/ lunes 11 de octubre de 2021

Secuelas de la incongruencia

La palabra incongruencia tiene varias connotaciones, resaltaremos algunas de ellas en una forma sencilla se dice que es simplemente falta de coherencia en actitudes como el comportamiento del ser humano. También, que es simplemente, falta de coherencia en actitudes, comportamientos y creencias, un ejemplo de ellos es, decir lo contrario de lo que pensamos y hacemos lo contrario de lo que decimos.

Cuando hablamos tenemos que cumplir con algunas reglas lógicas básicas. Si nuestras palabras no respetan los principios lógicos, hay una incongruencia. En este sentido, el fundamento de no contradicción es un criterio de congruencia, porque no podemos decir que algo es una cosa y al mismo tiempo no lo es. El principio de identidad es otro criterio fundamental, ya que una cosa es necesariamente igual a sí misma. Estos dos principios son claros ejemplos de leyes del pensamiento que afectan el lenguaje. El hecho de no respetarlos implica una clara incongruencia.

Estas incongruencias presentes y manifiestas en los seres humanos es más que probable que conduzcan a un posible estado de enfado, tristeza… puesto que el operar de este modo a menudo es incompatible con el disfrute, el optimismo y la felicidad; en estas circunstancias, parece como si la persona se encontrase en una permanente e interminable carrera la cual, evidentemente, produce un cansancio que si no se combina con calma y goce acarreará consecuencias negativas.

Estas incongruencias presentes y manifiestas en los seres humanos es más que probable que conduzcan a un posible estado de enfado, tristeza… puesto que el operar de este modo a menudo es incompatible con el disfrute, el optimismo y la felicidad; en estas circunstancias, parece como si la persona se encontrase en una permanente e interminable carrera la cual, evidentemente, produce un cansancio que si no se combina con calma y goce acarreará consecuencias negativas.

Los estudios psicológicos sobre el efecto de congruencia con el estado de ánimo suelen utilizar muestras clínicas de personas depresivas, utilizan programas de inducción de afecto introspectivos, y miden la memoria con tareas de recuerdo libre.

La base fue estudiar la influencia de los estados de ánimo en el reconocimiento de palabras congruentes con dichos estados de ánimo. Para inducir los estados afectivos, se utilizó la asociación de imágenes y música con la dimensión de tristeza y de alegría. Después aprendieron palabras relacionadas con ambos estados emocionales. Encontramos efectos de interacción entre el tipo de estado afectivo inducido y el reconocimiento de las palabras emocionales, tanto en latencias como en índices de discriminación.

Se lee también que el tipo de estado de ánimo. El efecto de congruencia con el estado de ánimo se produce en el procesamiento de palabras de la categoría de tristeza, pero no en las palabras de la categoría de alegría. Éstas tienen latencias más rápidas e índices de discriminación más altos, al margen del estado inducido experimentalmente. Palabras Clave: memoria; congruencia; emociones etc.

Ahora bien, la inteligencia emocional puede jugar un papel importante en nuestra forma de interactuar con los demás. Si es baja puede ser difícil manejar situaciones con otras personas.

Cuanto más entienda una persona aspectos como la empatía, la resolución de conflictos o evitar que sus propias emociones se desborden, mejor salud mental y comportamiento social tendrá y no se considerará como una persona incongruente.

Es claro que todos, absolutamente todos, tenemos rasgos tóxicos. Imaginar una vida sin que alguno de nosotros haya cometido algún error o no haya tenido una actitud negativa consigo mismo y con los demás es más que una misión imposible.

El problema, dicen los estudiosos de la psicología, radica en el momento en que una persona no reconoce esos rasgos o actitudes de incongruencia como tóxicas, y adopta una forma de vida y una estructura habitual de pensamiento en la que los demás siempre son los culpables de todo.

* Rector General del Centro Universitario Uteg.

joseroque@uteg.edu.mx

La palabra incongruencia tiene varias connotaciones, resaltaremos algunas de ellas en una forma sencilla se dice que es simplemente falta de coherencia en actitudes como el comportamiento del ser humano. También, que es simplemente, falta de coherencia en actitudes, comportamientos y creencias, un ejemplo de ellos es, decir lo contrario de lo que pensamos y hacemos lo contrario de lo que decimos.

Cuando hablamos tenemos que cumplir con algunas reglas lógicas básicas. Si nuestras palabras no respetan los principios lógicos, hay una incongruencia. En este sentido, el fundamento de no contradicción es un criterio de congruencia, porque no podemos decir que algo es una cosa y al mismo tiempo no lo es. El principio de identidad es otro criterio fundamental, ya que una cosa es necesariamente igual a sí misma. Estos dos principios son claros ejemplos de leyes del pensamiento que afectan el lenguaje. El hecho de no respetarlos implica una clara incongruencia.

Estas incongruencias presentes y manifiestas en los seres humanos es más que probable que conduzcan a un posible estado de enfado, tristeza… puesto que el operar de este modo a menudo es incompatible con el disfrute, el optimismo y la felicidad; en estas circunstancias, parece como si la persona se encontrase en una permanente e interminable carrera la cual, evidentemente, produce un cansancio que si no se combina con calma y goce acarreará consecuencias negativas.

Estas incongruencias presentes y manifiestas en los seres humanos es más que probable que conduzcan a un posible estado de enfado, tristeza… puesto que el operar de este modo a menudo es incompatible con el disfrute, el optimismo y la felicidad; en estas circunstancias, parece como si la persona se encontrase en una permanente e interminable carrera la cual, evidentemente, produce un cansancio que si no se combina con calma y goce acarreará consecuencias negativas.

Los estudios psicológicos sobre el efecto de congruencia con el estado de ánimo suelen utilizar muestras clínicas de personas depresivas, utilizan programas de inducción de afecto introspectivos, y miden la memoria con tareas de recuerdo libre.

La base fue estudiar la influencia de los estados de ánimo en el reconocimiento de palabras congruentes con dichos estados de ánimo. Para inducir los estados afectivos, se utilizó la asociación de imágenes y música con la dimensión de tristeza y de alegría. Después aprendieron palabras relacionadas con ambos estados emocionales. Encontramos efectos de interacción entre el tipo de estado afectivo inducido y el reconocimiento de las palabras emocionales, tanto en latencias como en índices de discriminación.

Se lee también que el tipo de estado de ánimo. El efecto de congruencia con el estado de ánimo se produce en el procesamiento de palabras de la categoría de tristeza, pero no en las palabras de la categoría de alegría. Éstas tienen latencias más rápidas e índices de discriminación más altos, al margen del estado inducido experimentalmente. Palabras Clave: memoria; congruencia; emociones etc.

Ahora bien, la inteligencia emocional puede jugar un papel importante en nuestra forma de interactuar con los demás. Si es baja puede ser difícil manejar situaciones con otras personas.

Cuanto más entienda una persona aspectos como la empatía, la resolución de conflictos o evitar que sus propias emociones se desborden, mejor salud mental y comportamiento social tendrá y no se considerará como una persona incongruente.

Es claro que todos, absolutamente todos, tenemos rasgos tóxicos. Imaginar una vida sin que alguno de nosotros haya cometido algún error o no haya tenido una actitud negativa consigo mismo y con los demás es más que una misión imposible.

El problema, dicen los estudiosos de la psicología, radica en el momento en que una persona no reconoce esos rasgos o actitudes de incongruencia como tóxicas, y adopta una forma de vida y una estructura habitual de pensamiento en la que los demás siempre son los culpables de todo.

* Rector General del Centro Universitario Uteg.

joseroque@uteg.edu.mx