En toda competencia hay una manifestación indubitable que te permite saber quién logró superar la meta, esa es la victoria. Ganar es un fenómeno que presenta muchas facetas; cuando es individual, transita de lo esencial a lo sustancial; pero, cuando el triunfo es colectivo, no sólo impacta la esfera de la persona, sino que se potencia de tal forma que trasciende instantáneamente rompiendo la barrera del espacio-tiempo, encajando sin remedio ese momento en la historia venidera.
La competencia electoral toca su fin; estamos arribando al epílogo del proceso de este año y el objeto primordial del mismo es diseñar la estructura de gobierno de nuestro país para los próximos seis años. Quien gane será aquel que logre sortearlos obstáculos, pero, sobre todo, que haya podidoacercarse más a los ciudadanos; lo que nos genera tres puntos de vista:
En primer término tendríamos que decir que ya se preparan con bombo y platillo los cierres de campaña de los candidatos a la presidencia de la República, algunos elegirán un estadio, otros, plazas públicas o puntos en donde se puedan encontrar con miles de personas. La maquinaria para armar el evento más significativo de las campañas está en proceso; estos actos multitudinarios están plenos de complicaciones que va desde la logística hasta la seguridad puesto que se busca “llenar”, para ello se invierten recursos de todo tipo, y los amigos y patrocinadores se ven involucrados en toda clase de apoyos, la idea es tener al candidato al frente y remachar de forma contundente las propuestas que se dieron durante todo el proceso, pero también se trata de dar el estirón final, aprovechar hasta el último momento para atraer votos de donde sea e intentar vencer al contrincante. Se han realizado eventos de cierre de campaña históricos, muchos de ellos en el Zócalo de la Ciudad de México, que hoy será la excepción; sin embargo, se espera que para estos eventos se emplee toda la capacidad de organización de los equipos de trabajo y así refrendar la personalidad de cada candidato; los detalles son muy importantes, pero en esta ocasión creemos que lo más relevante será la seguridad porque los tiempos no están para bollos y no se vale que por un descuido se den situaciones que después puedan lamentarse.
En segundo término tendríamos que decir que la victoria no es producto de un día o de un momento de inspiración, aunque es el resultado de muchos intentos, de fallas corregidas, de esfuerzos inconclusos, se ocupa de todos para lograr un triunfo, el equipo es importante, se debe de crear, vigilar, organizar e incentivar; el líder debe ser trabajador, atingente, optimista, propositivo, enérgico, dinámico, siempre estar a la expectativa, no dormirse en sus laureles, ni delegar de más o confiarse. La victoria es producto de mucho esfuerzo y cuando se da es una satisfacción inenarrable como la que nos acaban de dar los jóvenes jugadores de la selección de futbol de México al derrotar a Alemania en el mundial de Rusia. No se puede dejar nada al azar, se deben cuidar todos los detalles y con ello construir desde abajo el momento único del triunfo; debe haber una conexión entre el espíritu y la acción, se debe integrar un solo cuerpo; quien logre sumar a miles de personas en una dirección, pueda sincronizar y unir las voluntades en un solo objetivo, será el ganador; ya no es cuestión de indicadores o de proyecciones, ni mucho menos de planes o estrategias, es el momento de actuar, de operar con eficacia y solidez. Los cuatro candidatos tienen en sus equipos a personas muy experimentadas que saben cómo desarrollar su trabajo y que están conscientes que una falta, error o un descalabro podría costarles esta elección.
En tercer término tendremos que decir que es muy importante saber ganar, ¿cuántas veces hemos sabido de personas que han tenido el triunfo en las manos y lo han dejado ir, o atletas que están apunto de lograrlo y se equivocan? ¿Cuántas veces ha perdido el favorito por errores, falta de concentración oexceso de confianza y soberbia?, el premio de la victoria es para uno solo, las circunstancias se acomodan, la conexión entre lo físico y lo metafísico se da, los Egipcios valoraban mucho esto, sabían de la conjunción de los mundos paralelos, de la fuerza del cuerpo, pero también del poder del espíritu, del juego ineludible de los imponderables; por lo mismo, deben prepararse para competir con todo, sobreponiendo las virtudes de la gallardía, el respeto, la honorabilidad, el sentido de equidad y así afrontar los resultados, hay que saber encontrarse con el destino trazado. La victoria es un premio, un privilegio y más cuando ésta conlleva representar una nación, cuando significa defender y honrar a un país como el nuestro, es una gran responsabilidad y se debe estar a la altura, hay que saber unir todos los elementos y llevarlos a una conexión de energía que culmine con ella, y una vez alcanzada, también se tiene que saber ser magnánimo, caballeroso, digno y leal y convocar a los que creyeron pero también a los que no.
Sabemos que estamos ante una de las elecciones más competidas de la historia, que habrá una fuerte competencia en las urnas, también que el árbitro es experimentado, instruido y ha pasado por muchas elecciones; el INE está preparado para esta prueba de fuego y estamos ciertos de que la superará con creces. Estamos a punto de ver un momento histórico en nuestro país y los ciudadanos debemos aprender a vivirlo, porque vendrán muchos más; tenemos que hacernos asiduos al triunfo, saber ser ganadores, conocer la victoria y no dejarla ir. México es un país de vencedores, hagamos lo que sea necesario para ocupar el lugar que nos corresponde como la potencia que merecemos ser ¿No creen estimados lectores?
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