuarios que desarrollamos una actividad y es parte de la cadena productiva, ya que la puntualidad con la que llega el trabajador genera riqueza a las empresas que dan trabajo.

La solución del transporte público no está en los caprichos del Gobernador del Estado, ni de los empresarios de este transporte público, la solución se encuentra en un diálogo, donde no existan vencedores ni vencidos, pero sí acuerdos para que tanto los trabajadores como los empresarios, donde los primeros no pierdan su día de trabajo y los segundos incrementen la generación de la riqueza estatal.

antonio_dejesus@hotmail.com

Antonio de Jesús Mendoza Mejía

El día jueves 28 de febrero del presente año, los habitantes de la Zona Metropolitana de Guadalajara, vivimos la experiencia de salir de nuestras casas rumbo al trabajo, a la universidad, al médico, en fin a realizar nuestras actividades del día, cuando por sorpresa recibimos la comunicación de que la mayoría del transporte urbano había dejado de dar el servicio, muchos nos quedamos sin saber qué hacer ante la falta de movilidad urbana por este servicio tan necesario que la mayoría de los ciudadanos utilizamos para poder llegar a la escuela, al trabajo o al médico, los taxis y el servicio conocido como Uber, de inmediato subieron su tarifa.

Platicando con algunos choferes del transporte urbano comentaban que su situación laboral en estos momentos se les pone a ellos más difícil, ya que el gobierno del Estado tarda mucho tiempo en pagarles el boletaje de los cuales son beneficiados los jóvenes estudiantes, con los boletos conocidos como transvales, donde los estudiantes de secundaria, preparatoria y universidad, así como los profesores y personas de la tercera edad pagan primero este servicio en las oficinas Recaudadoras o bien en algunas oficinas de los Centros Universitarios de la Universidad de Guadalajara; un servicio que tiene un costo de tres pesos con cincuenta centavos, donde el servicio normal para algunos operadores del transporte es de siete pesos, asimismo opera un servicio que se le conoce como el de transporte ruta empresa, donde el conductor del camión urbano no toca un solo peso, los universitarios y las personas de la tercera edad depositan estos transvales en una caja especial para ello, así como el dinero en efectivo es depositado en otra caja, comentan los choferes que todo ese dinero los transportistas los depositan en las cajas Recaudadoras de la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado.

Esto hace que el dinero no fluya a los empresarios del transporte público por lo que el dueño del transporte público tarda tiempo en recuperar la cantidad de dinero depositada en sus camiones por los usuarios de este servicio, a diario los camiones que circulan por las rutas y derroteros de la ciudad necesitan gasolina, asimismo necesitan de refacciones y llantas, de la misma manera el desgaste de las unidades es constante, por las calles mal trazadas en la zona metropolitana, por los caminos en terracería, por los baches en las calles, pero sobre todo por la falta de un incremento al uso del transporte urbano, donde la gasolina, refacciones y llantas no son ajenas a la inflación, fenómeno económico que hace que las unidades del transporte urbano se deterioren con más facilidad, comentan los choferes que es mejor dejar de circular ya que en el momento de que se circula, el chofer al encender el motor del camión se convierte en un riesgo en el volante y cada día la Secretaría de Movilidad le disminuye sus garantías, así como sus derechos laborales, porque solamente hace falta un motivo mínimo para entregarle una infracción al chofer, asimismo se convierte en un riesgo porque el transporte público es una necesidad para todos aquellos usuarios que desarrollamos una actividad y es parte de la cadena productiva, ya que la puntualidad con la que llega el trabajador genera riqueza a las empresas que dan trabajo.

La solución del transporte público no está en los caprichos del Gobernador del Estado, ni de los empresarios de este transporte público, la solución se encuentra en un diálogo, donde no existan vencedores ni vencidos, pero sí acuerdos para que tanto los trabajadores como los empresarios, donde los primeros no pierdan su día de trabajo y los segundos incrementen la generación de la riqueza estatal.

antonio_dejesus@hotmail.com