/ jueves 4 de marzo de 2021

Santiago: abandono y fallas

Hace pocos días la Fundación de la Cuenca Lerma-Chapala-Santiago presidida por el empresario de la industria transformadora del maíz Don Manuel Villagómez, publicó un desplegado en el cual dio a conocer el abandono de la Comisión Nacional del Agua en la supervisión del cumplimiento de los acuerdos para la restauración de esa, la cuenca hídrica más grande de México, pactados con el primer gobierno alternativo de la nación, con Vicente Fox al frente, y el Secretario del Medio Ambiente Víctor Lichtinger a partir de un Plan Maestro enriquecido por investigadores, ecologistas ciudadanos y académicos de la Universidad de Guadalajara.

En esa oportunidad se demostró que los agroproductores del estado de Guanajuato, la porcicultura del estado de Michoacán y la industria contaminante de Jalisco resultaban, todas juntas, mucho más dañinas que la extracción clandestina que al final generaban un notorio azolve, disminución del espejo de agua y una evidente contaminación del gran Lago de Chapala.

Desde entonces y bajo una Ley Federal que le otorga al Gobierno de la República la administración, vigilancia y regulación para el usufructo de las poblaciones a lo largo de esa gran cuenca, sólo se han presentado algunos casos de control de conducción de aguas residuales urbanas a partir de clausuras de muy pocas industrias y la exigencia a los gobiernos municipales de reglamentar la obligatoriedad de instalar plantas de tratamiento antes de mezclar las aguas provenientes tanto del subsuelo como de la lluvia y su utilización en la producción de alimentos y satisfactores del subsuelo como de la lluvia y su utilización y la exigencia a los gobiernos municipales de reglamentación de alimentos y satisfactores de origen industrial que arrojan metales pesados y generan enfermedades renales y epidérmicas, además de un fétido olor, principalmente en Juanacatlán y El Salto.

A eso se refiere el documento promovido por Don Manuel Villagómez y su vasta experiencia para pedir, con su alta calidad moral, la aplicación eficiente de políticas públicas y no de la acostumbrada simulación cuando sabemos los nombres y los apellidos de los propietarios de esas empresas contaminantes y de los funcionarios que no han tenido la capacidad para evitar el crecimiento de las enfermedades crónico degenerativas donde sus epicentros son ampliamente conocidos e identificables, como el Río Santiago en el municipio de Poncitlan, el lago de Chapala a su rivera empresas contaminantes y de los funcionarios que no han limpiado el Río Santiago a su paso por el municipio de El Salto y las natas contaminantes arrojadas por el Lago de Chapala a su rivera principalmente en el municipio de Poncitlán.

En síntesis, no se requiere un investigador del más alto nivel internacional como lo fue el ex Secretario Lichtinger, quien, desde entonces, fue la muestra de lo que la política puede dañar a la sustentabilidad de un país, al ser removido de su cargo, inesperadamente, y luego de señalar lo que hoy sigue sucediendo, que mientras los intereses privados de algunos pseudo empresarios sigan empañando la vista de quienes hoy ostentan la autoridad y la obligación constitucional de sanear todas las aguas superficiales del país, nada sucederá y bajo una política errónea, todo podría seguir en el peor de sus derroteros.

Gracias a esta fundación ciudadana y a empresarios honestos, podemos afirmar que no todo está perdido para Chapala, Jalisco y las 7 metrópolis que se sirven de agua a lo largo de este río a veces convertido en riachuelo pero, al fin, el más grande y productivo de nuestro territorio.

* Académico del CUAAD de la Universidad de Guadalajara

carlosm_orozco@hotmail.com

Hace pocos días la Fundación de la Cuenca Lerma-Chapala-Santiago presidida por el empresario de la industria transformadora del maíz Don Manuel Villagómez, publicó un desplegado en el cual dio a conocer el abandono de la Comisión Nacional del Agua en la supervisión del cumplimiento de los acuerdos para la restauración de esa, la cuenca hídrica más grande de México, pactados con el primer gobierno alternativo de la nación, con Vicente Fox al frente, y el Secretario del Medio Ambiente Víctor Lichtinger a partir de un Plan Maestro enriquecido por investigadores, ecologistas ciudadanos y académicos de la Universidad de Guadalajara.

En esa oportunidad se demostró que los agroproductores del estado de Guanajuato, la porcicultura del estado de Michoacán y la industria contaminante de Jalisco resultaban, todas juntas, mucho más dañinas que la extracción clandestina que al final generaban un notorio azolve, disminución del espejo de agua y una evidente contaminación del gran Lago de Chapala.

Desde entonces y bajo una Ley Federal que le otorga al Gobierno de la República la administración, vigilancia y regulación para el usufructo de las poblaciones a lo largo de esa gran cuenca, sólo se han presentado algunos casos de control de conducción de aguas residuales urbanas a partir de clausuras de muy pocas industrias y la exigencia a los gobiernos municipales de reglamentar la obligatoriedad de instalar plantas de tratamiento antes de mezclar las aguas provenientes tanto del subsuelo como de la lluvia y su utilización en la producción de alimentos y satisfactores del subsuelo como de la lluvia y su utilización y la exigencia a los gobiernos municipales de reglamentación de alimentos y satisfactores de origen industrial que arrojan metales pesados y generan enfermedades renales y epidérmicas, además de un fétido olor, principalmente en Juanacatlán y El Salto.

A eso se refiere el documento promovido por Don Manuel Villagómez y su vasta experiencia para pedir, con su alta calidad moral, la aplicación eficiente de políticas públicas y no de la acostumbrada simulación cuando sabemos los nombres y los apellidos de los propietarios de esas empresas contaminantes y de los funcionarios que no han tenido la capacidad para evitar el crecimiento de las enfermedades crónico degenerativas donde sus epicentros son ampliamente conocidos e identificables, como el Río Santiago en el municipio de Poncitlan, el lago de Chapala a su rivera empresas contaminantes y de los funcionarios que no han limpiado el Río Santiago a su paso por el municipio de El Salto y las natas contaminantes arrojadas por el Lago de Chapala a su rivera principalmente en el municipio de Poncitlán.

En síntesis, no se requiere un investigador del más alto nivel internacional como lo fue el ex Secretario Lichtinger, quien, desde entonces, fue la muestra de lo que la política puede dañar a la sustentabilidad de un país, al ser removido de su cargo, inesperadamente, y luego de señalar lo que hoy sigue sucediendo, que mientras los intereses privados de algunos pseudo empresarios sigan empañando la vista de quienes hoy ostentan la autoridad y la obligación constitucional de sanear todas las aguas superficiales del país, nada sucederá y bajo una política errónea, todo podría seguir en el peor de sus derroteros.

Gracias a esta fundación ciudadana y a empresarios honestos, podemos afirmar que no todo está perdido para Chapala, Jalisco y las 7 metrópolis que se sirven de agua a lo largo de este río a veces convertido en riachuelo pero, al fin, el más grande y productivo de nuestro territorio.

* Académico del CUAAD de la Universidad de Guadalajara

carlosm_orozco@hotmail.com